Nada es gratis.
Pero sí, seguro que la razón principal de que los próceres protesten con la boca pequeña es que no quieren perder el acceso a toda esa jugosa (e ilegal) información.
¿Y al Mariano todo esto que le parece? ¿No es el Gobierno el encargado de defender los derechos de sus ciudadanos? Los franceses y alemanes por lo menos han hecho el paripé (poco convincente) de estar ofendidos, pero el nuestro ni está ni parece que se le espere, como siempre.
Es incomprensible que sigan existiendo los procuradores, uno más de los cortijos que hacen a este país un desastre. Luego nos quejamos de que vengan de fuera a recortarnos.
Un saludo
El TIR y el VAN no son más que formas de valorar la diferencia entre el dinero que pones y el dinero que sacas de un proyecto. Si no esperas generar dinero con el proyecto, no lo debes considerar una inversión financiera y el VAN y el TIR no son apropiados para valorarlo.Si el trabajo permite que presentéis proyectos no financieros, supongo que os habrán dado alguna referencia sobre indicadores apropiados.
Salvo mejor opinión.
Un saludo
Efectivamente, ese es un problema muy grave en España, los buscadores de rentas,grandes y pequeños, que aprovechan el poder del Estado para protegerse del mercado:
-La práctica totalidad del Ibex 35 (hay un par de excepciones como Inditex o Viscofan)
-Sectores económicos prácticamente enteros, como la agricultura y la minería
-Una gran parte de la industria cultural
-Los mil y un cortijos medievales que se mantienen o incluso se crean de nuevo: farmaceúticos, procuradores, taxistas...
Un saludo
Está claro que nuestro mercado laboral no funciona y es el peor de cualquier país medianamente desarrollado. Además lo ha sido siempre, incluso en nuestros mejores años teníamos más paro que el que los países con los que nos queremos comparar tenían en sus peores crisis.
Pero, claro, los derechos laborales son sagrados, para los que los tengan.
Un saludo
El caso es que hay unos 35 tipos de contrato ahora mismo. Y, la verdad, con el paro que tenemos (y que teníamos incluso en los años buenos) no sé cómo es posible que sigamos sin una reforma radical.
Un saludo