La rapidez con la que el Tribunal Constitucional ha despachado la proclama separatista del parlamento catalán contrasta con la lentitud deliberativa de la CUP. Se subraya en Cataluña que estamos ante la sentencia más rápida de la historia del TC. No ha pasado ni un mes de la soflama, otro 9-N, mientras que el fallo sobre la inconstitucionalidad de diversos puntos del Estatuto catalán llevó más de seis años. No es una mala noticia para Artur Mas, al que, por otro lado, las sentencias le dejan impávido. El panfleto parlamentario que proclamaba el comienzo del "estado catalán independiente en forma de república catalana" y la desobediencia a los tribunales era un truño, un apaño para ablandar a la CUP cuyo recorrido ha sido el de la papelera más cercana.
La buena noticia del día para Mas es que el ministro Montoro, un amigo, se ha rilado y soltará del tirón los más de tres mil millones de euros que necesita la Generalidad para acabar el año del golpe, la república, la fuga de empresas, los recortes y los impagos sanitarios. Cuando hace algo más de una semana el Gobierno cerró el grifo del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y pidió las facturas para liberar cada céntimo de euro, el president apareció más desencajado que tras una reunión con Anna Gabriel, la jefa de la CUP. "La autonomía ha muerto", proclamó. Sólo le faltó enseñar el forro de los bolsillos para mostrar la crudeza y el impacto de la medida. El FLA es más potente que una negativa de la CUP y que una sentencia tras otra del Tribunal Constitucional. Aquel anuncio del ministro de Hacienda fue como si la Guardia Civil registrara los despachos de Mas y de Mas-Colell (el que habla español para pedir dinero) o como si una columna de blindados asomara por la Diagonal. De repente, el no del FLA había bajado las ínfulas de Mas al mínimo y desmontado el gran chiringo del proceso.
Si lo del TC ha sido rápido, lo de Montoro, un visto y no visto. Un malentendido zanjado en menos una semana. El Gobierno había actuado al fin en Cataluña. Parecía imposible. Y es imposible. En lo que tarda en llegar una transferencia tendrá Mas la cantidad exacta de 3.034 millones de euros. El comatoso proceso puede revivir. Ya sólo falta que el astucias, en uno de sus trucos del almendruco de última hora, consiga la bendición de la CUP.