Dado que es uno de los pilares del estado de bienestar, al igual que otros programas y poíticas públicas esenciales, con las pensiones habría que hacer algo similar a lo que ya se ha hecho, o está en proceso, en dependencia, sanidad pública, educación y seguridad ciudadana. Revisar muy bien el sistema, limpiarlo en lo posible de rémoras, y ajustar tajantemente los compromisos de gasto a las expectativas y posibilidades de ingresos.
Es obvio que si el sistema, de forma sostenida y previsible, recauda 13 (y bajando), mientras gasta 14 (y subiendo), hay que "ajustar" (lo que a algunos les sonará a "ajusticiar"). Por impopular que suene. Lo importante es salvar el sistema, y su sostenibilidad.
Sobre el "cómo", hay opiniones diversas a discutir. Unos opinan que vale, se recorte a los que vienen, pero que se deje a los que ya están igual y sin cambios. Otros opinan que los recortes solo deberían ir "por arriba", dejando a los de abajo igual, o incluso mejorados. Otros más dicen que recortes lineales "suaves" para todos. Algunos insisten en ajustar solo alguna de las categorías de prestaciones.
M ideal sería una combinación posibilista de todas a la vez.
Un recorte solo a los futuros es socialmente muy injusto, e incluso temerario (son los cotizantes de ahora los que aportan fondos para poder pagar las pensiones de ahora). Además del jeroglífico y misterioso "factor de sostenibilidad", yo lo que haría es congelar desde ya la actualización de bases de cotización según IPCs pasados. Tuvo sentido en el pasado, con inflaciones elevadas. Pero ahora estamos en un escenario casi de inflación 0 o muy baja.
Las medidas 2 y 3, recorte "por arriba" y recorte "suave para todos", yo lo implementaria de manera indirecta y en un formato ex-post, vía IRPF, por ejemplo, eliminando las deducciones por edad. De esa manera, los pensionistas "modestos" en la práctica no verían cambio alguno, y los pensionistas de pensión elevada, o los que junto a otras rentas sean económicamente boyantes, "después de impuestos" tendrían algo menos de pensión. Obviamente habrá que destinar esta pequeña recaudación extra a alimentar el sistema.
Seguramente haría falta endurecer algún que otro criterio, para sacarle algo de "generosidad" al sistema, tal como añadir a la pensión contributiva de viudedad el mismo criterio de tope de rentas que ya tiene la pensión contributiva de orfandad, y/o eliminar la exención de las pensiones de incapacidad. Como ya está en marcha lo del tope de actualización en el 0,25 %, puede que en pocos años se recuperase un cierto equilibrio en el sistema.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!