Compró acciones en el mercado al precio al que cotizaban, compró más acciones en el mercado a través de intermediarios, al precio al que cotizaban, lanzó una opa a un precio superior al que cotizaban , y suscribió las posteriores ampliaciones de capital. Así se hizo con el control de la empresa. No pudo arruinar la empresa porque la empresa ya estaba arruinada. El desplome de la cotización se debió a la estampida que se produjo como consecuencia del descubrimiento que el patrimonio neto de la empresa era negativo, es decir estaba en quiebra técnica. Fridman podrá ser responsable de muchas cosas, pero no lo es del hundimiento de la cotización de Dia.
De hecho, la empresa seguía respirando gracias a la expectativa de que había un inversor dispuesto a meter pasta. Sin Fridman Día ya no existiría. Blackrock y el Santander, que eran los grandes propietarios de su deuda la habrian capitalizado, habrían troceado y vendido para recuperar todo lo que pudieran y fin de la historia. Tanto Fridman como todos los minoritarios habrían perdido todo lo invertido. Fridman no estaba dispuesto a perder lo que ya había invertido, así que decidió hacerse con el control de la empresa, eso sí, al menor precio posible ,e intentar reflotarla. En esas negociaciones entre tiburones los minoritarios ni pinchan ni cortan.
Y en esas estamos, no sabemos si Fridman tendrá éxito en su intento de reflotarla. El que pierde o gana pasta con esta acción lo hace como consecuencia de sus decisiones, ,lo demás son excusas de mal perdedor