Buenas tardes y bien hallados. Regreso de mi viaje vacacional y me toca la revisión de mercados (EuroStoxx 50, S&P 500 y dólar) de mediados de mes. Las bolsas siguen, a mi modo de ver, con un comportamiento típico de final de ciclo (zurriagazos arriba y abajo sin avance significativo), muy particularmente el EuroStoxx 50. Pero de momento me mantengo a la espera y no hago nada. Trato de mantenerme fiel, aunque a veces me cueste, a mi consigna de no intentar anticiparme a los futuros desarrollos de los mercados. Hace ya más de un año que, como he venido compartiendo aquí, tengo activadas mis señales de alerta, pero quizá convenga que aclare que dicha activación no significa para mí “estampida” (salir corriendo a refugiarme), sino “cautela”. Es un indicador, por así decir, de la “salud” del mercado. Bajadas de las bolsas que en unas condiciones de mercado más saludables me dejarían imperturbable, en las presentes circunstancias sí me llevarían a cerrar posiciones. Es, haciendo un símil, como un resfriado que en un cuerpo sano no requeriría medidas particulares, pero que en un cuerpo enfermo puede derivar en neumonía y precisar hospitalización. De momento no hemos llegado a ese punto. Parece, por otra parte, que se inicia un ciclo de bajadas de tipos de interés. Y, con ello, bastantes manifestaciones de esperanza (e incluso de entusiamo) considerándolo como un combustible para que las bolsas suban. Puede ser, chi lo sa. Pero la ecuación no es tan simple. No hay un automatismo en ello. Como mostré aquí a principios del año pasado, en los dos grandes mercados bajistas de este siglo (2000-2002 y 2007-2009) el famoso “pivot” (cambio de rumbo en la senda de los tipos de interés) marcó el inicio de las caídas más profundas en las bolsas, que continuaron acelerándose al tiempo que la Fed bajaba una y otra vez los tipos de interés. ¿Estoy diciendo que eso es lo que volverá a suceder ahora? No. Estoy alertando simplemente de que no puede darse por sentado sin más que bajadas de tipos => subidas de las bolsas. Que puede que sí o puede que no; depende de otros factores y hay al menos dos ejemplos recientes de lo contrario. Mi impresión, que admito que no tiene particular valor, es que estas bajadas de tipos tienen más un carácter de defensa preventiva que de alivio por parte de los bancos centrales. Veremos.Saludos