La diputada Rosell (Podemos) increpa a un empleado de AENA por no abrirle la Sala de Autoridades
La diputada de Podemos y juez en excedencia Victoria Rosell montó ayer una escena en el aeropuerto de Gran Canaria porque no le permitieron «colarse» por la Sala de Autoridades, evitando los controles de pasajeros, según refleja un parte interno de AENA. Así lo ha confirmado a ABC el delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento.
A las 05.45 de ayer, un técnico de Atención a Pasajeros informó de que se había presentado en el mostrador de información de AENA una persona que se identificó como la diputada Victoria Rosell «con actitud soberbia, solicitando que se le abriese la Sala de Autoridades inmediatamente, para viajar a Madrid en el vuelo IB3835 de las 06.30 horas». El trabajador le explicó que aunque fuera diputada no tenía derecho a usar esa Sala, ya que «hay un protocolo de solicitud, que autoriza previamente la Delegación de Gobierno, siempre y cuando quien lo solicita tenga derecho a ello», que no es el caso de un diputado.
«Muy malas formas»
«De muy malas formas» dijo al trabajador nombres de otros políticos que pasan por la Sala de Autoridades e «hizo comparaciones». El parte, según la Delegación del Gobierno, refleja que la diputada de Podemos «debía desconocer que el uso de la Sala de Autoridades responde a un protocolo desde hace ya muchos años y en el que no están incluidos ni los diputados nacionales, ni los senadores, ni los parlamentarios regionales».
La diputada no se conformó y recriminó al personal que en otros aeropuertos tienen una «distinción» con ella y acceden por el fast lane (el carril rápido), quejándose de que en el aeropuerto de Gran Canaria no esté habilitado».
El funcionario refleja que «a la hora en la que la diputada Rosell protestaba por no otorgársele un tratamiento diferente al del resto del pasaje, el filtro de acceso del pasaje se encontraba despejado».
Cuando el trabajador intentó explicarle cuál es el procedimiento para solicitar la apertura de la Sala de Autoridades y quiénes tienen derecho a pasar por ella, «la diputada Rosell se marchó dando la espalda y haciendo aspavientos».
Previamente se había acercado al mostrador de la compañía Iberia «con la misma actitud de soberbia y malos modos», según las fuentes consultadas por ABC. Finalmente, la diputada tuvo que embarcar como un pasajero más. Este diario se puso ayer en contacto con el gabinete de la diputada, pero no fue posible recabar su versión de los hechos.
Rosell fue el fichaje estrella de las listas de Podemos en materia judicial. A los tres días de anunciarse su candidatura, la pareja de Rosell cerró un negocio, la venta de una licencia de radio, con el presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, al que Rosell pudo favorecer como jueza. La Fiscalía abrió diligencias para comprobar si la actual diputada de Podemos había retrasado «maliciosamente» la investigación al empresario, un presunto fraude a la Seguridad Social, para favorecerlo.
Cruce de acusaciones
Rosell acusó al ministro de Industria, José Manuel Soria, de «estar detrás de la Fiscalía». Este se querelló por injurias y calumnias en un juzgado de Madrid, y este misma semana ha amplíado su denuncia a otros tres delitos relacionados precisamente con la actuación que motivó esas presuntas injurias y calumnias: la sospecha de que Rosell pudo favorecer al empresario que acabó firmando un contrato con la pareja de la juez, el periodista Carlos Sosa.
Soria ha registrado la ampliación de la querella en el Tribunal Supremo, ya que Rosell es aforada desde su elección como diputada en el Congreso. La acusa de prevaricación, cohecho y retardo malicioso en la Administración de Justicia.