"Panem et circensis" es una alocución latina creada por el poeta del siglo I Juvenal que describe la práctica de los gobiernos populistas que mantienen tranquila a su población regalándole alimento y entretenimiento con fines asistencialistas. Julio César labró la fama que luego le llevó a la más alta magistratura distribuyendo (a su costa) trigo gratuitamente y organizando juegos circenses. Y así hasta llegar al emperador Aureliano, que distribuía dos panes gratuitos diarios a trescientas mil personas. Para entonces esa costumbre ya no era una dádiva sino algo a lo que el emperador esta obligado si quería continuar vistiendo la toga.
Por cierto, que el profesor Huerta de Soto opina que fueron prácticas como esa las que se cargaron el Imperio Romano y no la inmigración de los desarrapados Godos.
Naturalmente hoy en día la cosa se ha puesto francamente peor. Hay un lector de este blog, que además es cliente mío, que es un tipo muy majo y cuyo único defecto es que es sindicalista, aunque en él este defecto no es ideológico, sino que más bien se hizo sindicalista y del comité de empresa para que no pudieran despedirle. Desde luego que no tiene un pelo de tonto.
Hace unos días me envió amablemente una comunicación de Comisiones Obreras por si era de mi interés. Y vaya que lo es, pero no en el sentido de que me guste, sino más bien en el contrario. La iniciativa es la siguiente:
La Federación de Industria de Madrid de CCOO tiene a vuestra disposición pliegos para la recogida de firmas con el objetivo de poner en marcha la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para la modificación de la ley hipotecaria.
Esta iniciativa pretende Modificar la Ley de Enjuiciamiento Civil, con la finalidad de regular la dación en pago retroactiva, es decir, el hecho de entregar la vivienda a la entidad financiera con la que se tiene la hipoteca a cambio de quedar libre de toda deuda para así paralizar los desahucios, siempre que se trate de la vivienda habitual y el impago de los préstamos hipotecario sea debido a motivos ajenos a su voluntad y promover el alquiler social. El ejecutado tendrá derecho a seguir residiendo en la vivienda pagando un alquiler no superior al 30% de sus ingresos mensuales por un período de cinco años.
Dada la enorme importancia social de esta iniciativa esperamos contar con vuestro apoyo y colaboración para recoger el mayor número de firmas posible. Muchas gracias
Por lo visto estos Einstein han descubierto la solución al problema: que los deudores pierdan la propiedad a cambio de que se les perdone toda la deuda, pero sin que eso signifique que tengan que abandonar la vivienda sino que, por el contrario, puedan permanecer en ella a cambio de un mini alquiler. Todo ello sería de obligatorio cumplimiento -o sea, un trágala- para los acreedores, precisamente los mismos bancos españoles que están todos a punto de quebrar. Les estaría bien empleado por haberle dado préstamos sub-prime a tanta persona inadecuada.
De modo que España, que está cuasi-quebrada y que ha sido cuasi-intervenida por la Unión Europea y que está siendo sostenida con los tributos que pagan los industriosos alemanes, lo que debería hacer según estos superdotados de CCOO es terminar de hundir en la ruina a los bancos españoles.
La culpa no es del gobierno de Zapatero ni del gobierno actual, sino de toda una clase política que no tiene el valor de decirle al pueblo lo que el pueblo no quiere oír pero que es necesario que oiga de una vez, QUE EL DINERO PÚBLICO NO CAE DEL CIELO ni nos lo regalan los de Berlín, sino que hay que quitárselo por la fuerza a los ciudadanos españoles que lo han ganado con el sudor de su frente y que el dinero que falte hay que pedirlo prestado y luego devolverlo con intereses. Y que, por tanto, es imprescindible gastarlo con muchísimo cuidado.
Este fin de semana se cumple un año desde tomaran las calles los del 15-M, que pasaron de estar indignados con la clase política y de reclamar "democracia real ya" a convertirse en unos anti-sistema pedigüeños, Esa sí que es buena, quienes menos cotizan y contribuyen a los tributos que pagamos todos son precisamente los que más gastos sociales reclaman para sí. Si trabajaran un poco más verían lo mucho que cuesta ganar el dinero y no estarían tan de acuerdo en que se repartiera con tanta alegría.
Por cierto, ¿recordáis lo que decía Obelix respecto a los romanos? Pues eso.