Yo tampoco lo sé, vaya eso por delante. Pero sí, no soy muy optimista sobre lo que nos pueda deparar el S&P 500 y, por extensión, las bolsas en general en el conjunto de los próximos 10-12 años. Es lo que quería aclararle en mi respuesta al compañero @lupoxes
, porque me dio la impresión de que entendía de mis palabras que era entusiasta al respecto (“estoy de acuerdo – decía – que si se mira a 5-10 años vista siempre se verá una rentabilidad”). Aunque ello no me impide estar invertido en bolsa. Como sabes, porque lo publico aquí mensualmente, mi exposición a renta variable está en torno al 62% de mi cartera y subiendo desde principios de año. Y bien puede ser que suba un escalón más el próximo mes. En reiteradas ocasiones he manifestado que no invierto según predicciones, ni propias ni ajenas. Ya sabemos que las predicciones las carga el diablo. Fíjate, por otra parte, que digo siempre en el conjunto de los próximos 10-12 años. No que no se pueda ganar un duro, como dices, a lo largo de ese periodo. Si hay algo que me atrevería a asegurar es que el camino no será lineal. En consecuencia, doy más peso en las condiciones actuales a la parte móvil de mi cartera. Me temo que los próximos 10-12 años no serán un camino de rosas para la estrategia buy&hold como lo ha venido siendo desde 2009 (que partía de múltiplos muy bajos), sino que pueden parecerse más al período 2000-2008, que partía también de valoraciones extremas. En dicho período 2000-2008 (9 años) el S&P 500 Total Return perdió un 28,1% y solamente terminó de recuperarse en 2010, once años en los que solo ganó un 4,6% (0,4% anualizado). ¿No se pudo “ganar un duro” durante esos once años? Claro que sí. En 2003-2007 (5 años) el S&P 500 Total Return ganó un 82,9% (12,8% anualizado). Pero todo esto es historia. Conviene conocerla, particularmente para los que se han iniciado más recientemente en esto y que no vayan a creerse que todo el campo es orégano. Por mi parte seguiré procediendo como siempre, paso a paso y mes a mes. Como dice el proverbio (basado en el evangelio de San Mateo), cada día trae su afán.