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Inminente guerra civil en Cataluña

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Inminente guerra civil en Cataluña
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Inminente guerra civil en Cataluña
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#481

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

No quisiera ser un leguleyo,quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso
Eso decia Paco Ibañez en una cancion dedicada a España
Y en ella tambien decia:Nosotros somos quienes somos,basta de historia y de cuentos
Tal vez ni yo mismo este orgulloso de ser Español,pero es lo que hay

#482

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

En realidad quien lo decía fue el poeta Gabriel Celaya. Supongo que si los franquisñoles conocieran eso, acusarían a Paco Ibáñez de plagio. Por mucho menos nos están dando la vara continuamente.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#484

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

#485

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

#486

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

Yo no conozco la "guerra de los nabos" toledanos. ¿En qué época o año se produjo?

#487

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

Pregunta extemporánea. Otra vez no hagas novillos y serás contestado.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#488

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

Ya cuesta ser catalan fuera de Catalunya
Pues ahora lo sufrire mas,por lo poco solidarios que se estan mostrando con el tema de los presupuestos
Sera por que les sobra el dinero de la caja de emergencia para salvar a Mas y compañia
Han perdidi el Oremus

#491

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

 

José García Domínguez

Los catalanes que 'mataron' a Companys

Los tres principales testigos de cargo que depusieron testimonios acusatorios contra Companys fueron tres catalanes de indubitada cepa.

Seguir a @jg_dominguez

2018-10-21

4

Wikipedia

Como cada año por estas fechas, la máxima autoridad del Estado español en Cataluña, plaza hoy ocupada interinamente por el testaferro Torra, ha aprovechado otro aniversario del fusilamiento de Lluís Companys en el patio del castillo de Montjuich para culpabilizar al Estado español de aquella muerte trágica. Una rutina propagandística, por lo demás. Tan odiado en vida (Estat Català intentó asesinarlo en 1937) por los elementos más hiperventilados y fanáticos del separatismo de su época –los Badia, Dencàs, Cardona, Casanovas o Torres Picart, aquellos racistas filonazis que tanto admira ahora el testaferro Torra–, Companys ocupa una función icónica central en esa imaginativa ficción novelada que en la Cataluña actual usurpa el lugar que debiera corresponder a la crónica histórica objetiva. Y es que el guión de esa narración canónica en forma de cuento, la que todos los escolares locales contemporáneos aprenden en los colegios, recrea un pasado virtual en el que los catalanes no tuvieron absolutamente nada que ver ni con el apoyo civil al bando franquista sublevado el 18 de julio de 1936 ni con el largo régimen dictatorial al que daría lugar luego su victoria en la guerra. Cataluña, según el índice del cuento, fue por completo ajena a todo aquello.

De ahí que, a efectos de hacer la relación convincente de entrada, en el juicio y posterior ejecución de Companys no deban aparecer en escena, y bajo ningún concepto, nombres o apellidos catalanes. Puesto que el guión exige de modo insoslayable que no podía haber franquistas ni falangistas catalanes, hubo que hacer desaparecer de la memoria oficial cualquier rastro de comprometedora catalanidad genuina en el martirologio mítico del president. A Companys solo podían haberlo matado los fascistas españoles residentes en Cataluña, en ningún caso catalán legítimo alguno. Razón por la cual en las decenas y decenas de reportajes televisivos y piezas hagiográficas de todo tipo que se han realizado sobre el acontecimiento solo aparecen apellidos castellanos cuando se hace mención a cuantos tuvieron algún papel en el consejo de guerra. Pero como en España no hay mejor manera de conservar un secreto que publicarlo en un libro, a Jordi Pujol no se le ocurrió mejor idea en 1999 que editar con cargo a la Generalitat una reproducción facsimil con todas las actas mecanográficas de la causa 23.468 contra el reo Lluís Companys i Jover, la que tuvo lugar en el castillo de Montjuich entre los días 3 y 15 de octubre de 1940.

Así, gracias a Pujol, cualquiera puede constatar con solo ojear ese documento que, de entrada, los tres principales testigos de cargo que depusieron testimonios acusatorios contra Companys fueron tres catalanes de indubitada cepa. Y no tres catalanes del montón, por cierto. Porque, azares del destino, resulta que el primero de ellos respondía por José Tapies Mestres, por más señas el padre del célebre pintor Tàpies, uno de cuyos lienzos abstractos preside, para más inri, la sala oficial en la que se reúne el Gobierno de la Generalitat de Cataluña. Pero es que otro de los acusadores más significados en el proceso de Companys resultó ser cierto Carlos Trías Bertrán, jefe provincial accidental del Movimiento en la provincia de Barcelona, según aclaran las actas del juicio, y tío de Xavier Trías, el último alcalde convergente de Barcelona. Por su parte, el tercero de los testigos de la acusación privada respondía por Joaquim Maria Balcells i Serch, lo que tampoco nos parece remitir a una genealogía precisamente madrileña. Pero es que en los legajos del expediente Companys igual aparece un Lluís María Callís i Farriol, médico militar y teniente forense destinado en el castillo de Montjuich durante aquellas fechas. Militar catalán, por cierto, que no fue el único soldado oriundo de la tierra presente en la sala.

 

Sin ir más lejos, el abogado defensor de Companys, el teniente de artillería Ramón de Colubí, también era catalán por los cuatro costados. Tan catalán por todos los costados posibles como el propio juez instructor de la causa, el general Ramón de Puig. O como el acusador oficial, el fiscal jurídico militar Salvador Rodríguez i Molins. O como el general de brigada Pompeyo Masferrer, que ejerció de vocal en el consejo de guerra. O como, en fin, Antoni Fernàndez i Ferrer, el funcionario de la Generalitat, en concreto del Departamento del Presupuesto, que también ejerció como testigo de cargo contra Companys en Motjuich. Nombres y apellidos que la historiografía oficial catalana se ha encargado de hacer desaparecer con la misma técnica que utilizaban los funcionarios de Stalin para hacer invisible a Trotsky en todas las fotografías de los archivos de la revolución de octubre. La misma.

#492

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

Buena recopilacion historica
Pero yo añadiria un hecho que sentencio a Companys,el hecho fue que el 18 de julio Companys dio el mando al General Escobar para la defensa de Barcelona y a los,anarquistas sin obedecer las indicaciones de Estat Catala
Eso lo sentencio mas tarde a muerte,

#493

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

No olvidemos que Estat Catala como hoy en dia ERC y CIU era la burguesia catalana que se habia nutrido de contratos para mandar uniformes a los militares Españoles en las guerras de Marruecos y Cuba

#494

Re: Inminente guerra civil en Cataluña

Vaya vaya ahora es sedicion,si seguimos asi se dira que Espinete los provoco ja.ja.ja
Es verdad,no tendrian que estar en la carcel
Tendrian que estar en comedores para gente necesitada 24 horas y bajaran de su pedestal

#495

Mentiras falaces.Los enormes costes del olvido histórico: el caso Companys.De cobardes es no poner enlace

https://www.libertaddigital.com/opinion/jose-garcia-dominguez/los-catalanes-que-mataron-a-companys-86300/ (libertad deojetal)

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En tal apropiación, se redefine al Presidente Companys como un dirigente secesionista, lo que – en realidad – nunca fue. 

La manipulación de la historia por los dos bandos

Tal versión, claramente manipulada de la historia catalana es profundamente errónea, y es fácil de demostrar que no se corresponde con lo que acaeció en aquel conflicto.

En realidad, el Ejército golpista al que el general (que supuestamente amaba a España) representaba fue el que persiguió y causó la muerte de más españoles que haya ocurrido en la historia de España. En realidad, aquel General y el Ejército al que representaba, era el Ejército que se impuso a la mayoría de la población española (de la cual la mayoría no era catalana) con la ayuda del gobierno nazi alemán liderado por Adolf Hitler, y del gobierno fascista italiano presidido por Benito Mussolini.

El hecho de que el golpe militar no fuera rápidamente exitoso y resuelto en un par de meses, se debió precisamente a la enorme resistencia que encontró en las clases populares de todos los pueblos y naciones de España. Como bien dijo el Embajador de EEUU, lo que ocurría era una lucha del Ejército contra la gran mayoría de la población (véanse los archivos del departamento de Estado sobre la Guerra Civil española). El general de la película era, pues, general del Ejército, que era el enemigo nº 1 de España, la España real que estaba reflejada en la España republicana.

El hecho de que los dirigentes de tal ejército se presentaran en la película como los defensores de España no se ajusta a la realidad histórica.

La película transmitió un mensaje falso, aceptando la definición que el general golpista dio de sí mismo sin ningún tipo de crítica, crítica que debería haberse hecho, pues era obvio que tal general no amaba la España real, popular, sino la borbónica, monárquica, que reproducía los intereses de las minorías que siempre habían gobernado España en contra de las mayorías.

Presentarlo como un conflicto entre los que amaban Catalunya y los que amaban España es una ofensa enorme a todos los que murieron y fueron perseguidos defendiendo la República Española, muchos de ellos catalanes republicanos y que con su comportamiento, cuando había gobernado la República (llevando a cabo las necesarias reformas para mejorar la calidad de vida de las clases populares) mostraron que eran ellos los auténticos defensores de España y de sus distintos pueblos y naciones.

La España que Companys amaba

Pero aquella manipulación también se presentó cuando se describió al Presidente Companys como la contrapartida al General, con la única diferencia de que él amaba Catalunya, mientras que el General amaba a España. La realidad es que Companys amaba a España (a la España popular, a la España republicana). Y lo que también se ha ocultado es que las clases populares de los distintos pueblos y naciones de España también amaban a Companys, considerándolo también un héroe suyo, hecho totalmente encubierto en aquella película que quería crear un distanciamiento de la Catalunya actual con la España existente.

Varios autores de sensibilidad independentista han olvidado hechos tan importantes como que Companys no era, como he dicho antes, secesionista y que nunca apoyó la secesión de Catalunya de España.

En realidad, en un momento de la Guerra Civil en que parecía que las tropas golpistas iban a tomar Madrid (el Madrid asediado por las tropas fascistas, y al que Companys se había dirigido con aquella exclamación “Madrileños, ¡Catalunya os ama!”), y en la situación en que Companys estaba sometido a la presión de varias fuerzas independentistas que le aconsejaban que se aprovechara de aquel momento de debilidad del Estado español para declarar la independencia de Catalunya, Companys se opuso a ello, ofreciendo, en cambio, el territorio catalán en general, y Barcelona en particular, como sede del gobierno español en el caso de que Madrid cayera en manos de los golpistas, siendo la segunda vez que ello ocurría. La primera vez había pasado durante la República, cuando hubo el temor a que los fascistas tomaran el gobierno de la República.

Su compromiso con las clases populares de Catalunya y resto de España le hizo enormemente popular en toda España, como se mostró, entre otros hechos, en las grandes manifestaciones en su apoyo, que tuvieron lugar en Córdoba, encabezadas por todos los diputados del Frente Popular y por el Gobernador, que le recibieron con grandes vítores a Catalunya y a la República en su salida de la cárcel donde él y otros miembros del gobierno catalán habían estado encarcelados por la coalición de partidos de derechas que gobernaba la República, por haber declarado el Estado catalán dentro de una federación española.

La victoria del Frente Popular en España había significado la liberación de Companys y de los otros miembros del gobierno de la Generalitat. Una vez liberado, Companys habló a la multitud desde el balcón del hotel donde se alojó, siendo acogido con enorme entusiasmo por parte de la multitud.

El gobernador Rodríguez de León indicó la gran satisfacción que le producía reunirse con los representantes de Catalunya, resaltando que su liberación había sido resultado de la gran presión popular que había tenido lugar a lo largo de toda España, incluyendo Andalucía (lo cual el gobernador indicó con gran orgullo).

A continuación Companys dio su discurso. En él hizo hincapié en varios puntos. Entre ellos, subrayó que los signos de amor que había recibido durante el cautiverio por parte de los obreros que había conocido y que le habían visitado “le habían fortalecido de una manera impactante”.

Y refiriéndose a la acusación de que ellos – el gobierno catalán – eran separatistas, indicó que él consideraba a los andaluces republicanos como hermanos, subrayando que el amor por la libertad del pueblo de Catalunya iba acompañado por el compromiso por la libertad de todos los pueblos de España, con los cuales se sentía hermanado, terminando con un “¡Viva Andalucía y Viva la República!”, a lo cual la multitud respondió “¡Viva Catalunya!”.

Más tarde, en una entrevista con los periodistas, indicó que él llevaba siempre dos encendedores (era un fumador empedernido), uno con la bandera catalana y otro con la bandera republicana. Nunca antes un dirigente catalán había sido recibido con tanto entusiasmo.

http://www.vnavarro.org/?p=12736

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Reincidentes - Andalucia Entera

Un saludo

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