Pues claro que puede ser ministra y su marido vice-presidente, todo queda en casa. Mejor dicho, dentro de ese chaletón que se compraron.
No te equivoques, ahora los que estamos en la cocina somos los hombres machos y peludos.
Si Ada Colau, sin tener ningún tipo de estudio relevante, puede ser alcalde de Barcelona, todo puede pasar en este país. Solo es cuestión de rodearte de consejeros, cuantos más mejor y a gobernar.