Mientras el mundo se debate entre el terror y el pánico por el enorme impacto que sin duda tendrá lo que pase en Grecia sobre la economía mundial, y dado que esto ya da para poco – lo que tarden en vaciarse completamente los bancos griegos –. Considerando, además, que vamos directos al fin del euro y probablemente del mundo, nos vamos a dar el placer de escribir sobre otra cosa, no vaya ser que salga Grecia del euro y nos quedemos sin trabajo los estrategas de inversión . Así que para esa minoría que piensa que incluso aunque Grecia saliera del Euro la tierra seguiría dando vueltas, el sol saldría por la mañana y las empresas y sus trabajadores seguirían luchando para generar riqueza (con permiso de gobiernos y burócratas), hemos buscado algún tema menor pero de cierto interés económico.
Visto desde la minoría la verdad es que el mundo tiene mejor aspecto. Qué duda cabe que el peso de Grecia sobre la economía mundial es, por ejemplo, mucho más importante que la llegada del coche sin conductor (¡donde vamos a parar!). De hecho he de reconocer que, conduciendo como conduzco en Madrid, me sonaba a broma. Bueno, Madrid seguramente no estará nunca preparada para ello, pero después de leer determinado informe y ver determinada “demo” me he caído del guindo y acepto humildemente lo que dice ese informe: no es cuestión de sí, si no de cuando (excepto en Madrid, El Cairo y Calcuta)
Decía hace poco Bill Gates en una entrevista – que como está retirado no se da cuenta de la importancia que tiene Grecia – que los cambios tecnológicos que estamos viviendo son de tal magnitud que los taxistas en lugar de preocuparse por Uber deberían de empezar a preocuparse por los coches sin conductor. Porque, añado, salvo que los prohíba el ayuntamiento, podrían ser una clara una opción para de transporte público. Y dado que además son eléctricos y no polucionan, a ver en base a qué los prohíbe el ayuntamiento. Puedes prohibir la actividad de Uber porque son malvados capitalistas – y encima norteamericanos - pero prohibir un vehículo que no poluciona y cuyo nivel de accidentes es mucho menor que el de un vehículo normal, es más complicado. Y donde no hace falta escuchar la radio a todo trapo mientras te lleva.
Cambios de esta magnitud generarán muchos negocios y amenazarán a otros. Directa o indirectamente. Y no me refiero sólo al sector del taxi. Nada menos que el Sr. Warren Buffett admite sentirse amenazado por este cambio, aunque su reacción no ha sido intentar que su amigo Obama los prohíba. Probablemente esté, de hecho, buscando las empresas beneficiarias del cambio para invertir en ellas.
Buffett es propietario de una importante compañía de seguros donde el grueso de las pólizas es de accidentes. Y lo que le preocupa es que hasta la fecha un coche no manejado tiene un ratio de accidentes mucho menor que uno conducido por un conductor medio. De hecho después de medio millón de millas en pruebas no ha habido ni uno. La media de un humano es de un accidente cada 250.000 millas (la de Madrid no creo que sea esa) Y son sólo prototipos. Cuando no lo sean ¿Qué pasará con el pastón que cobran las compañías de seguros? Su negocio podría verse afectado. No puedes cobrarle ese dineral a un coche que con el tiempo seguramente tendrá los mismos accidentes que un tranvía. Y cuando digo que es sólo cuestión de tiempo es porque ocurre como con todo en tecnología: depende de lo que se tarde en hacer un microprocesador y un ordenador lo suficientemente potentes.
Por el lado de los beneficiarios están desde quién haga ese ordenador o ese microprocesador hasta las compañías de automóviles que acierten en la alianza con quién consiga la tecnología más eficiente. El negocio se calcula moverá trece mil millones en ventas en poco tiempo. Apple, Google, Intel, Tesla GM o Hunday: todos están tras ello (cuando lo que deberían hacer es pensar en Grecia, que afecta pero que mucho más, a sus ventas)
No me interpreten mal. No me he vuelto de repente analista de valores. Lo mío sigue siendo la estrategia de inversión. Y les he puesto este ejemplo para que se hagan una pregunta ¿Qué es más importante para las bolsas a medio/largo plazo, lo que ocurra en Grecia o el increíble avance tecnológico del que estamos siendo testigos y que Grecia nos impide ver? Porque no es sólo el coche sin conductor. Es la impresión en tres dimensiones – imaginen las consecuencias de esa tecnología -, el ataque de los “disruptors” a la cadena de valor de los bancos, etc., etc. La lista sería larga. Y creo que ese cambio tecnológico es mucho más importante para la economía que lo que ocurra en un país de 10 millones de habitantes que representa sólo el 2% del PIB de la Eurozona y que ha tenido la desgracia de llevar toda su vida “dirigido” por políticos peores que los nuestros. Que ya es decir.