Artur Mas eligió un mal día para comparecer en el Parlamento catalán y explicar el carácter «plebiscitario» de las elecciones autonómicas del 27-S. El presidente catalán pretendía utilizar la Cámara catalana para dar su primer «mitin», pero los registros efectuados por la Guardia Civil el pasado viernes en la sede de Convergència, han alterado sus planes.
Mas deberá dar explicaciones hoy sobre la supuesta financiación irregular de su partido a través de comisiones procedentes de la adjudicación de obra pública. Todos los grupos parlamentarios han pedido que el orden del día se amplíe para interrogar a Mas sobre este asunto, incluidos los de CDC y ERC, que lo hicieron a regañadientes. Estas son algunas de las cuestiones que saldrán a relucir en la sesión.
Responsable del partido
Los registros efectuados en la sede de Convergència y de la fundación CatDem, vinculada a este partido, forman parte de una investigación sobre el supuesto pago de comisiones de la empresa Teyco, controlada por la familia de Carles Sumarroca -cofundador de CDC-. Estos «mordidas» se remontan a la época en que Artur Mas era secretario general de Convergència y, por tanto, responsable del funcionamiento del partido. Quienes conocen al líder nacionalista aseguran que se trata de una persona concienzuda que le gustaba tener el control de la gestión de CDC.
Tres décadas de corrupción
La llamada «operación Petrum» , que dio lugar a los registros del pasado viernes, se suma a un rosario de casos de corrupción que afectan a CDC, como el que hace referencia a los negocios turbios de la familia Pujol o el expolio del Palau de la Música, cuya instrucción destapó las comisiones pagadas por la constructora Ferrovial a la Fundación Trias Fargas (tras el escándalo, pasó a llamarse CatDem).
Control de la obra pública
Artur Mas deberá aclarar si, a lo largo de su trayectoria como consejero jefe, consejero de Economía y consejero de Política Territorial durante la Gobierno de Jordi Pujol, estuvo al corriente del pago de esas comisiones. Entre 1995 y 1997, período en el que se convirtió en el máximo responsable de la obra pública catalana, Mas gestionó 2.129 millones de euros. El propio Mas ha confesado que Pujol era su «padre político» y que la relación fue muy estrecha.
Relaciones con Sumarroca
La familia Sumarroca, ahora en el foco de la Justicia, ha sido una de las principales beneficiadas de la obra pública catalana desde los años ochenta. Sus empresas -Teyco y Emte- han acaparado los contratos públicos, también bajo el mandato de Mas. Así, durante 2013 y 2014, ambas empresas se hicieron con 43 contratos por valor de 24,9 millones de euros. Los grupos parlamentarios preguntarán al dirigente convergente el motivo de esa preferencia por los Sumarroca.
Depurar responsabilidades
Tras destaparse la financiación irregular de CDC a través del Palau de la Música, la fundación Trias Fargas cambió de nombre y pasó a llamarse CatDem. Hubo cambio de imagen, pero apenas se depuraron responsabilidades. Solo el tesorero del partido, Daniel Osácar, fue apartado de su cargo. La oposición quiere saber qué medidas ha adoptado Mas para garantizar que estos episodios no vuelvan a repetirse.
La actividad del extesorero
A pesar de estar inculpado en el caso del Palau de la Música y que se enfrentará a una petición de condena de 7 años y medio cuando llegue a juicio, Daniel Osácar sigue vinculado al partido, donde se dedica a reclamar el pago de cuotas a los militantes morosos. Utiliza el despacho del exalcalde de Barcelona, Xavier Trias. Ambos han sido acusados de tener una cuenta en Suiza, algo que no se ha demostrado.
La hija del extesorero
Tras el cese de Osàcar como tesorero a raíz del caso Palau, su hija Mónica fue nombrada responsable de publicidad institucional de la Generalitat, cargo por el que cobra 64.485,12. Un reconocimiento implícito a la lealtad del extesorero, a quien Mas abrazó tras ganar las elecciones de 2012.
La tapadera de la secesión
Las últimas revelaciones sobre la presunta financiación irregular de Convergència se producen cuatro semanas antes de que se celebren las elecciones del 27-S. Las siglas de este partido han sido diluidas en una candidatura conjunta denominada Junts pel Sí, claramente posicionada a favor de la independencia de Cataluña. La oposición reprochará a Artur Mas que pretenda distraer la atención respecto a esas supuestas corruptelas mediante un proyecto secesionista, liderado por el exeurodiputado ecosocialista Raül Romeva.