https://www.libertaddigital.com/opinion/jose-garcia-dominguez/los-catalanes-que-mataron-a-companys-86300/ (libertad deojetal)
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En tal apropiación, se redefine al Presidente Companys como un dirigente secesionista, lo que – en realidad – nunca fue.
La manipulación de la historia por los dos bandos
Tal versión, claramente manipulada de la historia catalana es profundamente errónea, y es fácil de demostrar que no se corresponde con lo que acaeció en aquel conflicto.
En realidad, el Ejército golpista al que el general (que supuestamente amaba a España) representaba fue el que persiguió y causó la muerte de más españoles que haya ocurrido en la historia de España. En realidad, aquel General y el Ejército al que representaba, era el Ejército que se impuso a la mayoría de la población española (de la cual la mayoría no era catalana) con la ayuda del gobierno nazi alemán liderado por Adolf Hitler, y del gobierno fascista italiano presidido por Benito Mussolini.
El hecho de que el golpe militar no fuera rápidamente exitoso y resuelto en un par de meses, se debió precisamente a la enorme resistencia que encontró en las clases populares de todos los pueblos y naciones de España. Como bien dijo el Embajador de EEUU, lo que ocurría era una lucha del Ejército contra la gran mayoría de la población (véanse los archivos del departamento de Estado sobre la Guerra Civil española). El general de la película era, pues, general del Ejército, que era el enemigo nº 1 de España, la España real que estaba reflejada en la España republicana.
El hecho de que los dirigentes de tal ejército se presentaran en la película como los defensores de España no se ajusta a la realidad histórica.
La película transmitió un mensaje falso, aceptando la definición que el general golpista dio de sí mismo sin ningún tipo de crítica, crítica que debería haberse hecho, pues era obvio que tal general no amaba la España real, popular, sino la borbónica, monárquica, que reproducía los intereses de las minorías que siempre habían gobernado España en contra de las mayorías.
Presentarlo como un conflicto entre los que amaban Catalunya y los que amaban España es una ofensa enorme a todos los que murieron y fueron perseguidos defendiendo la República Española, muchos de ellos catalanes republicanos y que con su comportamiento, cuando había gobernado la República (llevando a cabo las necesarias reformas para mejorar la calidad de vida de las clases populares) mostraron que eran ellos los auténticos defensores de España y de sus distintos pueblos y naciones.
La España que Companys amaba
Pero aquella manipulación también se presentó cuando se describió al Presidente Companys como la contrapartida al General, con la única diferencia de que él amaba Catalunya, mientras que el General amaba a España. La realidad es que Companys amaba a España (a la España popular, a la España republicana). Y lo que también se ha ocultado es que las clases populares de los distintos pueblos y naciones de España también amaban a Companys, considerándolo también un héroe suyo, hecho totalmente encubierto en aquella película que quería crear un distanciamiento de la Catalunya actual con la España existente.
Varios autores de sensibilidad independentista han olvidado hechos tan importantes como que Companys no era, como he dicho antes, secesionista y que nunca apoyó la secesión de Catalunya de España.
En realidad, en un momento de la Guerra Civil en que parecía que las tropas golpistas iban a tomar Madrid (el Madrid asediado por las tropas fascistas, y al que Companys se había dirigido con aquella exclamación “Madrileños, ¡Catalunya os ama!”), y en la situación en que Companys estaba sometido a la presión de varias fuerzas independentistas que le aconsejaban que se aprovechara de aquel momento de debilidad del Estado español para declarar la independencia de Catalunya, Companys se opuso a ello, ofreciendo, en cambio, el territorio catalán en general, y Barcelona en particular, como sede del gobierno español en el caso de que Madrid cayera en manos de los golpistas, siendo la segunda vez que ello ocurría. La primera vez había pasado durante la República, cuando hubo el temor a que los fascistas tomaran el gobierno de la República.
Su compromiso con las clases populares de Catalunya y resto de España le hizo enormemente popular en toda España, como se mostró, entre otros hechos, en las grandes manifestaciones en su apoyo, que tuvieron lugar en Córdoba, encabezadas por todos los diputados del Frente Popular y por el Gobernador, que le recibieron con grandes vítores a Catalunya y a la República en su salida de la cárcel donde él y otros miembros del gobierno catalán habían estado encarcelados por la coalición de partidos de derechas que gobernaba la República, por haber declarado el Estado catalán dentro de una federación española.
La victoria del Frente Popular en España había significado la liberación de Companys y de los otros miembros del gobierno de la Generalitat. Una vez liberado, Companys habló a la multitud desde el balcón del hotel donde se alojó, siendo acogido con enorme entusiasmo por parte de la multitud.
El gobernador Rodríguez de León indicó la gran satisfacción que le producía reunirse con los representantes de Catalunya, resaltando que su liberación había sido resultado de la gran presión popular que había tenido lugar a lo largo de toda España, incluyendo Andalucía (lo cual el gobernador indicó con gran orgullo).
A continuación Companys dio su discurso. En él hizo hincapié en varios puntos. Entre ellos, subrayó que los signos de amor que había recibido durante el cautiverio por parte de los obreros que había conocido y que le habían visitado “le habían fortalecido de una manera impactante”.
Y refiriéndose a la acusación de que ellos – el gobierno catalán – eran separatistas, indicó que él consideraba a los andaluces republicanos como hermanos, subrayando que el amor por la libertad del pueblo de Catalunya iba acompañado por el compromiso por la libertad de todos los pueblos de España, con los cuales se sentía hermanado, terminando con un
“¡Viva Andalucía y Viva la República!”, a lo cual la multitud respondió “¡Viva Catalunya!”.
Más tarde, en una entrevista con los periodistas, indicó que él llevaba siempre dos encendedores (era un fumador empedernido), uno con la bandera catalana y otro con la bandera republicana. Nunca antes un dirigente catalán había sido recibido con tanto entusiasmo.
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Reincidentes - Andalucia Entera
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