Mi nombre es José y soy uno de los millones de ciudadanos que se indignaron con el reportaje que el programa Salvados dedicó a Zaida Cantera, la capitán acosada sexualmente por su teniente coronel.
En este reportaje Jordi Évole nos contó la historia de Zaida, una capitán del Ejército que vió cómo su vida se transformaba en un infierno cuando decidió denunciar por acoso sexual y laboral a su superior, el teniente-coronel Isidro José de Lezcano-Mújica. En lugar de contar con la protección y el respeto que merecía tras dar este valiente paso, lo único que recibió Zaida fueron amenazas, mentiras y denuncias falsas.
Que en el Ejército siguen existiendo comportamientos propios de la Edad Media no es ningún secreto. Pero lo que pudimos ver en este reportaje supera todos los límites imaginables: falta absoluta de democracia interna en la institución, una cúpula militar que conspira para protegerse mutuamente, oficiales dando órdenes a subordinados para que realicen pintadas amenazantes, llamadas a una diputada para que dejara de hacer “ruido político” con el caso…
Pero sin duda, lo peor de todo es la falta de justicia. Mientras que Zaida tendrá que abandonar su carrera militar, el teniente-coronel Isidro José de Lezcano-Mújica, que actualmente está en libertad condicional cumpliendo una pena de prisión de dos años y diez meses, podrá reincorporarse a su puesto de trabajo cuando acabe su condena. Y lo hará como coronel, ya que fue ascendido.
El Ejército español no puede permitir (ni puede permitirse) que personajes como Isidro José de Lezcano-Mújica sigan engrosando sus filas. Por eso le pedimos al Ministro de Defensa, Pedro Morenés, que no permita su readmisión. Firma esta petición y ayúdame a conseguirlo >>