¿Por qué Catalunya crece menos?
Madrid lidera el crecimiento por el menor peso de la industria, el efecto capitalidad y la tensión política derivada del ‘procés’
Vista aérea de las obras de la plaza de las Glòries, en Barcelona (Àlex Garcia)
EDUARDO MAGALLÓN, BARCELONA
10/06/2019 00:02Actualizado a10/06/2019 10:37
Desde finales del 2017, Catalunya crece menos que Madrid después de cuatro años en que el comportamiento fue justo al contrario. ¿Por qué? El mayor peso de la industria en Catalunya que pasa por un bache en toda Europa, el buen comportamiento de los servicios profesionales que crecen en Madrid como consecuencia en parte del efecto capitalidad y las consecuencias negativas de la tensión política derivada del procés independentista son las causas que más repiten los economistas para justificar la situación.
Entre el 2014 y el 2017, Catalunya creció un 3,2% anual, dos décimas más que Madrid. En cambio el año pasado, como se aprecia en el gráfico, Catalunya consiguió un aumento del PIB del 2,3% frente a un 3,7% de la comunidad de Madrid. Las previsiones del BBVA es que esa situación se mantenga en el 2019 y el 2020.
La composición de las dos primeras economías del país es muy distinta. Mientras en Catalunya la industria manufacturera es del 17,4%, en Madrid representa menos de la mitad: un 6,4%. Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, recuerda que durante el periodo 2014-2017 “una tercera parte del crecimiento de Catalunya provenía de la industria, mientras que en el caso de Madrid sólo aportó una décima”.
El secretario general adjunto de la patronal Foment del Treball,Salvador Guillermo, recuerda que el peor comportamiento relativo de la industria “obedece a factores como la caída de la actividad en Alemania, el auge del proteccionismo comercial y el Brexit que ha hecho que las exportaciones se resientan”. Para el economista y asesor del Departament d’Economia, Jordi Angusto, “que Catalunya sea una economía más abierta y con un mayor peso de las exportaciones hace que esté más afectada por la volatilidad”.
Evolución
El BBVA estima que Madrid mantendrá un diferencial positivo en el 2019 y el 2010
En cambio en Madrid sobresale la actividad de los servicios de alto valor añadido como los profesionales, los financieros o los de las tecnologías de la información (TIC). El responsable del servicio de estudios de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Ramon Rovira, sostiene que “se da una enorme concentración de servicios de alto valor añadido en Madrid que genera un gran volumen”. El economista añade que “Madrid ha ganado peso respecto a la España vaciada y es algo vinculado a la capitalidad y al tema metropolitano”.
El catedrático de Economía de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Josep Oliver reflexiona que “hay un elemento más estructural en la distribución económica de España que es el de la terciarización de la economía. No es un efecto exclusivo de España que las actividades de más valor añadido se acaben instalando en las capitales de los estados que claramente consiguen una prima positiva”. Cardoso coincide en que “el efecto sede está beneficiando a Madrid que lleva a que se concentren allí las empresas”. El economista del BBVA también destaca el papel de tractor de actividades logísticas y de transporte que tiran de la economía madrileña. Un ejemplo sería las actividades nuevas como las derivadas de empresas tecnológicas como Amazon.
El peso de la industria marca el paso en el crecimiento (FERRAN NADEU)
Peso relativo
Catalunya se mantiene como primera economía del país con el 19,14% del PIB
Según datos recopilados por Funcas, el PIB de los servicios de mercado (los que excluyen la actividad pública) crecieron en el 2018 un 4,1% en Madrid en relación con un 2,4% en Catalunya.
El tercer gran elemento que algunos economistas sitúan detrás del peor comportamiento de Catalunya es el derivado de la tensión política por el procés independentista. “En los datos que publica la Airef se comprueba que es en el cuatro trimestre del 2017 cuando la economía catalana empieza a crecer menos que la del conjunto de España”, dice María Jesús Fernández, economista de Funcas. “La coincidencia temporal muestra que algo tendrá que ver la tensión política”, añade.
Josep Oliver precisa que “en el muy corto plazo el procés tuvo impacto en el mercado inmobiliario y en las pernoctaciones hoteleras” y añade que “los efectos son difíciles de medir”. Tampoco es fácil de cuantificar el impacto que puede estar teniendo sobre la economía catalana la pérdida de más de 4.000 sedes sociales que se trasladaron fuera de la comunidad tras el referéndum del 1 de octubre.
Los efectos de la salida de sedes son difíciles de medir, sostiene Oliver (Mané Espinosa)
Desaceleración
Hasta el 2017 una tercera parte del crecimiento catalán provenía de la industria
La semana pasada, en la XXXV Reunión del Cercle en Sitges, el vicepresident de Economia, Pere Aragonès, reconoció que
el traslado de sedes tuvo un cierto impacto, pero que no fue inmediato ni afectó a la actividad productiva. El conseller, después de reconocer que “no es una anécdota”, insistió en que los peores augurios no se cumplieron porque “ahora estaríamos en recesión”.
A pesar de ese mejor comportamiento relativo de los últimos meses de Madrid, la primera economía del país sigue siendo Catalunya con un PIB de 231.277 millones de euros en el 2018. Esa cifra significa que el peso económico de la comunidad en el conjunto del PIB español es del 19,14%. Madrid recortó distancias el año pasado pero se quedó en el segundo lugar, a algo más de 1.200 millones de euros. El peso de Madrid en el conjunto del Estado se incrementó hasta el 19,03%. La batalla por el primer puesto no ha acabado.