Amigos Serra y Jaumes
Gracias por vuestro tono. Ojalá que los políticos profesionales tuvieran el mismo talante que preside vuestros mensajes. Porque ya me diréis si eso no es lo que les ha faltado para entenderse entre ellos en favor de resolver los problemas a los que se ha llevado a la ciudadanía catalana, Más que a Cataluña, que solo es un trozo de tierra: un territorio. Con menos prepotencia y chulería política por ambas partes, en los últimos años, otro gallo les hubiera cantado. A unos y a otros.
Por mi parte tengo la satisfacción de decir que un socialista, FG, coincide con mi opinión de que a Cataluña hay que reconocerle el status de Nación dentro del Estado español. Para él no sé por qué, pero para mí, por sus connotaciones históricas de locomotora económico-empresarial que siempre ha tirado del “Tren España”, y culturales, por su reconocido prestigio internacional (en Barcelona están casi todas las editoriales de España). Lo de la lengua, siendo importante, se lo han cargado con la inmersión. Vamos, que se han pasado. (¿Quién no conoce a alguien de fuera de Cataluña con un currículo y coeficiente intelectual fuera de lo corriente que no ha podido estudiar en Barna por culpa de la lengua?)
Por otra parte, también coincide con mis pensamientos un conservador como Margallo, que lleva 40 años especializado en el tema catalán y acaba de decir que a Cataluña hay que otorgarle un régimen fiscal especial del tipo vasco-navarro. Por supuesto que las “fuerzas vivas” conservadoras interesadas de Madrid le han tapado la boca ipso-facto. Pero a él le debe importar un carajo porque sabe que aunque no volverá a ser ministro y se tenga que jubilar de la política tiene la vida solucionada en Valencia. Bravo por él.
Así lo veo yo, ¿pero cómo lo ve la mayoría de esos 35 Mill. de españoles que quieren o simpatizan con Cataluña por infinidad de vinculaciones: laborales, comerciales, económicas, familiares, afectivas, deportivas, culturales y de cualquier otro tipo, más los millones de hispano-catalanes arraigados en Cataluña, con la excepción de esos “más papistas que el Papa”, sin apellidos que los avalen, que se colocan a la cabeza de la manifestación y debajo de la pancarta por si hay algunas migajas que recoger. (La primera vez que llegué yo a Barna había un chaval de Melilla que llevaba solo un año allí y hablaba catalán con más acnto que Dalí. Pronto lo conocí y resultó ser el pelota núm. 31416. Supongo que trabajará para la Generalitat o TV3)
Pero el verdadero problema catalán es que hasta que ese montón de millones de españoles de fuera del territorio catalán, no den su Visto Bueno (porque la Ley está así) los habitantes secesionistas del territorio en conflicto no tendrán nada que hacer. Y es que esos españoles se han encontrado, de pronto (en tres años) conque le quieren expropiar una de las partes mejores de su casa (la primera que acaricia el sol al amanecer) sin que nadie les pidan permiso ni autorización alguna, porque a unos políticos catalanes les pasa por el arco del triunfo, esgrimiendo unas peregrinas excusas histórico-político-económicas que por mucho que intenten explicarlas en telediarios y tertulias políticas, un labrador extremeño que cultiva tomates y que hizo la mili en Vich y lo desvirgaron en la calle Robador de Barcelona no acaba de entender.
Saludos para ambos