Sinceramente, como ya se ha hablado muchas veces en estos casos cada seguro es para lo que es y no nos cansaremos de decirlo. El seguro de vida cubre unas necesidades de seguridad económica para familiares (dinero que no te dan hasta pasados meses desde el fallecimiento, con lo que no te soluciona para nada el pago INMEDIATO del entierro) y el seguro de decesos te aporta tranquilidad para que en una situación posible de fallecimiento todo esté es manos de profesionales que te darán un buen servicio. A día de hoy, un entierro muy sencillo te puede generar un coste de unos 3000 € (sin lujos de ningún tipo), pero siempre y cuando fallezcas prácticamente en tu casa; no te vayas de viaje y que te pase nada en territorio nacional y tengan que mover el cuerpo o cuanto ni más en ámbito internacional, que la familia se prepare desde los trámites que conlleva hasta el aumento del coste que supondría triplicando fácilmente las cantidades indicadas.
El debate se ha llevado a cabo en varias ocasiones y si algo ha quedado claro es que cada uno de estos seguros cubre distintas necesidades y por lo tanto podrían llegar a ser totalmente complementarios.