Buenas,Moodys argumenta que la nueva ley permitirá a los dueños de casas reducir sus hipotecas si se enteran de que sus préstamos han sido vendidos a los inversores inmobiliarios con un descuento, lo que provocaría una pérdida potencial para estos inversores.
Esta ley, aprobada por el Parlamento catalán el pasado julio, prevé mecanismos que otorgan una segunda oportunidad a las familias con deudas vinculadas a la primera vivienda para que puedan dejar atrás este sobreendeudamiento.
"Bajo la nueva ley, las firmas de capital privado y fondos de cobertura que compran préstamos con altos descuentos podrían perder su beneficio. Si un banco vende el préstamo a un tercero a un precio más bajo que el saldo actual del préstamo, el prestatario (deudor) puede liberarse de su deuda mediante el pago de la tercera parte al mismo precio", asegura Alberto Barbáchano, vicepresidente y Oficial Superior de Crédito en Moodys.
La agencia crediticia norteamericana alerta que, incluso si la posterior transferencia de préstamos a una titulización se realiza por su valor nominal, existe el riesgo de que el prestatario pueda pagar la deuda por el mismo precio que el tercero pagó.
"Esto daría lugar a que parte de la hipoteca sería cancelada (...), y supondría una pérdida para el SPV ", añade Juan Miguel Martín-ABDE, analista de Moodys.
Un SPV es una Vehículo de Propósito Especial o Entidad de Propósito Especial, una empresa que se ha creado exclusivamente para una determinada transacción financiera o una serie de transacciones.
Moodys reconoce que existe una disposición similar a la catalana en el Código Civil español, pero asegura que la nueva ley del Parlamento catalán es "más amplia" en su alcance y menos "gravosa" en cuanto a los criterios para el ejercicio de este derecho por parte del prestatario o deudor.
Según asegura la agencia en un comunicado, en la práctica será, sin embargo, difícil que los dueños de las hipotecas averigüen si pueden beneficiarse de la ley debido a la falta de transparencia.
"Si no existen disposiciones contractuales en el préstamo que requiera la aprobación o la comunicación con el deudor del préstamo subyacente, puede ser difícil para éste descubrir que su préstamo ha sido vendido, y los términos y precios correspondientes", afirma.
Este mes de enero, Moodys volvió a degradar su nota crediticia para la deuda de la Generalitat de Cataluña pasándola de perspectiva "estable" a "negativa", aunque mantuvo su rating en Ba2/NP. EFECOM.
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