No tienen verguenza. En febrero mi novio y yo tuvimos una avería con el coche, y por desgracia los 2 tenemos contratado nuestro seguro del coche con Pelayo. Lo que os voy a contar parece subrealista, pero os puedo asegurar que es verdad. Cuando llamamos a Atención al Cliente para que nos mandaran la grua y el correspondiente taxi para llevarnos de vuelta a casa, nos atendieron correctamente y hasta ahí todo bien. Cual es nuestra sorpresa que 1 hora después, muertos de frío porque nos pilló en el Mirador de la Gallinera, vemos que sólamente llega la grua. ¿Y el taxi?. Vuelvo a llamar a Atención al Cliente y les pregunto que dónde está el taxi y me dicen que hasta que el de la grúa no compruebe que el coche no funciona que no me lo pueden mandar. Después de ver que el coche no arranca, me dicen que me mandan el taxi, pero cuando el "taxista" (que lo pongo entre comillas porque dudo que lo fuera)nos llama, comprobamos que no conoce la zona (estando en la Procinvia de Alicante, no entiendo por qué el taxista al que llamaron era de Valencia-Gandia). El "taxista" me pide que le pase con el de la grúa para que le explique el lugar de la avería, y como no se aclara, el de la grúa se ofrece a llevarnos hasta una gasolinera donde ha quedado con el supuesto taxista. Nos subimos a la grúa con todo nuestro equipaje y tras pasar 3 pueblos más en dirección contraria a nuestra casa (es decir, más cerca de donde viene el "taxista"), nos dejan en una gasolinera en Pego. Allí vuelvo a llamar al "taxista" y desde la centralita me dicen que no tardará mucho. En 5 min llega un señor (por llamarlo de alguna forma) con un Opel Corsa verde, sin ninguna marca de que sea un taxi, con un niño en el asiento trasero sentado en una sillita, el cual nos dice que es su hijo, con el maletero lleno de capazos de recoger naranjas, por lo que nuestro equipaje no cabía. Mi novio y yo nos miramos y después de más de 2 horas esperando y muertos de frío nos decidimos a subir, después de intercambiar con el "taxista" unas palabras más altas que otras, al trasladarle nuestra disconformidad. El camino de vuelta a casa fue nefasto. Nos llevó por la nacional, contestando las llamadas de su móvil (saliendose de la carretera) y el niño dándonos el coñazo todo el camino. Al llegar a casa, cansada y desilusionada por la asistencia, llamo a Pelayo y les cuento lo sucedido. Ni ellos mismos se lo creían. Hemos puesto las correspondientes reclamaciones, y la respuesta a sido pedirnos disculpas y darnos 6 tickets para lavar el coche.
A mi novio no le ha dado tiempo para cambiarse a otro seguro porque faltaba sólo 1 mes para renovarlo, y para que no lo marearan se ha tenido que quedar con ellos. Yo ya estoy haciendo los trámites para cambiarme porque tengo más plazo. Pero voy a volver a pasarme por la oficina de Pelayo para que me comprueben, tal y como les pedí en la reclamación, si el hombre que nos hizo la carrera del taxi es o no es taxista.
Siento si os he aburrido, pero tenía que contarlo.
Son unoa sinverguenzas.