Re: Mi experiencia en reclamaciones bancarias. El daño que hacen a la entidad.
Sigo con el relato.
Un amigo, licenciado en derecho, y muy crítico con las "malas prácticas bancarias" (eufemismo de la canallería), me decía que la policía municipal no podía acudir a un negocio que te negase una hoja de reclamaciones ya que se tarta de una cuestión privada; por eso no la llamé. Pero al llegar al trabajo me dice una compañera que la llame, que si no, no se puede demostrar que te la negaron. Y así fué, les avisé y volví a la sucursal que está cerca.
Esperé un rato y cuando llegó la dotación entramos. El ejecutivo "de aspecto imponente" estaba haciendo no sé qué porras en su mesa`, todo frío; en unos instantes nos
pasa al despacho del director, a los municipales y a mi. Este, un jovencito efébico, se pone hecho una furia, o simulando estarlo:
- ¡Ha armado escándalo, insultado a nuestro presidente y, madre mía, amenazando con llamar a no sé quién, sólo faltaban los bomberos. Le dijimos que se habían acabado las hojas, pero afortunadamente, en esta ciudad hay 4 sucursales y hemos ido a por una. - (excusas de niño que no ha hecho los deberes)
Digo yo que podría haberla pedido en el bar de al lado, pero igual ni lo tragan. Yo alargaba la mano para coger la hoja que me la negaba y le dije:
- Mentiroso
Converso con los agentes sobre lo impresentable de esta gente y me dice uno:
- Yo cuando ocurren cosas así voy directo a consumo.
Poco después sale el otro y me da el recado:
- Me encargan que le diga que si vuelve armando escándalo lo denuncian.
Conclusión; cuando pides una hoja de reclamaciones en una sucursal bancaria queda olor a caca durante dos meses.