Mota-Engil México, uno de los socios inversores que salieron al
rescate de Duro Felguera en la última ampliación de capital, avisa
de que la ... supervivencia de la compañía asturiana no pasa por
ellos y el tiempo se agota. «No inyectaremos más fondos. La
inversión se hizo para obtener know-how», explicó el consejero
delegado, Carlos Mota Santos, en una reunión con analistas posterior
a la presentación de resultados del ejercicio 2024. Según recoge El
Economista, el plan de la multinacional de origen luso era únicamente
instrumental: poder lograr el conocimiento que acapara Duro en
sectores como el de la construcción de plantas energéticas. A pesar
de la situación crítica en la que se encuentra la asturiana y que
podría pensarse que la operación fue un fiasco, «podemos concluir
que la inversión ya está dando sus frutos, pues se nos están
adjudicando ya los primeros proyectos vinculados a estos sectores»,
expresó el directivo, más interesado en la experiencia acumulada por
Duro que por otros aspectos.
Mota-Engil México, que tiene el 24% del capital del grupo asturiano,
es una participada por la matriz Mota-Engil y Grupo Prodi, que tiene
prácticamente otro 31% de los títulos de Duro Felguera. De momento,
ninguno de esos socios mexicanos parecen estar dispuestos a inyectar
más dinero en la centenaria compañía asturiana, tras aportar 90
millones de euros en dos ampliaciones de capital hace algo menos de un
año.
Noticias relacionadas
La solución, coinciden todas las partes, pasa por la Sociedad Estatal
de Participaciones Industriales (SEPI), y que esta capitalice los 100
millones de euros que concedió en varios préstamos participativos
-otros 20 fueron mediante un crédito ordinario-. A Duro Felguera se
le acaba el tiempo, el próximo día 11 de marzo vence el preconcurso
de acreedores. Está previsto que hoy se celebre un nuevo consejo de
la compañía que puede ser clave para su futuro.
De contar con el apoyo de la SEPI, sería su segunda salvación a
cargo de esta, ya que la compañía con sede en Gijón recibió 120
millones de euros de ayuda pública en 2021, procedentes del Fondo de
Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégica, puesto en marcha por el
Gobierno a raíz de la pandemia, que causó graves descalabros en el
tejido productivo. Entonces, el Principado –mediante la Sociedad
Regional de Promoción– aportó otros seis millones de euros.
Más complicada es la negociación con los bancos acreedores, que
muestran reticencias a mantener su apoyo a la compañía dadas sus
complejas circunstancias.