Re: Rajoy el serio
a mi plin yo con rajoy hasta el fin.....
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a mi plin yo con rajoy hasta el fin.....
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Si este lunes ejerció de portavoz popular Rafael Hernando para pintar un panorama muy negro sobre la posible investidura de Mariano Rajoy, 24 horas después ha sido el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Casado, quien ha salido a la palestra parar afirmar que en vísperas de la reunión de su líder con el jefe del Estado ven la botella “medio llena”. ¿Por qué?. No supo explicarlo. O no quiso. O ambas cosas, ya que se limitó a repetir que Rajoy quiere ir a la investidura, que de hecho ya está preparando el discurso que pronunciaría si llega el caso y que está “en permanentes contactos” con quienes pueden ayudarle a sacarla adelante y “haciendo esfuerzos” para desbloquear la situación.
En rueda de prensa tras participar en el comité de dirección del PP, que fue presidido por Rajoy, el vicesecretario Casado fue preguntado sobre el tipo de llamadas o “contactos” que está hipotéticamente manteniendo el presidente en funciones en estos días, dado que en el PSOE , Ciudadanos y formaciones como Coalición Canaria niegan que se estén produciendo. Al menos, con ellos. “El nos ha transmitido que sigue trabajando para tener un gobierno cuanto antes y que no va a escatimar esfuerzos”, ha señalado.
“Desconocemos cuáles son las llamadas de teléfono que puede estar haciendo a unos u otros o el tipo de interlocución que mantiene –ha continuado el dirigente conservador-. Yo lo veo con muchas ganas de llegar a acuerdos, sin cerrarse ninguna puerta. No queremos aceptar en ‘no’ del PSOE y la abstención de Ciudadanos como definitivas”.
Para tratar de apuntalar la tesis de que intenta avanzar, Casado ha relatado que se ofrece a la oposición, aunque no esté así especificado en el documento oficial que les han enviado, modificaciones en la reforma laboral; la LOMCE, la conocida como ‘ley mordaza’ o un pacto para garantizar la sostenibilidad de las pensiones o para estudiar la reforma constitucional. “Estamos en posición de hablar, negociar y pactar”, ha recalcado.
¿PRESIÓN AL JEFE DEL ESTADO?
Según los populares, es momento de hacer los esfuerzos que sean necesarios para que pueda haber pronto un gobierno y evitar unas nuevas elecciones que, en principio, nadie quiere. Y si todos rechazan repetir las generales, ha apuntado Casado, no tiene demasiado sentido enredarse con eso de “poner en marcha el reloj” de la democracia. Lo cierto es que desde el PP se está intentando en las últimas horas que si socialistas y naranjas no cambian de criterio, sea el propio Rey quien aplace la solicitud de una investidura a un candidato.
Cuando se pregunta en el PP por qué esa insistencia en ligar el encargo que pueda hacer el jefe del Estado con el calendario de la investidura (Felipe VI puede pedirle a Rajoy que lo intente y después sería él, junto a la presidenta del Congreso, los que tendrían la responsabilidad de decidir la fecha para el primer Pleno), se elude la respuesta directa y se hace hincapié en que ellos son “extremadamente escrupulosos” con el Rey y que al líder popular “aún” no se le ha encargado nada desde Zarzuela.
...
Rajoy quiere formar Gobierno con tan sólo 137 escaños, lo cual derivaría en el Ejecutivo más débil de la democracia y parece que ningún partido quiere apoyarle después de unas segundas elecciones. Si tuviera algo de vida inteligente se daría cuenta de que el problema es él. Y si el PP fuera un partido con democracia interna y tuviera un Comité Federal como el PSOE presentaría a otro candidato.Lo que produce vergüenza como español es que la cuarta economía de Europa esté pendiente de un personaje impredecible, que antepone sus intereses personales a los de los 46 millones de ciudadanos, que mayoritariamente le han rechazado en las urnas y que ninguno del resto de partidos quiere salir con él en la foto.
http://economia.elpais.com/economia/2016/07/28/actualidad/1469728382_978813.html
Te voy a comprar el pulpo.
Efectivamente Rajoy ha sido mayoritariamente NO VOTADO.
Pero es que Sánchez, ha sido aún más mayoritariamente NO VOTADO
y el Iglesias y el Rivera otro tanto. Mas mayoritariamente NO VOTADOS.
Por lo tanto no es lógico pensar que deba irse el que ha sido mayoritariamente MENOS VETADO.
A no ser que se fueren todos los mayoritariamente NO VOTADOS y se pusieran caras nuevas, pero tendrían que ser todos.
lo que ya están pensando.. que los lideres de los partidos son los que eligen al presidente del Gobierno.
Claro!, todos esos que nombras van a presentarse a la investidura...!
Quien tiene que formar gobierno...es Rajoy
Quien tiene que unir a toda la derecha...(y salen un monton de escaños)......es Rajoy
Y si no lo consigue.....quien se va a chupar una legislatura de película de miedo....es Rajoy.
Nos tendremos que acostumbrar a que las mayorías absolutas han desaparecido por un tiempo. Nosotros y ellos.
Rajoy se vera con Sánchez el martes 2 de agosto, a las 11'30. Y con Rivera al día siguiente.
¿Eso es un descubrimiento?
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
que conste que yo pienso que debe de ir a la investidura aunque sepa que no tiene los votos...
El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, ha admitido este viernes que existe la posibilidad de que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no se presente a la investidura. "Ayer él no dijo que no lo fuera hacer, pero tampoco dijo que lo fuera a hacer, así que es una posibilidad que existe", ha dicho en una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Ep.
Pese a insistir en que lo que hará Rajoy es trabajar para que haya Gobierno, y por lo tanto no se llegue a plantear esa disyuntiva, ha argumentado que hay situaciones que la Constitución no contempla "y por tanto no las prohíbe".
Así, a pesar de que el artículo 99.2 de la Constitución dice que el candidato propuesto por el Rey para formar Gobierno presentará su programa al Congreso, Maillo ha recordado que la Constitución tampoco contempla que un candidato decline la investidura -como hizo el propio Rajoy en enero- y ha alegado que "los constitucionalistas no pudieron imaginarse la situación de bloqueo que vive España". "La Constitución contempla unas posibilidades, otras no las contempla y por tanto no las prohíbe", ha resumido.
En todo caso, cree que la fecha concreta de la sesión de investidura se fijará en función de las exigencias que tiene por delante el Gobierno y sus compromisos con Bruselas, es decir, en función de la fecha de aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
El proyecto de ley de Presupuestos tiene que llegar al Congreso el 30 de septiembre así que el Gobierno cuenta con poder aprobarlos en un Consejo de Ministros el 23 de septiembre -aunque puede haber uno extraordinario después--. Para aprobar los Presupuestos el Gobierno tiene que aprobar antes el techo de gasto.
Maillo ha defendido que la formación de Gobierno es "responsabilidad de todos", no sólo de Rajoy, y ha emplazado a PSOE y Ciudadanos a, al menos, mostrarse dispuestos a negociar. Así, ha aprovechado para pedir al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que deje de vetar a Mariano Rajoy y esté dispuesto a negociar con él ahora que es el candidato nombrado por el Rey, del mismo modo que estuvo dispuesto a negociar con el socialista Pedro Sánchez alegando que era el candidato propuesto por el jefe de Estado.
Los expertos en Derecho Constitucional consultados por OKDIARIO aseguran que el candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, deberá de presentarse a la investidura una vez que ha aceptado el encargo del Rey. Rajoy dejó este jueves abierta la posibilidad de no presentarse a la investidura si no contaba con los apoyos suficientes para hacerlo.
De este modo, el presidente del Gobierno en funciones señaló a los periodistas que “si tengo los apoyos puede pasar una cosa, si no tengo los apoyos pueden pasar dos cosas”, dejando la puerta abierta a no presentarse. El debate generado ha tenido poco recorrido al consultar a los expertos en Derecho Constitucional.
“No hay vuelta de hoja con la Constitución en la mano. El artículo 99.2 de la Carta Magna señala que ‘el candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara”, señalan los expertos.
Sin embargo, la duda quedaba en la expresión utilizada por el Rey cuando anuncio a Rajoy que lo “intentase” en lugar de que “formase”. Los letrados aseguran que no es una formulación al uso, como tal y podría ser interpretada de muchas maneras. Pero Zarzuela no dejó lugar a posibles interpretaciones cuando en el texto firmado a su vez por la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, incluye la palabra “candidato”. “Candidato se cita cuando alguien acepta el nombramiento del Rey y se obliga a cumplir los preceptos contenidos en el artículo 99 de la CE”, señalan los expertos.
Los otro cuatro puntos de este artículo del texto no recogen en ningún caso la posibilidad de que el candidato designado por el monarca pueda echarse atrás y no presentarse a la investidura. Sí que recoge el procedimiento vivido hace unos meses con Sánchez: “Si un candidato no logra el respaldo suficiente en dos votaciones y transcurren dos meses sin que alguien logre una investidura, las cámaras deben disolverse”.
El PSOE apoyará que CDC tenga grupo propio en el Congreso
Sobre este aspecto el catedrático de la Universidad de Barcelona, Xavier Arbós va más allá asegurando que “existe una obligación explícita” de presentarse a la investidura, y continúa diciendo, “pero también hay leyes que no son constitucionales y que también apostarían por ello como la de contribuir al funcionamiento del sistema”, explica. “En términos jurídicos el uso del futuro (en los artículos) supone un imperativo que a su vez establece una obligación”, señala Arbós. El catedrático niega el supuesto que el presidente del Gobierno pueda inhabilitar su condición de candidato mediante el Tribunal Constitucional: “No, porque no se encuentra entre las competencias del TC”, aclara para zanjar el debate.
La mayoría de expertos añaden que el mensaje dado así ha sido una “mera estrategia” para ganar tiempo y decidir entre el propio Rajoy y Pastor la fecha que más convenga para la investidura, de manera que se hayan asegurado los apoyos necesarios. De esta manera, el Jefe del Estado también ha cumplido con su papel y el resto de partidos al desencallar la situación nombrando al candidato popular.
De esta manera, el monarca también ha cumplido la petición del resto de líderes, en especial Sánchez, quienes pedían que Rajoy debía de presentarse y de nuevo pasa el testigo a la presidenta del Congreso para poner en marcha el reloj de la democracia. El tiempo empezará a contar cuando se ponga fecha a la investidura.
La situación es inédita y el tiempo urge. Con estas dos premisas, Mariano Rajoy, el candidato propuesto por el Rey a la Presidencia del Gobierno, ha decidido activar a fondo la válvula de la presión sobre los líderes de los dos partidos que pueden facilitar su investidura -PSOE y Ciudadanos-, con el objetivo de conseguir un acuerdo que permita superar el bloqueo político y proceder a la formación de un Ejecutivo antes del 23 de agosto, fecha que en Moncloa fijan como límite para aprobar el techo de gasto, paso previo para la presentación de los Presupuestos.El Gobierno en funciones está dispuesto a apretar todas las tuercas, incluidas las constitucionales, para encender la chispa de la «voluntad política» que desatasque el engranaje institucional. Es en esta clave en la que, según Presidencia, debe entenderse la ambigüedad de Rajoy cuando, tras aceptar el encargo de Felipe VI, dejó en suspenso la posibilidad de acudir al Congreso para solicitar la confianza de la Cámara, como estipula la Constitución, si no cuenta con los apoyos que garanticen su investidura.La vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó ayer, tras el Consejo de Ministros, que en su opinión el citado apartado de la Carta Magna no obliga al candidato a someterse al debate de investidura si no cuenta con los votos suficientes. Mantiene que lo que hace es «ordenar el debate parlamentario», en el sentido de «disciplinar». No obstante, eludió responder a la pregunta de si esta interpretación de la norma constitucional está sustentada en algún informe jurídico requerido por el Gobierno.Para Rajoy, como defendió la vicepresidenta, lo que ahora es crucial no es en ningún caso plantearse la investidura, sino abrir una negociación que desemboque en la formación de un Gobierno y aleje definitivamente el fantasma de las terceras elecciones.«España necesita un Gobierno y algunos sólo quieren un debate. Los debates deben tener un objetivo porque llevamos dos campañas electorales debatiendo y algún debate fallido en la Cámara. No es momento de reclamar exclusivamente un debate con términos jurídicos que es interpretar muy pro domo sua, es decir, en función de los propios intereses, la Constitución», argumentó Santamaría.
Para la 'número dos' la coherencia política y personal está antes que la jurídica
Más aún, ante la insistencia de los periodistas esgrimiendo los términos exactos con los que la Constitución aborda la investidura -«El candidato propuesto (...) expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretende formar y solicitará la confianza de la Cámara»-, la vicepresidenta sostuvo que «antes de la coherencia jurídica están la coherencia política y la coherencia personal» y lanzó un llamamiento expreso a los líderes de las fuerzas parlamentarias para que hagan un ejercicio de «responsabilidad», se sienten a negociar y traten de alcanzar un pacto que permita formar Gobierno lo antes posible.«Necesitamos un Gobierno», enfatizó, «por eso hago un llamamiento general a la responsabilidad de todos». Santamaría explicó que la intención de Rajoy es la de abrir un «proceso intenso de negociación» en el que pondrá una «dedicación absoluta». Y lo hará así porque, según entienden en La Moncloa, es ése precisamente el encargo que ha recibido de Felipe VI.«Rajoy ha asumido su responsabilidad y el encargo del Monarca para intentar formar un Gobierno», insistió, dejando de lado el mandato constitucional de acudir a la Cámara para someterse al voto de confianza de los diputados. Y obviando también que el propio Grupo Popular remitió el pasado mes de febrero, ante la candidatura de Pedro Sánchez, un escrito a la Mesa del Congreso exigiendo que se marcara con carácter inmediato la fecha del debate de investidura por entender que el artículo 99 de la Constitución «contempla un claro deber constitucional, una obligación que tiene que cumplir necesariamente el presidente de la Cámara y que tiene que asumir en ejecución del mandato recibido de su majestad el Rey y del propio deber que se contempla en dicho artículo».La intención del Gobierno con este juego de interpretaciones constitucionales que deja abierto el último paso en el proceso de investidura, no es otro que el de urgir a Sánchez y Rivera a decidir ya entre facilitar la formación de un Ejecutivo que podría ser de gran coalición, de pacto de legislatura o simplemente de acuerdos mínimos, o abocar al país a las terceras elecciones. Aunque Rajoy se ha negado a poner fecha límite a las negociaciones que pretende llevar a cabo, fuentes gubernamentales advierten que el límite estaría antes del 23 de agosto puesto que es en esta fecha en la que el nuevo Gobierno debería dar luz verde al techo de gasto para remitirlo inmediatamente al Consejo de Política Fiscal y Financiera y al Congreso y al Senado, que deben ratificar su aprobación. Este paso es imprescindible para elaborar el proyecto de Presupuestos que a más tardar debe ser aprobado por el Consejo de Ministros en torno al 23 de septiembre para ser enviado a las Cámaras, como marca la ley, antes del 1 de octubre.El presidente en funciones y candidato a la investidura ha fijado ya para el próximo martes un encuentro con el líder del PSOE en el Congreso de los Diputados y, al día siguiente, miércoles, con el presidente de Ciudadanos. Pedro Sánchez en la conversación telefónica que ayer mantuvo con Rajoy le anticipó que no podrá contar con los votos del PSOE y le recordó la «obligación constitucional de presentarse a la investidura».
El Gobierno espera que el candidato del PP, Mariano Rajoy, pueda tener un tiempo “razonable”, que podría ser de entre 12 o 15 días, para buscar apoyos que logren la investidura y desbloquear así la situación política en España. En realidad, no se puede ir mucho más allá con el techo de gasto, los Presupuestos Generales del Estado y directivas europeas todavía por aprobar e, incluso, con advertencia de sanción por parte de Europa si no se aprueban en un plazo prudencial (algunas en agosto y otras en octubre).
Los populares apremiaron en su momento al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, cuando éste aceptó el encargo del Rey en febrero, para que fijase una fecha en el calendario y poder celebrar la investidura. Ahora cambian las tornas y es el PP el que pide oxígeno cuando el resto le echa en cara que el artículo 170 del Reglamento del Congreso plantea que una vez que hay candidato se debe de poner fecha al Pleno, si bien el texto no especifica expresamente que sea de inmediato.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, respondió este viernes que el ex presidente del Congreso, Patxi López, creó un precedente con la investidura de Sánchez al tardar entre un par de semanas en anunciar la convocatoria del Pleno de investidura y subrayó que “quien aduce ese precedente debería de aplicarse la propia doctrina que hizo valer en la Mesa del Congreso”. En derecho parlamentario, el sentar precedente implica sentar Ley o un derecho consuetudinario, de manera que los que vienen detrás, el PP, pueden ampararse en este hecho para que el candidato Mariano Rajoy también disponga de entre 12 y 15 días para buscar los apoyos necesarios antes de fijar la fecha de investidura.
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La vicepresidenta insistió en que la primera responsabilidad que tienen todos con arreglo a la Constitución es “devolver la normalidad democrática” a España, ya que, según dijo, lo que no puede permitirse el país es que haya “continuamente unas elecciones tras otras”. “Devolver a los ciudadanos la responsabilidad de nuevo no es una buena opción”, exclamó. La vicepresidenta señaló además que el tiempo para que se produzca el debate de investidura “no tiene por qué ser mucho”. “Es una cuestión de voluntad política”, indicó.
Sí recordó que el 30 de septiembre hay que presentar el proyecto de ley de presupuestos del próximo año, pero antes hay que enviar al Congreso, al Senado, al Consejo de Política Fiscal y Financiera y a la Comisión Española de Administración Local los objetivos de estabilidad presupuestaria y el techo de gasto. “Ésas son las fechas en que nos movemos. No es una cuestión de una semana u otra, sino de voluntad política”, repitió Sáenz de Santamaría.
“Antes de la coherencia jurídica está la coherencia política y la coherencia personal”, subrayó antes de advertir que algunos pretendan sólo poner en marcha “el reloj de la democracia” para que haya unas terceras elecciones. Una convocatoria ineludible, según ella, si no apoyan a Rajoy, o si Pedro Sánchez tiene otros planes “que tendrá que explicar”. La vicepresidenta terminó pidiendo un esfuerzo a todos para negociar “dentro de la máxima generosidad” y sentarse en torno a una mesa.