¿Y qué pasa cuando la aseguradora se equivoca?
Hola a todos, primero disculparme, 12 meses sin escribir nada en el blog, pero como todos sabemos, de vez en cuando, después de mucho tiempo haciendo algo, es bueno una “desconexión” aclarar bien la cabeza, probar cosas nuevas.
En este periodo me han ido sucediendo una serie de situaciones, algunas indignantes, otras surrealistas, otras que sencillamente no te explicas como han podido pasar. Pues hoy vamos a una de ellas.
Un amigo, el cual tenía el seguro del hogar, con una aseguradora de un banco catalán (ya sabéis que no me gusta dar nombres), si ya sabemos que seguro, ese que te calzan con la hipoteca, ese que en teoría no es legal que te claven pero lo hacen…
Resulta, que un día llama el vecino de abajo, avisando a este amigo, que su baño, según parece, por alguna filtración, o tubería, le está dando humedad en el techo.
A este amigo, al que llamaremos Martín, decide llamar a su compañía de seguros, la cual le manda a la reparadora. En este punto, conviene avisar, que muchas compañías de estas, las reparadoras, me refiero, suelen ser subcontratas, es como el caso de la antigua Reparalia, esta es la reparadoras de las aseguradoras, y para llevar a cabo el trabajo, subcontrata a autónomos en todos los gremios.
Bueno, hecho el kit kat, este “reparador”, cuan súper hombre, con una visión extremadamente fina, y sin levantar una sola baldosa, le dice al bueno de Martín, que el problema es el plato de ducha, este, al hacer la obra de cambio de bañera a plato, se ha asilado mal, y provoca que filtre agua, seguramente (y cito textualmente) “Por la chapuza que te habrán hecho, no habrán puesto aislante”. Martín, que es muy educado, en exceso en mi opinión, le informa, de que hay tela asfáltica, y que la obra se hizo bien, pues la hizo el, pues Martín, hace 20 años que es fontanero, muchos de ellos, trabajando para grandes cadenas hoteleras, haciendo desde 0 los hoteles.
Ante la insistencia, mezclada con algo de vergüenza del reparador, se queda el tema en que es el plato de ducha.
Martín, recibe la carta de su aseguradora, la cual le insta a reparar él el plato de ducha, para indemnizar al vecino.
Se procede a la obra (documentada toda con fotos), pues Martín, decide contratar una empresa para hacerlo, y resulta que la zona está absolutamente SECA, no hay fugas, se realizan pruebas de estanqueidad y nada. Pero el vecino, sigue con humedades y cayendo agua.
Se cierra el plato, y se llama al seguro.
Vuelve a venir el “reparador” y R que R con que es el plato.
Después de discutir en un 902 e intentarlo, intentar que el eco del otro lado no repita lo mismo una y otra vez, consigue que le manden un reparador.
Este segundo reparador, en menos que canta un gallo, abre, y descubre que es el desagüe del WC, cambia la pieza, vuelve a montar el WC y a correr. Problema resuelto.
Bueno, problema resuelto para el vecino de Martín, porque al pobre Martín, ahora le empieza la odisea.
¿os acordáis del plato de ducha? Pues por exigencia de la compañía, lo realizó una empresa, con su correspondiente factura. ¿Quién la paga? Porque no era el origen, la compañía ha obligado a esta “reparación” sin ser el origen.
1º Silencio, pero después de mucho insistir, respuesta, “no se queje que ha hecho una mejora”….
En fin, ahora toca denunciar, cosa que no entiendo, pues se supone, que las reparadoras, si, las subcontratas, tienen una RC…
Ya os contaré como acaba esto