La "Ley del punto gordo" es muy buena para hacer inferencias y predicciones, no así para realizar diagnósticos y pronósticos.
El problema con estas herramientas (los test) es que cada uno mide lo que mide, con su intervalo de posibles errores, y luego hay que saber trasladarlo al contexto clínico, para que sirvan de algo.
Por supuesto que más datos y evidencias, mejor que menos datos y evidencias. Pero los tests (un test u otro test) por si solo y en ausencia de contexto y protocolo, es poco más que una "danza de la lluvia".
Ejemplo: el paper de barco Shackleton que puse y comenté antes.
"Test rápidos", 6 resultados negativos en 6 casos con síntomas clínicos. Los 6 negativos son luego positivos con test PCR
"Test PCR" (presencia de RNA viral), 128 positivos, incl. los 6 previos negativos comentados. Pero.... el propio investigador sospecha abiertamente de 10 resultados negativos, a los que podriamos sumar 8 casos sintomáticos con resultado negativo. Falsos negativos en un intervalo del 5 % al 33 %. Y además, pueden existir falsos positivos.
También hemos comentado la investigación IRSICaixa, "Test ELISA" (anticuerpos linfocitos B), donde o no aparecían resultados positivos en casos clínicos subsintomáticos, o apareciendo resultado positivo inicial, luego desaparecía (cosas del sistema inmunitario y la ausencia de linfocitos de memoria....).
De momento y dado que esas herramientas permiten ver solo lo que permiten ver, no son útiles como intrumento de prevención de salud comunitaria.
Usados colectivamente tal y como indica Mbmbmb, sí que es una herramienta útil. Localizado un caso clínico, haces un multicribado rápido a todos sus contactos, para localizar, y en el caso, aislar, a los posibles sospechosos en la fase asintomática pero transmisora. O descartas afectación.
Técnicos e instalaciones para realizar PCRs y ELISAs, habían y hay sobrados. Reactivos y protocolos estandarizados, quizás ya no tanto. Los primeros días del estado de alarma, el Colegio de Biólogos de Catalunya puso a disposición de las autoridades sanitarias un listado de 1.400 biólogos, colegiados o no, que se ofrecían voluntarios para ir a los laboratorios disponibles (las mismas universidades tienen bastantes laboratorios, que estaban totalmente vacíos e inutilizados). Supongo que el resto de colegios de biólogos hicieron algo similar. No me consta que fuese llamado ninguno, ni que se habilitara laboratorio alguno.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!