Bueno, bueno, muy bueno. Me lo estáis poniendo más que difícil Europ y tú. Me ha encantado tu post y la metáfora de la ramita en el río. Así me he sentido muchas veces en mi vida.
Si te pudiera contar las minúsculas decisiones que han ocasionado un giro de 180º en el devenir de los acontecimientos y por ende de mi existencia.
Nos ocurren a todos pequeños incidentes, los solemos llamar casualidades, que nos hacen replantearnos nuestra actitud, nuestro pensamiento y poco a poco, vamos aprendiendo de nuestras experiencias, también de las negativas y maduramos, a trompicones, pero lo hacemos. Precios altos tenemos que pagar, éso sí, pero a la larga, nos damos cuenta que merecieron la pena, aunque en el momento, no los entendamos, ni los aceptemos, ni los queramos.
El reconocimiento a mi sonrisa durante años, cambió mi vida para siempre. Por eso le decía a Europ que me gusta sonreír a los demás y desearles un feliz día por las mañanas.
Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.