La Comisión Europea ha anunciado este lunes una multa de 1.840 millones de euros a Apple por abuso de posición en la distribución de música en 'streaming' por el modo en que impide a plataformas como Spotify informar a los usuarios de iPhone o iPads de formas de suscripción alternativas al acceso directo desde la tienda online que la multinacional instala en sus dispositivos, la App Store.
"Durante décadas, Apple abusó de su posición dominante en el mercado de música en 'streaming' a través de su App Store", ha advertido la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Competencia, Margrethe Vestager, en una rueda de prensa para anunciar la sanción.
La política danesa ha insistido en que impedir a los desarrolladores que informaran a los consumidores sobre ofertas "alternativos y más baratas disponibles fuera del ecosistema de Apple" no sólo es "ilegal", sino que tuvo un impacto en "millones de consumidores europeos" que no pudieron "elegir libremente" qué servicios contratar.
El caso se remonta a 2022, cuando Bruselas acusó a la compañía de actuar como "guardián" del acceso a las aplicaciones y abusar de una posición dominante en el mercado de la distribución de música en 'streaming'.
La compañía ha sido muy crítica en su respuesta y ha afirmado en un comunicado que el Ejecutivo comunitario no ha logrado presentar "ninguna prueba creíble" de que sus prácticas hayan perjudicado a los consumidores, sino que, por el contrario, ha "ignorado" la realidad de un mercado "próspero, competitivo, que crece rápidamente".
Además, Apple carga contra Spotify por considerar que ha sido el principal promotor de esta decisión a pesar de ocupar ya el 56% del mercado de la música en streaming en Europa sin "pagar nada a Apple por los servicios que le han ayudado a convertirse en una de las marcas más reconocidas del mundo".
Preguntado por ello, Vestager ha mostrado también su sorpresa por la contundente reacción de Apple y defendido que las medidas tomadas por Bruselas servirán a competidores "pequeños" para quienes este caso tiene una "importancia crítica" para poder competir en pie de igualdad.
No en vano, Bruselas describe "prácticas desleales" por parte de la compañía norteamericana en tanto que durante una década impuso restricciones que no fueron "ni necesarias ni proporcionadas" para proteger sus intereses comerciales y que supusieron que muchos usuarios de iOS tuvieran que pagar "precios netamente más elevados" por sus suscripciones musicales por la comisión impuesta por Apple a los desarrolladores.
En concreto, los servicios comunitarios consideran que Apple impidió a los otros desarrolladores informar a los usuarios de iOS dentro de sus aplicaciones sobre los precios de las ofertas de suscripción disponibles en Internet fuera de la aplicación.
También le achaca haber prohibido que informaran a los usuarios de iOS dentro de sus aplicaciones sobre las diferencias de precio entre las suscripciones dentro de la aplicación vendidas a través del mecanismo de compra dentro de la aplicación de Apple y las disponibles en otros lugares.
La tercera cuestión por la que Bruselas ha tomado la decisión es por el que la compañía impidiera a los desarrolladores alternativos incluir enlaces en sus aplicaciones que lleven a los usuarios de iOS al sitio web del desarrollador de la aplicación en el que se pueden comprar suscripciones alternativas.
Asimismo, impidió a los desarrolladores de aplicaciones ponerse en contacto con sus propios usuarios recién adquiridos, por ejemplo por correo electrónico, para informarles sobre opciones de precios alternativas después de configurar una cuenta