Puede que estés remontándote a principios de los años 90, con el 'caso cesiones'. Quizás tu pareja y su hermana estuvieran en alguno los grupos que se citan aquí:
http://www.e-defensor.com/seccions/completa.asp?Titular=En+el+%22caso+de+cesiones%22%2C+los+hombres+de+Bot%EDn+utilizaron+a+fallecidos%2C+a+emigrantes%2C+a+ancianos+desvalidos+y+hasta+antiguos+clientes+del+Santander+%28II%29
Durante los años 88 y 89 el Santander realizó más de 47.000 operaciones de cesiones de crédito, un producto que llegó a captar un nominal de 423.000 millones de las antiguas pesetas, más de 2.500 millones de euros de dinero que circulaba fuera de los cauces legales, y a cuyos dueños se aseguraba que iba a seguir siendo tan 'negro' como antes. El banco, además de ofrecer una alta rentabilidad y la falta de retención fiscal de los rendimientos, ofrecía un plus de opacidad que garantizaba a los clientes que nunca entregaría al Fisco la identidad de los titulares efectivos de las operaciones. Cuando por la Administración Tributaria el banco fue requerido para que facilitara el nombre de los titulares de las operaciones respectivas, el propio Santander ofreció a esos clientes realizar falsos cambios de titularidad en las cesiones de crédito ya formalizadas, proporcionando así a la Hacienda Pública identidades falsas como titulares efectivos de las operaciones. En concreto, el banco entregó al Fisco información falsa sobre 9.566 operaciones formalizadas que representaban 145.120 millones de pesetas. Y al mismo tiempo puso en marcha una operativa por la cual los empleados, mediante instrucciones directas de los acusados, procedieron a simular contratos mercantiles de cesiones de crédito, así como resguardos provisionales y documentación contable de diverso carácter, con el fin de aparentar que esas operaciones se habían realizado por terceras personas y no por los verdaderos titulares. A tal efecto, no dudó en declarar como titulares de las cesiones a personas fallecidas, emigrantes no residentes en España, ancianos desvalidos, trabajadores en paro, familiares de empleados del banco, antiguos clientes que ya no mantenían relación alguna con la entidad, etcétera. En definitiva, como reproducía también hace unos días El Confidencial, estamos ante lo que alguien, en sede parlamentaria, calificó en su día como "el mayor fraude fiscal de la democracia".
Más información: http://www.e-defensor.com/buscador.asp?palabra=ucl%E9s
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