Pedro Sánchez comienza el año con ganas de dar la batalla. Afines al exlíder socialista creen que su decisión de presentarse al próximo congreso del PSOE y previsiblemente medirse a Susana Díaz, la presidenta de Andalucía, no tiene marcha atrás. Eso sí, su intención no es anunciarlo hasta que "haya unas reglas de juego y unos plazos concretos", explica uno de ellos.
Sánchez ha pasado parte de las navidades fuera de Madrid, pero se ha mantenido en contacto con numerosos militantes y miembros de su reducido equipo de confianza, que lo ven con ganas de presentarse por segunda vez a las primarias por el liderazgo del PSOE. "Necesitaba un período de reflexión personal, pero ahora está mucho más animado y con ganas", explica otro de sus afines. "Lo que transmite es que tiene la decisión tomada", explica la misma fuente.
MÁS NOTICIAS
La gestora del PSOE denunciará a los críticos por usurpar su imagen en la nueva sede
Tres cada cuatro creen que los partidos deben financiarse sin dinero público
Los partidarios de Sánchez avalan su candidatura a liderar el PSOE
recomendado por
Sánchez no tiene previsto lanzar su candidatura antes del 14 de enero, fecha en la que, salvo sorpresa, se celebrará un Comité Federal que se fijará una fecha orientativa para el congreso de los socialistas, compuesto por dos fases: las primarias por el liderazgo y la renovación de las estructuras (composición de órganos y documentos programáticos).
"Vamos a esperar al 14 de enero, pero si ese día el Comité Federal no es claro, tampoco lo seremos nosotros. Hasta que no esté claro cómo y cuándo se celebrará de verdad el congreso, Pedro no se va a lanzar, por mucha presión que haya", explica.
¿UNA CANDIDATURA DE UNIDAD?
Las presiones son múltiples, soterradas y en todas direcciones. Este lunes, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, pidió de nuevo una candidatura única al congreso, algo que también quiere el diputado Eduardo Madina y que por primera vez propuso el europarlamentario Ramón Jáuregui en una entrevista en EL ESPAÑOL.
Los fieles a Sánchez creen que eso es sencillamente imposible. Por una parte, porque Sánchez está dando todos los pasos que conducen a la presentación de su propia candidatura. Ha protagonizado dos actos en España y tres con militantes en el extranjero, explica su equipo. Unos 70 militantes, entre los que hay cargos institucionales y orgánicos, pero ningún peso pesado, se lo pidieron la semana pasada en un manifiesto que contó en todo momento con su conocimiento.
Pero el equipo del exlíder va más allá. "Pase lo que pase, cualquier militante tiene toda la legitimidad para presentarse y, si Susana Díaz da el paso, siempre habrá alguien a la contra. A los que quieren un candidato único, les preguntaríamos quién y con qué proyecto. Porque si es Díaz, su modelo de partido y lo que representa siempre tendrán a alguien en frente", explica alguien muy cercano a Sánchez, perplejo porque Madina pida ahora una candidatura única cuando hace dos años decía, en palabras del diputado vasco, que "el futuro pertenece al conjunto de los militantes, no a unos pocos por muy secretarios generales" que sean.
ELORZA, CONTRA EL "CONCHABEO"
"La llamen como quieran, esta operación de conchabeo -de nuevo surge en su boca la expresión de evitar otro choque de trenes- no va a significar la unidad de los socialistas. Lo mismo que una forzada falta de concurrencia de candidaturas en las primarias supondría un cierre en falso de la crisis del PSOE", escribe en su blog este lunes el diputado Odón Elorza, que ha apoyado el manifiesto que reclama a Sánchez que se presente.
Para los cercanos a Sánchez, la candidatura de Patxi López, bautizada con el nombre de "tercera vía", ha perdido fuerza en las últimas semanas. "Él parece menos convencido que su equipo y probablemente su candidatura sólo serviría para negociar, pero no para mucho más", expresa un afín al exlíder a título individual. López, promovido por el histórico socialista vasco Rodolfo Ares y por César Luena, exnúmero dos de Sánchez, no logró en una reunión reciente el apoyo de destacados sanchistas, que prefirieron continuar fieles al dimitido líder.
"El capital político de Sánchez no es transferible", explica uno de sus colaboradores más cercanos. "Es el único que ha dimitido antes de votar "no" contra el Comité Federal o abstenerse. Otros podrían haber hecho lo mismo y siguen en su escaño", explican.