Hace un par de meses escribí en otro medio sobre cómo sería la economía en manos de Trump. Y lo hice porque consideraba que, contrariamente a la opinión generalizada, veía perfectamente posible que ganara. Y no tanto por él mismo, sino por lo pésima candidata que me parecía Hillary Clinton.
Desde entonces Hillary me sorprendió positivamente en los debates y Trump hizo justo lo contrario. Y mira que ella es un objetivo fácil, súper conectada como está con ese “establishment” que cada vez odia más el pueblo, y con el armario lleno de esqueletos.
Ya daba yo por muerto a Trump cuando ¡zas!: sale del armario un esqueleto de proporciones épicas justo antes de las elecciones. Hillary no solo usaba su correo personal – y por lo tanto inseguro – para temas de Estado, sino que compartía esos documentos con una ayudante suya, cuyo correo era todavía más vulnerable. Vamos, de traca. Y Trump, que no es tonto, lanza una idea simple pero eficaz: si gana Hillary tendremos un presidente investigado por el FBI desde el día uno. Eso de la mujer que hasta sus votantes llaman “Hillary la mentirosa”.
Así que desempolvemos lo que les decía que podría pasar en los mercados si gana el del tupé.
Fuerte caída y posterior recuperación de las bolsas
Primero el miedo. Luego la reflexión. Trump no es Pablo Iglesias. No ha venido a dinamitar el sistema económico norteamericano ni a sus empresas. Es más: ha propuesto bajarles los impuestos al 15%. Y EE.UU. no es Europa. Allí no depende todo del BOE.
Muy malo para los bonos
Se mire por donde se mire, es malo para el precio de los bonos. Si bajas fuertemente los impuestos y no tienes una idea clara de cómo compensarlo con otros ingresos – y el no parece tenerla - , la respuesta es más déficit. Pero cualquiera que conozca los mercados sabe que podría aumentar el déficit y aun así aguantar el precio de los bonos – miren a Japón –, si el mercado considera que el país se lo puede permitir. El “problema” es que una bajada de impuestos de esa magnitud, unida al aumento del gasto que propone Trump– muro con Méjico incluido –, es un “chute” que probablemente dispare el crecimiento económico y, con él, los tipos de interés.
No va a tener que presionar a Yellen para que suba tipos. Viendo esto, Yellen los subirá ella solita. Y el mercado de bonos también.
Volatilidad
Al inicio del año dije que la característica sería la volatilidad ¿Se acuerdan de aquel post de primeros de año que se llamaba “2016 El año del Trader”? Pues a este paso va a ser “la década del Trader”. Trump no se va a cargar el sistema económico norteamericano, pero va a generar mucha tensión política. Con China, con Rusia, en Oriente Medio, … No nos vamos a aburrir. Los mercados tampoco.
Afortunadamente no es necesariamente un mal escenario para el inversor, como explicaba en aquel artículo.
Espero que todo se quede en un susto, pero, por si acaso, les contaré algo que les anime un poco: soy de las – creo – pocas personas que conocen a alguien que ha hecho negocios con la familia Trump. Y digo bien familia, porque, primera confidencia, parece ser que los hijos intervienen bastante en la gestión. Pues bien, el caso es que mi conocido me dijo que no era para nada el pirado que aparece en público, y que se trabajaba bien con ellos. Eso sí: me dijo una frase enigmática: “Con Trump todo va bien…… mientras las cosas vayan bien”. Y luego, pese a mi insistencia, no quiso decir más.