La diferencia es que quien compraba un piso sabia lo que compraba. Si alguien queria el piso para vivir, da igual su precio posterior en el mercado, dado que es un bien que vas a utilizar, no te vas a desprender de él. Como inversión, pues eso, era una inversión, sujeta a los precios del mercado, podía subir su valor ( por entonces estaba en la mente de muchos que la vivienda nunca bajaba ), pero también podría darse el caso de que no la pudieras vender, y tenertela que comer con patatas, o rebajar su precio de venta. Quien adquirió preferentes sin ser inversor es porque se las colocaron como un plazo fijo, sin informarle que ese dinero pasaba a formar parte del capital del banco, con graves riesgos de pérdidas del mismo. Un piso que no se vende es un piso, tiene utilidad. Una preferente que no se vende es humo, son unos números en un papel y en un programa informático.
Es más, yo no veo mal, corrijo, creo que es lo legal y lo correcto que se especule con valores como las preferentes o subordinadas, al igual que pasa con las acciones. Son productos de inversión, los cuales llevan implícitos unos riesgos que el inversor está dispuesto a asumir, y, a mayor riesgo, menor será su precio en el mercado, y mayores los dividendos, por lo que UNICAMENTE tendrían que estar al alcance de inversores con conocimiento, y UNICAMENTE se tendrían que poder adquirir por éstos a precio de mercado. Nada de que el director de una entidad endose a un cliente sin conocimientos financieros preferentes al 100% valor nominal.
Puestos a hablar de " malvados especuladores ", nunca consideraría a un inversor que compra preferentes a precio de mercado como uno de ellos, pero a alguien que especula con el precio de la vivienda sí; los primeros juegan con números, los segundos estan jugando con un bien de primera necesidad, y, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, muchas familias han tenido ( y tienen ) graves problemas para acceder a una vivienda por culpa de los verdaderos especuladores, ansiosos de que el precio de algo imprescindible para vivir subiera por encima del poder adquisitivo de muchos.
Por lo demás, pues sí, según el jodido contrato que firmamos en la adquisición de preferentes, legalmente somos "inversores", aunque las hayamos comprados en nuestra oficina bancaria al 100% valor nominal ( o un poco por encima de ese precio ) cuando su valor en el mercado era muy inferior, y sin tener ni idea de lo que era una Participación Preferente, ni la diferencia que había entre ésta y un depósito, salvo que daba algo más de intereses, un 1% o 2% de más ( de entonces ) en las emisiones antiguas que algunos aún conservamos... por todo ello, y dado que el producto que tenemos no lo hubiéramos cogido si hubiéramos sabido la verdadera naturaleza del mismo, pues sí, nos convierte en afectados...