Eduardo Mendoza,
premio Cervantes, cree que el referéndum propuesto para el 1 de octubre es "un proceso descarrilado".
Juan Marsé, que también ganó ese premio, cree que "es rigurosamente incompatible con un Estado de Derecho".
Joan Manuel Serrat, el más famoso de los cantantes catalanes, dice: "Yo no iría a votar a unas elecciones que no apelaran a la mayoría de la ciudadanía y que no fuera realmente vinculante". "Deberían pasar cosas para que algo de tamaña importancia ocurra con las garantías que requiere una decisión tan grave". Los ciudadanos han de estar informados "para que puedan decidir, y en situación de que su decisión no se vea coaccionada". Añade: "Hay que poner en discusión si en este caso los movilizadores han seguido esos caminos".
No los han seguido, según Joan Botella, catedrático de Ciencia Política y decano de Derecho de la Universidad de Barcelona. No hay, dice, "una validación internacional; no se dan las circunstancias de colonización o dominación; no es conforme con la regulación constitucional española; no hay una Junta del Censo, no hay ley electoral, no hay neutralidad de los convocantes; y se da la paradoja de que no está convocado, está anunciado verbalmente, y parece lógico que un referéndum de esta trascendencia cuente con una convocatoria que contemple un periodo amplio antes de su realización". Todo eso falta; eso lo llevó a escribir en EL PAÍS el 4 de julio
el artículo que tituló
No es un referéndum. Para explicar su perplejidad cita a Brecht: "Qué tiempos estos en los que hay que luchar por lo que es evidente".
Dice Mendoza: "Se hará porque han dicho que se tiene que hacer. Pero, tal como se hace, el mismo referéndum anula su razón de ser. Todo es un proceso descarrilado. El tren sigue corriendo pero ya fuera de las vías". La culpa es de todos, dice; pero sobre todo "de haber mezclado todo esto con el nacionalismo". El nacionalismo "es de otro tiempo y no es relevante en esta cuestión, y lo ha tapado todo. No soy equidistante, pero sí entiendo las razones y las sinrazones de unos y de otros". Las consecuencias de este "proceso descarrilado" son importantes y ya se sufren: "El gasto extraordinario. Es imposible calcular la cantidad de cosas que no se han hecho por este problema". A él le resulta simbólica la respuesta que dio Artur Mas a los que le preguntaron qué pasaría con la Liga.
"El Mónaco juega con Francia". "Eso que es anecdótico es simbólico de todo: en algún sitio debemos estar encajados. Cataluña consigo misma es una utopía muy rara que pertenece al campo de la ciencia ficción", concluye el creador de Gurb.