La intervención de Mariano Rajoy para analizar la jornada de la simulación de una consulta -ficticia e ilegal a la postre- que se produjo el pasado domingo 9 de noviembre en Cataluña se ha demorado 72 horas, pero ha sido contundente y ha cerrado la puerta al diálogo condicionado de Artur Mas. El comunicado leído por el presidente del Gobierno y las preguntas a las que ha respondido este miércoles en el salón de La Moncloa donde la portavoz de su Ejecutivo ofrece la comparecencia de prensa tras cada Consejo de Ministros de los viernes, deja numerosos dardos destacables, dirigidos por el dirigente del PP al corazón de la ciudad condal. Son éstas:
1-. El mandatario del país no dice «no» al diálogo con el presidente de la Generalitat, si bien no se va a prestar a una charla presentada bajo condicionantes. De hecho, ha aseverado: «El diálogo no se puede condicionar a lo imposible y en este caso es a un referéndum de autodeterminación y esto no puede ser». «Le he explicado el camino legal al señor Mas todas y cada una de las veces que hemos hablado», aunque con caso omiso desde el otro lado del puente aéreo, se ha quejado el jefe del Ejecutivo. «El diálogo solo es posible cuando se comparte una mínima lealtad institucional», lo que, a juicio del jefe de filas populares, no es el caso al que se atiene el presidente del Govern. [Así hemos contado la intervención en directo en Moncloa del presidente Rajoy, en ABC.es]
2-. Como en el caso del plan Ibarretxe, que no llegó a buen puerto, «la fórmula que debería seguir el señor Mas es la de plantear una reforma de la Constitución, legal, democrática, traerla a las Cortes y debatirla». El presidente del Gobierno ha aprovechado para, junto a Mas, lanzarl un mensaje paralelo al líder del PSOE, Pedro Sánchez: «Me opondré a cualquier reforma constitucional que liquide la soberanía nacional».
3-. Rajoy ha esquivado interpelaciones a agregar un epíteto junto a la consulta irreal, sucedánea o alternativa del pasado domingo 9-N. Donde sí ha entrado el jefe del Ejecutivo es en el análisis de la consulta planteada por CiU y sus socios soberanistas de Cataluña, además de los promotores de la iniciativa secesionista, que ha enjuiciado sin fisuras como «un rotundo fracaso». Como ya anticipase la vicepresidenta Sáenz de Santamaría hace 24 horas en el Senado, donde se presenta un éxito de cobertura, en realidad hubo una debacle de las fuerzas inertes proindependencia, puesto que dos de cada tres catalanes votaron en contra de la separación de la autonomía respecto de España.
4-. El presidente del Gobierno ha defendido la actuación de la Justicia en todo momento, y se ha escudado en la posición de un juez de Barcelona que señaló el pasado 8 de noviembre que actuar con las Fuerzas del orden hubiese sido contraproducente para el bienestar de los catalanes. El Gobierno, por lo tanto, no consideró la opción de aplicar el artículo 155 de la Constitución y promover la suspensión de la autonomía., haciéndose desde las riendas del Estado con los mandos de la situación en Cataluña.
5-. Al hilo de lo anterior, Rajoy es sabedor de que «muchos querían una actuación más drástrica en Cataluña el pasado domingo».
6-. El diálogo al que se invita al Estado es un órdago: «O hace lo que le digo yo o convoco elecciones. Este es el diálogo permanente que plantea la Generalitat. Llevamos do años con este asunto y el Gobierno catalán no se ocupa de los problemas que verdaderamente tienen los ciudadanos de la autonomía, como la crisis económica».
7-. «El debate en estos términos no será tan provechoso como lo hubiese entre Cataluña y el Estado si se respeta la ley».
8-. «No ha habido ningún país que apoye un referéndum en Cataluña que vulnere las normas de España, la ley y la Constitución. En la vida hay que respetar las reglas de juego y eso está por encima de la ideología de cualquier tipo. Es un principio básico de la Unión Europea, estoy muy contento por los apoyos recibidos por parte de todos los países y sus gobernantes, sujetos todos al imperio de la ley», ha replicado Rajoy a la pregunta de un periodista turco sobre el supuesto respaldo internacional a la consulta planteada por el dirigente catalán.
9-. «No he dado ninguna instrucción a la Fiscalía General del Estado en todo el proceso independentista», en el que, por cierto, se ha maliciado Rajoy, lleva inmerso Artur Mas dos años.
10-. «Dije que no habría un referéndum el domingo y no lo ha habido: no hacía censo ni nada, solo un acto de propaganda política», ha resumido desde el Palacio gubernamental el máximo mandatario del Estado, que ha comparecido por espacio de 39 minutos.