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Catalunya-España 2015 (cosas que pasan)

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#1585

España no utilizará el ejército en Catalunya si todo el mundo cumple con su deber...

Da gusto pertenecer a este país que te quiere con tanta locura...bien ministro...bien!!!

(EUROPA PRESS).- El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha asegurado este martes que las Fuerzas Armadas no tendrán que tener ningún papel en relación con el proceso soberanista catalán "si todo el mundo cumple con su deber". "Si todo el mundo cumple con su deber le aseguro que no hará falta ningún tipo de actuación como la que usted está planteando", ha dicho en una entrevista en RNE, preguntado sobre qué papel podrían tener las Fuerzas Armadas en caso de una declaración unilateral de independencia en Catalunya.

Leer más: http://www.lavanguardia.com/politica/20150908/54436335702/morenes-fuerzas-armadas-catalunya-cumple-deber.html#ixzz3lAeyMoZA 
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#1586

Re: España no utilizará el ejército en Catalunya si todo el mundo cumple con su deber...

Venga que ya te queda menos que aguantar y con suerte la futura República catalana no tendrá ejército ya que no le hará falta. Un gasto menos y todo ese dinero que se ahorra podrá ir al pagar los 70.000 nuevos funcionarios que ha dicho Mas que se contratarán.

#1587

27-S: La encuesta de los banqueros

A pesar de que la leyenda dice que banqueros y políticos entran y salen por la misma puerta, lo cierto es que cuando se trata de los créditos a los partidos, los financieros les aplican la legislación vigente, al menos en lo que se refiere a la concesión. Otra cosa es la liquidación. Corrupciones y corruptelas a parte, los partidos políticos suelen financiar sus campañas a crédito que mayoritariamente devuelven con la subvención pública que reciben: unos céntimos por cada voto y una asignación por cada diputado electo. De manera que los departamentos de riesgos de los bancos deben medir las expectativas electorales de cada formación antes de decidir el monto del crédito a conceder. Para ello han utilizado, desde la transición, una encuesta de gran solvencia en la que invierten conjuntamente una notable suma de dinero y comparten los resultados. La agitada precampaña del 27-S les obligó a forzar la maquinaria demoscópica a finales de agosto y éstos son los resultados: entre 65 y 68 escaños para Junts pel Sí; entre 19 y 21 para Ciutadans; de 18 a 20 para Catalunya Sí que es Pot; PSC y PP entre 11 y 13 diputados cada uno y la CUP entre 5 y 6. Así se ha dado el crédito. Unió no saldría, pero ese es otro capítulo de gasto . http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/los-banqueros-tienen-encuesta-del-27-s-4490135
#1588

En votos o en escaños?

En votos o en escaños? «Aparte de los deshonestos, habría también un problema técnico ya que no hay ninguna reglamentación que determine a partir de cuando gana el" sí "»Con la llegada de las primeras encuestas que señalan una victoria de las candidaturas independentistas en escaños, los opinadores contrarios al proceso se han lanzado en tromba a alertar de que una victoria en escaños y no en votos no sería legítima para iniciar el camino hacia a la independencia.

Al soberanismo, no le hará nada de miedo entrar en este debate. Al contrario, cada vez que alguien cuestiona la victoria por escaños, está aceptando el carácter plebiscitario de estas elecciones y por lo tanto da legitimidad a los resultados del referéndum del 27-S.Este debate, sin embargo, puede tener algunas trampas.

La primera es que muchos de los que reprochan que los independentistas quieran contar escaños en vez de votos, si se ganara en votos (muy posible, por cierto) entonces dirían que no es suficiente y exigirían una "mayoría cualificada". Algunos de estos mismos, claro, si hubiera mayoría cualificada dirían que estas elecciones no son un referéndum y que habría que pactar uno de "legal y acordado con el Estado".

Y probablemente, muchos de estos fueron los mismos que después de que el independentismo hiciera esfuerzos sobrehumanos para pactar con el Estado, terminaron diciendo con tono de suficiencia que "ellos ya habían previsto" que la convocatoria no sería posible porque era ilegal.Aparte de los deshonestos, habría también un problema técnico ya que no hay ninguna reglamentación que determine a partir de cuando gana el "sí". Estaríamos hablando de la mitad más uno de los votos emitidos? Estaríamos hablando de la mitad más uno de los votos válidos, sacando el votos nulos? (33.140 en 2012).

Estaríamos hablando, quizá, de la mitad más uno de los votos a candidaturas descontando también los votos blancos (52.898 de 2012)? O quizás estaríamos hablando de la mitad más uno de los votos a candidaturas que tengan un posicionamiento sobre el tema territorial? La suma de blancos, nulos, animalistas, Piratas, Escaños en Blanco, etc. fueron en 2012 de casi 170.000 votos (un 4,5% de los emitidos).

Y todo ello asumiendo que todos los votos de la CSQEP, que finalmente se ha quedado sola negando el carácter plebiscitario de las elecciones, los pusiéramos directamente en el saco del "no". No es un tema menor, precisamente en 2012 la suma de votos de CiU, ERC, CUP y SI rozó el 50% y si no llegó fue por este 4,5% de votos que no se posicionaron ni a favor ni en contra en el debate territorial.Visto esto, los dirigentes de Juntos el Sí hacen bien de pedir una mayoría "lo más grande posible" y también de poner ellos, que deben iniciar el proceso, el listón mínimo para sacar adelante la creación del nuevo estado.

Y quien crea que se deben contar sólo los votos, que convenza al Estado de hacer un referéndum con reglas claras y consensuadas. Eso sí, que pueda hacerse en un plazo breve y no dentro de dos generaciones como insinuaba el líder de la única fuerza que no percibe el 27-S como plebiscitario.

http://www.naciodigital.cat/opinio/11435/vots/escons

#1589

Re: Catalunya-España 2015 (cosas que pasan)

A medida que se acercan las elecciones autonómicas, cobra importancia el dilema de todo burgués catalán a quien asusta el giro independentista del presidente Mas. A este burgués, ya sea industrial, comercial o laboral (éste, hoy, mayoritario), le disgusta la incertidumbre que provoca el proceso soberanista. Incluso el que desearía la independencia duda de que Cataluña se mantuviera en la Unión Europea o reingresara a corto plazo. Y cuando mira a los hechos, le duele reconocer que la experiencia de los últimos 38 años no garantiza que Cataluña se convierta en Austria o Dinamarca, pues en calidad de gobierno hoy se asemeja más a Portugal. Al fin y al cabo, quienes no han sabido construir una autonomía mejor que las demás, ¿por qué iban a superarse al transformarla en Estado independiente?

El burgués catalán también teme los vaivenes que puedan sufrir su negocio y su puesto de trabajo. Y le irrita que le acusen de tímido; a él, que ha arriesgado su fortuna en mil batallas. Todo para que, en caso de seguir adelante el proceso, quienes hoy le acusan se apropien los posibles beneficios.

No le faltan motivos para desconfiar. A lo largo de la historia, el estamento que más ha promovido el independentismo no ha sido la burguesía ni el proletariado radical, sino la clerecía. Obviamente, no está formada sólo por clérigos, aunque muchos líderes del independentismo sí hayan vestido el hábito, de Pau Claris a Lucía Caram o Teresa Forcades; ni aunque todos los estamentos eclesiásticos hayan estado implicados en todos nuestros conflictos de soberanía. Ni, lo más importante, aunque el papel de la nueva clerecía siga teniendo mucho de religioso, pues maneja más creencias que ideas.

Para Samuel Coleridge, son clerisy quienes viven de crear, preservar y diseminar la cultura nacional. En la Cataluña de hoy, eso incluye a funcionarios, escritores, académicos y demás profesionales dedicados a una amplia serie de actividades, que abarca desde escribir poemas a diseñar balanzas fiscales, desde dar clases de bachillerato a presentar noticias o producir teleseries.

Esta clerisy contribuye a la riqueza de las naciones cuando se centra en las ideas y no en las creencias. Pero, como todo grupo humano, tiene sus propios intereses. En tiempos de agitación, esos intereses chocan con los de la burguesía. Como apunta Deirdre McCloskey, durante los dos últimos siglos la clerecía occidental ha aprovechado toda crisis política o económica para vender ensoñaciones antiburguesas, desde el nacionalismo al comunismo. Gracias a que la burguesía le asegura el sustento, la clerecía puede dedicarse a preparar aventuras mientras “toma café al lado del Sena”. Gusta de la aventura porque, a diferencia de la burguesía, tiene mucho que ganar y poco que perder.

Con la independencia, la clerecía catalana multiplicaría la demanda de sus servicios, como ya lo logró con la Administración autonómica. Hasta el mismo proceso soberanista le resulta rentable, pues, cuanto más tormentosas son las relaciones con el resto de España, más se venden muchos de sus productos. De libros a tertulias. Al contrario que los de la burguesía, que se venden menos. Por eso, a la clerecía le interesa agitar las aguas; mientras que la burguesía desea calmarlas. Ésta teme por el valor y la seguridad de sus inversiones, sus ingresos y sus empleos, todos ellos en duda hasta que una Cataluña independiente lograra estabilizarse política, económica y socialmente.

Además, la clerecía sabe que su capital humano es flexible. De triunfar la independencia, sus esfuerzos serían recompensados con altos cargos en el nuevo Estado. De fracasar, los clérigos tienen las espaldas cubiertas con sus trabajos en el sector público. Algunos incluso se reubicarían en el nuevo paisaje trabajando a favor del consenso. Cuenta a su favor el que, en pro y como precio del apaciguamiento, los Madrid de todos los Estados suelen estar más que dispuestos a cooptar clerecías díscolas.

Cierto que no todos sus miembros son cínicos buscadores de rentas. Al contrario: en toda Iglesia hay canónigos y creyentes, y es mejor canónigo quien es un fiel creyente. Además, muchos canónigos de la cultura trabajan para el proceso soberanista de forma voluntaria. Pero, ya les mueva el dinero, el prestigio personal o la fe auténtica en el proyecto, lo relevante es que la clerecía alcanza su esplendor cuando lidera una empresa de emancipación nacional, una empresa que da pánico a la burguesía. Esta contraposición de intereses es esencial para entender el devenir de Cataluña. Nadie conoce los costes y beneficios agregados de la independencia, pero sí empieza a estar claro que se reparten de forma desigual incluso entre los propios catalanes. Unos pagan y otros ganan.

Nadie conoce los costes y beneficios agregados a la independencia, pero sería un reparto desigual

Así es ahora y así parece haber sido en el pasado. Como cuenta John Elliott, también en 1640 es la clerecía quien exacerba el conflicto, despertando pasiones y sublevando a amplias capas de la población. Hasta que sube la fiebre popular, y muchos líderes de la nobleza y la burguesía se percatan de que es peor el remedio que la enfermedad. De forma parecida, el enfrentamiento con la clerecía revolucionaria ayuda a entender que sea la burguesía catalana quien promueva el golpe de Estado que rompe en 1923 el pacto constitucional, así como el gran misterio de que apoye en 1936 el alzamiento militar contra la República.

Sin embargo, pese a estas experiencias históricas, la confrontación entre nuestra burguesía y nuestra clerecía aún pasa inadvertida. Se habla con profusión del choque de trenes entre el Estado español y una alianza catalana de burgueses (CDC) y trabajadores (ERC, CUP). Pero se margina que dentro del tren catalán late un conflicto tanto o más fuerte. Por un lado, una clerecía que no precisa colaborar con otros españoles en su día a día para ganarse el pan o el prestigio. Por otro, burgueses y currantes que viven de vender mercancías, que no ilusiones, y que están mucho más imbricados profesionalmente con el resto de España.

Sólo estos últimos están pagando la cuenta. Permanecen callados porque, al contrario que los clérigos, el mucho hablar daña su medio de vida. Pero no tomen como inconsciencia su silencio, comprensible ante un Madrid que, para conservar el poder, suele estar dispuesto a componendas que potencian a la clerecía.

Benito Arruñada es catedrático de Organización de Empresas de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y Victor Lapuente Giné es autor de El retorno de los chamanes (Ed. Península), de próxima publicación.

http://elpais.com/elpais/2015/09/03/opinion/1441288486_677683.html

Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.

#1590

Re: Catalunya-España 2015 (cosas que pasan)

Pues yo no veo a Mas ni a Junqueras con pinta de "clerecía" ¿Estarán camuflados?

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#1591

Re: Catalunya-España 2015 (cosas que pasan)

A la clerecía le ocurre igual que a muchos catalanes...hay poco a perder y mucho a ganar...salvo aquellos empresarios expuestos al mercado español. Saludos.

#1592

Re: Catalunya-España 2015 (cosas que pasan)

Intereseantes algunas cosas que dice entre líneas el "experto económico" de C's. Aunque al final se lía él solo: si su tesis es que las balanzas fiscales son una falacia, ¿por qué afirma que no son 16.000 sino 3.000?
http://elpais.com/elpais/2015/09/07/opinion/1441617574_341810.html

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

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