Re: Cataluña 2017: El final del camino.
Mientras den leches, da igual como les llames. Lo tienen asumido.
Mientras den leches, da igual como les llames. Lo tienen asumido.
Que lástima de tamborilero...se podía haber metido las manos en otro sitio. Ya lo decía Napoleón: "los catalanes son franceses confundidos"
Notas históricas sobre el menosprecio y el cariño:
Quien escribió esto?
El hombre andaluz no es un hombre coherente. Es un hombre anárquico. Es un hombre destruido. Es, generalmente, un hombre poco hecho, un hombre que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual. 1976
O esta otra que es aún mejor:
Hay tres Estados -¡sólo tres!-, donde ha sido imposible agrupar a toda la población en un único grupo genético. En Italia; en Alemania, siguiendo la vieja frontera lingüística entre el alemán marítimo y el continental; y en el Estado español, entre españoles y catalanes. 2008
Podemos considerar racismo? nazismo? fascismo?
Cuidado con lo que dices que son obra de vuestros líderes.
por supuesto y con gran honor llevara el ejercito catalan la mascota que les simboliza....saludos
la primera es del matriarca del independentismo catalancuyas banderas son la catalana y la suiza....je je es el honorable jordi pujol
la segunda pudiera ser de mi colega junqueras...es correcto
"Algunos de los que promueven el procés se preguntan cómo salir de esto"
Le voy a hablar poco de Donald Trump, nada más que abre la puerta a las deportaciones masivas de inmigrantes de ilegales. Esto a los votantes de Donald Trump les parece muy bien. Obama también deportaba ilegales, pero de inmediato. Lo que quiere Trump es deportar a una buena parte de los once millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.
Ciudadanos propone una ley en el Congreso que es la de que aquel cargo público que sea objeto de apertura de un juicio oral deje su cargo. Eso choca con la situación del presidente de Murcia, que está siendo investigado, y Ciudadanos pide que dimita. Él había firmado el acuerdo con Ciudadanos y si no lo firmaba el PP dejaba de gobernaba. Ciudadanos dice que tiene que aplicarse el sistema anterior en este caso.
De pasión de catalanes hay que dedicarle algunos minutos. El cansancio, la fatiga, la frustración, que sienten los dos millones, tres de catalanes, que están por la independencia, que llevan cuatro años en la calle y que no han avanzado nada. Ahora ese cansancio que cunde le lleva a algunos de los que promueve este procés a preguntarse cómo podemos salir de esto.
Contaba La Vanguardia que Puigdemont fue el 11 de enero a La Moncloa. No tiene nada de malo. Tendría que ir y muchas más veces. Y en La Moncloa se encontró con un registrador de la propiedad, que abrió la escritura y vio que ponía que eso no podía hacer. Hay fatiga personal de aquellos que están todos los días saliendo a la calle y al día siguiente no hay nada. El Gobierno claro que tiene que hablar con Puigdemont, y decirle que de referéndum nada.
Pugidemont quiere irse, Mas está completamente chalado, los frikis que hay detrás ya me dirán qué hacer con ellos. Con quien hay que hablar es con Junqueras, que además está deseando ser presidente de la Generalitat. Hay que ver la representación que tiene Esquerra en las Cortes Generales, como Mirella Cortés en el Senado. ¿Y ustedes quieren estar representados por estos frikis? ¡Anda hombre!".
Por considerar tú puedes considerar lo que quieras, si me preguntas a mi...yo la primera consideraría que traernos una frase pronunciada ...hace más de 40 años y descontextualizar el objetivo de la misma...como tú haces desde las más absoluta mala fé que...al fin y al cabo... no era otra cosa que establecer un clima de convivencia en Catalunya, por cierto modélico gracias a CiU...es no entender nada.
Sobre la segunda, creo que fue pronunciada cuando Junqueras ni tan siquiera era político. Además lo que nos dice son datos objetivos. Entre tú y tú hijo tienes una diferencia genética del 0,01%...y entre tú y tu vecino sería de un 0,10%...así que entre un catalán del Ampurdà...y el percebeiro gallego de Rajoy...me imagino que esa diferencia genéticamente debería será superior.
ja ja ja son unos mentirosos y el processss caput ja ja ja
LAURA PUIG / BARCELONA
MIÉRCOLES, 22 DE FEBRERO DEL 2017 - 11:57 CET
La cronología de la mentira que ha mantenido el Govern esta semana --negando por activa y por pasiva cualquier tipo de contacto entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont-- arranca el pasado jueves, con la conferencia que Artur Mas dio en la Universidad Autónoma de Madrid. Al día siguiente de que el 'expresident' asegurara que existe una tercera vía para resolver el desafío soberanista, el portavoz del Ejecutivo central, Íñigo Méndez de Vigo, insinuó que ambos dirigentes están hablando en privado. "Ya advirtió Rajoy de que las conversaciones no se tienen que producir a plena luz del día. Probablemente la recuperación de la confianza exige hablar más antes de que se produzca ese diálogo", dijo Méndez de Vigo. Dos días más tarde, el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, acabó de levantar la liebre y desencadenó una cascada de falsedades que tuvo su punto culminante en la rueda de prensa que ofreció ayer martes la portavoz del Govern, Neus Munté.
19 DE FEBRERO
En una entrevista en el canal 3/24 el pasado domingo, Millo aseguró que existen contactos "discretos" entre ambos ejecutivos. "Las conversaciones y encuentros se producen y, a veces, son públicos, pero no siempre", porque, añadió, el hecho de que se conozcan "dificulta la serenidad" y puede "condicionar el éxito de este diálogo".
Millo, en la entrevista en el 3/24, en la que reveló las reuniones secretas.
TV3
Millo, en la entrevista en el 3/24, en la que reveló las reuniones secretas.
El Ejecutivo catalán salió ipso facto a desmentir al delegado. "El Govern no ha recibido ninguna oferta de diálogo ni ninguna propuesta para sentarse y hablar como personas civilizadas, como en un Estado democrático tiene que ser", manifestó Munté. El 'president', de viaje oficial en Narbona, también negó la mayor. "Créame, nos gustaría que hubiera una negociación en el formato que fuera. No ha habido reuniones ni privadas ni oficiales", manifestó, antes de asegurar que la supuesta propuesta del Ejecutivo central para resolver el conflicto es "como el espíritu santo: todo el mundo habla de ella pero nadie la ha visto". Fuentes de ERC desmintieron igualmente las palabras de Millo. Son "simple y llanamente mentira".
Declaraciones de Puigdemont del 19 de febrero en Narbona.
ACN / XAVIER PI
Declaraciones de Puigdemont del 19 de febrero en Narbona.
20 DE FEBRERO
El lunes por la mañana, el coordinador general del PPC, Xavier García Albiol, apuntaló la mentira del Govern y negó a su compañero de partido en la rueda de prensa que ofreció tras la reunión de la ejecutiva. "El Gobierno de España no está manteniendo reuniones secretas con nadie", dijo, tajante.
Horas después, en una rueda de prensa en Málaga en el marco de la cumbre hispano-francesa, Rajoy echó balones fuera y se limitó a explicar su posición sobre el referéndum. Ya por la noche, en una entrevista en Tele 5, optó por no confirmar ni desmentir la revelación de Millo. "Si hubiera reuniones discretas o secretas no las iba a contar yo porque dejarían de ser discretas o secretas", afirmó, enigmático.
Rajoy en declaraciones a Tele5: “Si las reuniones fueran discretas o secretas no las iba a contar yo”.
AFP / ATLAS VÍDEO
Rajoy en declaraciones a Tele5: “Si las reuniones fueran discretas o secretas no las iba a contar yo”.
21 DE FEBRERO
La mentira del Govern empezó a desmoronarse ayer martes, cuando el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ratificó en Madrid los encuentros entre el Gobierno y la Generalitat. En un desayuno informativo, Iceta aseguró que le "consta" que ha habido contactos "al máximo nivel". Es más, recalcó su convencimiento en que Rajoy y Puigdemont "se han visto", aunque matizó que las conversaciones solo han servido para "constatar la lejanía de las posiciones".
El primer secretario del PSC confirma los contactos entre Generalitat y Estado.
ACN / ROGER PI DE CABANYES
El primer secretario del PSC confirma los contactos entre Generalitat y Estado.
Las palabras de Iceta fueron rápidamente replicadas por los portavoces parlamentarios del PDECat y ERC. "Ni me consta ni me imagino esas conversaciones secretas", dijo Francesc Homs. "No me consta y estoy convencido de que no ha ocurrido", remachó Joan Tardà.
Ya al mediodía, los periodistas aprovecharon la visita que Millo realizó a L'Hospitalet del Llobregat para interrogarle de nuevo. En esta ocasión, evitó volver a meterse en este jardín y negó contradicción entre los dirigentes del PP sobre el diálogo en Catalunya.
Pero la apoteosis del embuste llegó en la rueda de prensa tras la reunión del Govern. La portavoz, Neus Munté, negó por activa y por pasiva, del derecho y del revés, ninguna reunión entre Rajoy y Puigdemont. "No ha habido reuniones secretas", insistió, al tiempo que consideró "sorprendente" que no se haya puesto fecha al encuentro entre ambos dirigentes tienen pendiente. Munté incluso detalló que los contactos físicos han sido siempre en el marco de convocatorias conocidas, y que las conversaciones telefónicas entre Rajoy y Puigdemont se han limitado a la felicitación del 'president' al jefe del Gobierno central por la investidura y a otra para ofrecer celebrar una nueva reunión entre ambos.
Neus Munté niega, este martes, reuniones secretas entre Rajoy y Puigdemont.
ACN/JORDI BATALLER
Neus Munté niega, este martes, reuniones secretas entre Rajoy y Puigdemont.
LOS ENGAÑOS ANTERIORES
Pero la mentira del Govern se remonta en el tiempo hasta el día siguiente al encuentro, conocido este miércoles, que Rajoy y Puigdemont mantuvieron en la Moncloa el 11 de enero. En una entrevista en Catalunya Ràdio, y hablando de los contactos con el Gobierno central, el 'president' anunció que se reuniría con el jefe del Ejecutivo antes del mes de febrero, obviando la cita mantenida solo 24 horas antes.
Puigdemont anuncia que puede reunirse con Rajoy en este mes de enero.
FERRAN NADEU / EUROPA PRESS VÍDEO
Puigdemont anuncia que puede reunirse con Rajoy en este mes de enero.
Y un mes más tarde, fuentes del Govern daban por aparcada definitivamente la publicitada entrevista y apuntaban a una falta de voluntad de Rajoy por recibir a Puigdemont.
Hará dos semanas, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría dijo en el Senado de forma taxativa que "no puede celebrarse y no se va a celebrar" un referéndum de autodeterminación en Cataluña. En su respuesta a dos senadores, uno de Convergencia y otro de Esquerra, dijo además que tampoco se van a celebrar referéndums de esa clase en Baviera y en el Véneto. Yo, que no sabía que en Baviera hubiera una movida en pro de un referéndum separatista, he ido corriendo a informarme.
He visto, así, que el Bayernpartei, el partido más próximo a una reclamación separatista, no quiere levantar fronteras dentro de Alemania, aunque sí pretende mayor autonomía, y que sus resultados electorales son más bien simbólicos. De todo lo cual deduzco que la vicepresidenta metió en el saco a Baviera y al Véneto sólo para ampararse de la acusación mil veces repetida por los nacionalistas, y no por ello cierta, de que no dejarles votar la autodeterminación es antidemocrático.
Yo prefiero que, en lugar de ampararse, el Gobierno ampare la Constitución en el caso de que ese referéndum se vuelva a convocar en Cataluña, y es precisamente por lo que sucedió la primera vez que las palabras de la vicepresidenta pierden fuerza: se pronunciaron idénticas e igual de taxativas antes del 9-N, y el referéndum que no se iba a celebrar se celebró. De aquella manera, pero se celebró.
Qué hacer, la pregunta clásica, fue asunto de debate político y jurídico aquellos días, y aunque de nada sirvió, porque el simulacro se hizo, la opinión más extendida fue que no se debía aplicar el artículo 155 de la Constitución. Bueno, pues las cosas han cambiado. Y sorprende en qué zonas de la opinión están cambiando las cosas a favor de aplicar ese artículo de la Constitución, ya que son aproximadamente las mismas donde antes lo declaraban tabú.
Alfonso Guerra, por ejemplo, ahora lo ve mucho más claro que hace unos años: "No es fácil entender que Gobierno y partidos constitucionalistas no exploren" la posibilidad de aplicarlo, ha escrito en la revista Tiempo. O Juan Luis Cebrián, quien ha dicho en una entrevista en El Mundo que si el referéndum se convoca hay que prohibirlo, y si se ignora la prohibición, "el artículo 155".
¿Estaremos asistiendo a una normalización del artículo 155? ¿Al reconocimiento de que es aplicable y que aplicarlo no provoca el Apocalipsis? Los indicios aún no son suficientes como para afirmar que se acepta de manera generalizada que el 155 forma parte de la normalidad democrática. Ahora bien, de que se acepte, y de que el Gobierno esté por aplicarlo si es preciso, depende el desenlace del nuevo episodio del separatismo catalán. El desenlace, el nudo y la introducción, en realidad. Porque yo no sé si los independistas van de farol cuando dicen que convocarán otra vez, y pronto, otro referéndum que no pueden convocar. Pero es natural que piensen que el Gobierno va de farol cuando dice que no se va a celebrar. El precedente.
El espectáculo de negación de la verdad protagonizado por los portavoces de la Generalitat tras l as revelaciones del delegado del Gobierno en Catalunya sobre la existencia de contactos discretos entre ambos ejecutivos se cerró de la forma más clásica: contra el vicio de mentir, la virtud de filtrar información. La discusión se centra ahora en subrayar las evidentes diferencias entre hablar y negociar, según la terminología política.
Lo cierto es que Rajoy ya sabe de primera mano de la determinación de Puigdemont de convocar un referéndum y Puigdemont tiene constancia personal de la rotunda voluntad de Rajoy de impedir su celebración. Las cosas claras y dichas a la cara. Uno no quiere liquidar España, en su versión gótica y unitarista, y el otro llegó a la presidencia con la única idea de celebrar una consulta independentista sin reparar en desobediencias.
Certificada la imposibilidad de cualquier tipo de negociación sobre este asunto, lo relevante es saber cómo se prepara cada uno para hacer frente al episodio final de esta etapa del conflicto entre Catalunya y España. Los independentistas para cerrar la vigente hoja de ruta con el mínimo destrozo posible de la ilusión generada entre los suyos y el Estado español para minimizar el impacto del meteorito Puigdemont en la superficie del Estado de derecho. La profundidad del cráter que vaya a ocasionar el primer aerolito soberanista sobre la legitimidad constitucional condicionará las expectativas para dar con una solución de futuro para la cuestión territorial y la organización del Estado.
Si nadie nos engaña, la convocatoria del referéndum va a producirse, y aunque no vaya a celebrarse, el choque con la legalidad va a ser un hecho. Todos los afectados tienen plena conciencia de ello y se intuye que la mayoría se está concentrando en evaluar los daños del encontronazo. Y el límite de resistencia del sistema, dando por improbable cualquier intento de desviar la trayectoria dibujada por Puigdemont, quien una vez liberado de pasar por las urnas para validar su decisión, se siente con las manos libres para actuar de acorde a su sueño secesionista.
La aceptación de los 45 puntos pendientes de tratar en una próxima reunión en la Moncloa, de producirse, sería poco más que un paliativo (eso sí, de justicia) para rebajar la tensión, nunca un substitutivo de la reclamación central y difícilmente un factor suficiente para modificar el calendario de la colisión.
Y aquí entra en juego Artur Mas. El expresidente insinuó recientemente en Madrid su predisposición a escuchar una propuesta del Estado para evitar el desastre: la denostada tercera vía entre el inmovilismo y la desobediencia unilateral. Sin embargo, ni a él ni a nadie se le escapa que la formulación de un proyecto de reforma territorial ambiciosa va para largo; su gestación política será compleja y para ser creíble tendrá que contar con la participación de un sector del independentismo catalán. Aceptado lo inevitable solo queda preparar el día político de mañana.
Debes de comprender de una vez por todas que las expresiones que hacen patente lo que piensan los nuestros prescriben. A diferencia de las de nuestros enemigos.
Por algo somos mejores.
http://sociedad.e-noticies.es/homenaje-a-heribert-barrera-87781.html
«Hem de ser fidels al seu missatge»
http://www.naciodigital.cat/noticia/34657/hem/ser/fidels/al/seu/missatge
La reunión entre Rajoy y Puigdemont desvela el doble discurso secesionista
El presidente reitera su disposición a hablar de todo, menos de «liquidar España, la ley y la soberanía nacional»
ÀLEX GUBERN - alex_gubern / MARIANO CALLEJA - Marianocalleja Barcelona / Madrid - Actualizado: Guardado en: EspañaDesobediencia de puertas afuera, negociación cuando conviene. El conocimiento que se tuvo ayer de la reunión secreta que el pasado 11 de enero mantuvieron en La Moncloa el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha puesto de relieve el doble lenguaje de un secesionismo que públicamente sigue sosteniendo la bandera de la unilateralidad a la vez que no renuncia a la posibilidad de encontrar una salida dialogada. El frágil equilibrio entre los distintos partidos que impulsan el proceso soberanista –un PDECat en fase de retroceso, una ERC emergente y una CUP en modo desestabilizador– vuelve a ponerse a prueba.
Tras varios días de desmentidos rotundos, y después de que ayer «La Vanguardia» diese cuenta del encuentro, ambos presidentes confirmaron de manera implícita que efectivamente se habían encontrado –no lo desmintieron, en cualquier caso–, en una reunión que se producía cuando aún la llamada «operación diálogo» no había sido torpedeada por la intransigencia independentista. La conclusión de una y otra parte es coincidente: la reunión sirvió de poco. No hay punto de encuentro posible.
De inmediato tras conocerse el encuentro del día 11 –al día siguiente de que en Barcelona se hubiesen encontrado los vicepresidentes Santamaría y Junqueras–, el presidente autonómico catalán, en un intento de no enojar a sus aliados de ERC y la CUP, salió en tromba para desmentir que haya un proceso de negociación en marcha. «Las negociaciones ni están ni se las espera», apuntó Puigdemont durante la sesión de control en el Parlament, donde añadió que seguiría cumpliendo con el «mandato» de la Cámara catalana: es decir, explorar la posibilidad de lograr una «consulta pactada» con el Gobierno, o, en caso contrario, sacar adelante el referéndum de cualquier modo.
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«No nos hemos desviado. Vamos de verdad, no de farol», remachó el presidente autonómico, apuntalando así su compromiso con una unilateralidad que es la que justifica el apoyo de la CUP a los Presupuestos de la Comunidad y por tanto la supervivencia del gobierno de Junts pel Sí.
Contra viento y marea, y pese a los desplantes del campo soberanista , el Gobierno sigue insistiendo en no renunciar a la llamada «operación diálogo», una perseverancia que descoloca a los partidos independentistas, aparentemente unidos en el objetivo del referéndum, pero alimentando ya sin disimulo el clima preelectoral que se ha instalado en Cataluña. Las elecciones se dan por descontadas para final de 2017 o principios de 2018.
En este contexto, las especulaciones sobre el regreso del expresidente Artur Mas a la primera línea política, los coqueteos de éste con una «tercera vía», así como el papel central que se reservaría Oriol Junqueras (ERC) en caso de adelanto electoral en Cataluña, alimentan los rumores sobre quién es el principal beneficiado, y perjudicado, por la filtración del encuentro entre Puigdemont y Rajoy. Las especulaciones son dispares: desde quienes entienden que el mayor beneficiario es ERC –a quien le interesa debilitar la imagen de un PDECat con doble lenguaje–, a quienes entienden que el Gobierno se proyecta así en Cataluña como el principal impulsor de una salida dialogada.
La noticia del almuerzo que compartieron Rajoy y Puigdemont en La Moncloa centró la atención ayer en el Congreso. Los ministros, y el entorno de Rajoy, aseguraron que no tenían constancia de ningún encuentro, aunque admitieron que veían «lógico y normal» que se produjeran contactos discretos a todos los niveles, también entre el presidente del Gobierno y el autonómico. En los pasillos de la Cámara, Rajoy evitó referirse a ese almuerzo en concreto, que ni confirmó ni desmintió. «Mi posición es la de siempre, nosotros queremos tratar los asuntos que preocupan a la gente», subrayó. Pero entre esos asuntos no incluye el referéndum sobre la independencia, algo que, según insistió, está fuera de la ley y no se puede autorizar.
«Lo que yo no puedo tratar, y todo el mundo sabe, es cómo me pongo de acuerdo con los señores independentistas para saltarnos la ley conjuntamente. Eso no es posible, yo soy el presidente del Gobierno de España y tengo una obligación básica, que es cumplir y hacer cumplir la ley, y por tanto no puedo autorizar un referéndum que pretende lisa y llanamente liquidar la soberanía nacional». Rajoy cree que es el momento de volver a la «sensatez» tras cinco años estériles de desafío independentista. «Mi disposición es la mejor, yo efectivamente quiero hablar, pero de los problemas reales y no de liquidar España ni la ley».
En este escenario, la «operación diálogo» que abrió la vicepresidenta en Cataluña continúa. «No ha fracasado, todo lo contrario, se ha extendido a los ayuntamientos y los sectores» económicos y sociales, recuerdan fuentes del Gobierno. Desde La Moncloa se apunta que en Cataluña se observa cada vez más un «hartazgo» entre los ciudadanos por el referéndum independentista.
Vueno es que "las vuestras" se reproducen a una velocidad superior a la reproducción cédular. Cada semana tenemos frases catalanofóbicas para llenar un carro.
Guerra independentista: PDeCAT, ERC, Romeva y la CUP enfrentados por la creación del ejército catalán
En la Generalitat no se aclaran a la hora de defender si el Estado catalán que promueven debería contar con un ejército propio o no. Los más cercanos a Puigdemont y el propio Artur Mas están a favor de la creación de una fuerza armada mientras que el consejero de Exteriores Raül Romeva defendió este jueves un “Estado de paz”.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, podría defender que una Cataluña independiente tenga fuerzas armadas propias el próximo 13 de marzo. Su director general de comunicación, Jaume Clotet, presenta ese día un libro, ‘Política de defensa y Estado propio’, donde argumenta, junto a 11 autores, que “una Cataluña independiente debe de tener obligatoriamente la necesidad de disponer de una fuerza armada”.
Clotet, quien mantiene además una estrecha amistad con Puigdemont, quiere que éste sea su ‘padrino político’ en la presentación. Mientras, el departamento de prensa del Govern echa balones fuera asegurando que no saben si el president asistirá y permanecen atentos a la expectación que despierte del acto.
En el libro, Clotet reconoce que el independentismo tiene opiniones dispares sobre la creación de un ejército propio y explica que los radicales de la CUP, por ejemplo, se declaran antimilitaristas. Asimismo defiende que una Cataluña independiente sin política de defensa “quedaría sometida e indefensa ante los intereses estratégicos de otros Estados, de las organizaciones terroristas globales, de los piratas informáticos, de traficantes de personas y drogas”.
“El Estado catalán podría asumir perfectamente su coste”, señala Clotet. Por su parte, el ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, contó en una entrevista en el Financial Times, que Cataluña debería de contar con un “pequeño ejército” sin concretar la cifra y se mostró partidario de ser miembro de la Alianza Atlántica, aunque tampoco aportó detalles de esta iniciativa.
En el gobierno catalán ya hay opiniones en contra de que Puigdemont asista a este acto, precisamente, por los planteamientos que sus socios ya defienden en abierto. Es el caso de Raül Romeva. El responsable de Asuntos Exteriores de la Generalitat ha presentado este mismo jueves un libro editado por el Gobierno catalán donde asegura que su deseada Cataluña independiente “será un Estado de paz”.
El estudio se titula ‘Construir un estado seguro y en paz. Cómo enfocar la seguridad y la defensa en un nuevo estado de Europa’, y en el capítulo sexto indica que en “diferentes apartados o títulos de la Constitución deberá constar que los catalanes entendemos la paz como un derecho universal de todos los pueblos y habitantes del mundo”.
Asimismo, defiende una constitución catalana donde figure que “no dispone de ejército, ni de medios bélicos ni participa en organizaciones ni acciones militares internacionales”.
El hecho de que Romeva dé la cara por este estudio ha desatado la ira en el PDeCAT y algunos sectores de Esquerra Republicana de Catalunya, quienes piensan exactamente lo contrario (más en la línea de Clotet).
Una postura en consonancia con la de las juventudes del PDeCAT, que esta semana publicaron un documento (Azul sobre Blanco. Ideas para la Cataluña Estado) donde defienden una Cataluña independiente que sea miembro neutral pero activo de la OTAN: “Si no podemos estar disponibles cuando se nos requiera en el marco de una alianza o coalición, no podremos esperar ningún tipo de reconocimiento, por lo que nuestros intereses nacionales se verán perjudicados”, destacan en el documento.
Sin embargo, la que no queda clara es la postura oficial del partido dirigido por Oriol Junqueras. ERC no se pronuncia quizá porque sus intereses políticos actuales están más orientados a permanecer atentos a si Puigdemont no puede finalmente sacar adelante su referéndum y tiene que convocar elecciones.
Miembros del PDeCAT se quejan de la “crítica gratuita bélica” que hace el estudio que defiende el responsable de Exteriores de la Generalitat. El informe realiza críticas gratuitas sobre la Segunda Guerra Mundial: “Cuando el ejército norteamericano participa en alguna guerra, obedece las órdenes del Pentágono que a su vez sigue las instrucciones de las multinacionales, que antes han elaborado un estudio de costos y beneficios. Sólo intervienen si hay beneficios”.
“Ni la democracia ni la vida de sus soldados les preocupa demasiado, como demostraron en Vietnam donde envenenaron con gas naranja sus propios soldados o los enviaron a morir en Irak por petróleo”, señala el documento.