Hay una teoría, demostrada en la práctica, que establece que a muy largo plazo el SP 500 solo tiene una dirección: al alza. Es conocida como la teoría del mercado alcista “secular”.
El diccionario dice que “secular” significa “que dura un siglo o desde hace siglos”. En el caso del SP 500 serían 90 años, que es el periodo de existencia de este índice, pero si añadimos la historia previa del Dow Jones se cumpliría perfectamente la condición de “secular”.
Pero no es menos cierto que entre medias hay periodos bajistas muy largos. Y que en muchas ocasiones el SP 500 (o el MSCI World) se ven superados por otros índices y activos. La llamada “teoría secular” sobre la dirección de los grandes índices funciona bien en el muy largo plazo, pero hay que tener mucho cuidado de pensar que todos los días van a ser verano. Porque la cruda realidad es que también existen el otoño, el invierno y la primavera.
Pero hoy no vamos a analizar si es una buena idea o no “sentarse” en un gran índice y olvidarse de todo —en cuyo caso, por cierto, no tiene mucho sentido pagar una comisión de gestión de cartera—, o si es mejor realizar una gestión activa por activos, países y sectores. En esta ocasión lo que queremos es ver dónde estamos dentro de esa tendencia alcista “secular” o “natural” alcista y, sobre todo, hacia dónde podríamos ir de acuerdo con esta teoría.
Lo hacemos sobre el SP 500 porque, al final, aunque otros pueden hacerlo mejor o peor, la dirección alcista o bajista fundamental de casi todos los índices la marca el SP, como índice que representa a la economía más importante del mundo. Y vamos a analizarlo de la mano de quien lleva mucho tiempo estudiando esta tendencia, el equipo de análisis de la gestora norteamericana Fidelity.
Gráfico nº 4: La tendencia alcista “secular” del SP 500 y su proyección a futuro.
La línea negra del gráfico n.º 4 representa la evolución del índice SP 500 desde el año 1975. La línea gris representa dicha evolución desde que existe el índice (unos 90 años). No es una línea de tendencia en el sentido técnico de la palabra, es simplemente una línea que define esa tendencia a muy largo plazo o “secular” del índice.
Como puede verse, el SP 500 se mueve muchas veces por debajo de lo que hace dicha tendencia secular, pero a nosotros en esta ocasión lo que nos importa es la línea gris de tendencia “secular”. Y sobre todo nos interesa la línea de color naranja del primero de los dos gráficos. Dicha línea naranja es el resultado de los cálculos efectuados por el departamento de análisis de Fidelity en base a lo ocurrido en periodos anteriores similares (los tenemos en la parte baja del gráfico).
En otras palabras, la línea naranja nos ayuda a proyectar cuál podría ser la dirección del SP 500 si se mantuviera la tendencia “secular “del índice, basándose en lo que ocurrió entre 1975 y el año 2000.
Ciertamente es algo generado en base a información del pasado y ya sabemos que rentabilidades pasadas no significan rentabilidades futuras. Pero el estudio lo ha hecho un grupo de analistas muy profesional, no alguien que se levanta una mañana y decide publicar unas cuantas líneas de tendencia en Twitter. Y qué duda cabe que, como veremos en el gráfico número 5, la similitud entre el periodo 1975-2000 y el actual es francamente llamativa.
De hecho, lo que creo que da un soporte muy importante a la tendencia alcista en vigor es lo que vemos en el gráfico siguiente, el número 5. En él observamos como desde el año 1930 se han producido tres mercados alcistas de muy largo plazo y muy potentes. El último sería el actual, que se inicia en 2010, tras la gran crisis financiera. Y, entremedias, hay tres periodos bajistas o laterales igualmente largos. Son los que aparecen en recuadros.
Gráfico nº 5: súper ciclos bursátiles alcistas y periodos bajistas o laterales intermedios.
La conclusión sería que hay bastantes probabilidades de que el mercado alcista de largo plazo actual —“superciclo” bursátil alcista en mi terminología, ver “Cuaderno de Mercado” n.º 10, de diciembre de 2017—, tenga todavía recorrido. Especialmente porque, como puede observarse en los anteriores, las correcciones intermedias “limpian” el mercado y permiten que el periodo alcista sea más largo.
Además y como puede verse, un mercado alcista “secular” suele romperse cuando lleva un largo periodo de subidas ininterrumpidas, que suele acabar en el típico periodo de euforia en el que todo el mundo se cree un genio de las finanzas. Y ahora mismo no es el caso. Más bien al contrario: casi todo el mundo piensa que la bolsa ya no va a subir nunca más.
Finalmente, y aunque sea un argumento poco científico, jamás se ha producido un mercado alcista o bajista de larga duración que haya sido detectado previamente por el 100 % de los medios, analistas, asesores y los gestores. Y actualmente todos ellos dicen que vamos a dicho mercado bajista de largo plazo.
Cosa distinta es que ajusten sus carteras a lo que dicen sus palabras. Es una práctica muy habitual jugar a las dos posibilidades para así poder siempre cantar victoria. Decir que va a caer el mercado pero mantener posiciones en renta variable y así si cae poder decir que se ha dicho y si sube poder mostrar resultados positivos en las carteras o fondos gestionados. Pero lo que está claro es que a día de hoy, al menos de palabra, casi todos son bajistas.
Nosotros concluimos con algo parecido al capítulo anterior: hay que tener la mente abierta y basarnos en datos y realidades, no solo en el movimiento de la manada. No podemos ni debemos descartar la posibilidad de una vuelta a la tendencia alcista, igual que tampoco podemos descartar que haya finalizado el mercado alcista. Como se dice en el fútbol, el partido está totalmente abierto.