Pharma Mar es una microcap del sector biotecnológico español, cuyo elemento diferenciador es la búsqueda de organismos marinos para la investigación de sus fármacos. Fue fundada por José María Fernández Sousa en el año 1986 como empresa del grupo, y en 2015 absorbe a su matriz.
Siempre ha sido una empresa con mucho atractivo bursátil en los denominados "chicharros" (aunque hasta hace poco ha estado en el Ibex 35).
Su fundador y presidente tuvo el olfato, carisma y valentía de transformar una empresa fabricante de lacas e insecticidas, en una Biotech que a día de hoy se encuentra entre las más reconocidas a nivel nacional.
Muchas son las polémicas que han envuelto a Pharma Mar desde sus inicios: hay quien achaca a Sousa promesas incumplidas (quizá más por un optimismo desmesurado de la empresa que por mala fe o ser un villano) y hay quien responde que el mundo de la biotecnología es así y está hecho sólo para héroes, donde David lucha contra Goliat.
Su primera polémica nació con su primer medicamento en el mercado, Yondelis. Tras ser aprobado en Europa en 2007 para sarcoma, y cuando todo parecía indicar lo contrario, la empresa recibió el varapalo de la agencia del medicamento americano (FDA) en 2009 con la denegación para el cáncer de ovario y que supuso una caída histórica en bolsa. Años más tarde, en 2015, Pharma Mar consiguió la aprobación de la FDA del mismo medicamento pero esta vez para el tratamiento de sarcomas de tejidos blandos. Dichas aprobaciones (2007 EMA y 2015 FDA) han supuesto una inyección económica para acometer nuevos estudios.
Sin embargo, la mayor polémica que rodea a Pharma Mar es, sin duda, su medicamento Aplidin. Aprobado en países como Australia para mieloma múltiple fue denegado por la agencia europea del medicamento (EMA) en una más que escandalosa decisión y para la cual, el tribunal de Justicia Europeo, ha acabado dando la razón a la empresa: en Julio de 2024 la Comisión Europea (CE) reconoce que se permitió participar en el procedimiento de autorización de comercialización de Aplidin (plitidepsina) a un experto del grupo científico consultivo que estaba desarrollando un producto rival. Aplidin volverá a ser reevaluada por la EMA.
Aplidin, volvió a saltar al centro de las polémicas en lo más duro de la pandemia del COVID-19: un estudio realizado por el CSIC ad-hoc contra el virus, parecía demostrar una potente actividad del fármaco contra la primera cepa del virus. La empresa solicitó a la Agencia Española poder iniciar una fase II/III contra el virus y sin embargo, basándose en la NO aprobación en Europa del mismo (decisión que acaba de ser anulada), se le llevó a la casilla de salida para arrancar una fase I (este hecho, a la postre, conllevó con el tiempo el fracaso del estudio por falta de pacientes).
Pese a estar dicha molécula avalada por científicos de mucho prestigio, todo acabó en promesas fallidas, decenas de millones gastados en balde y un departamento de virología cerrado.
Otros fracasos como Silentys en el tratamiento de ojo seco asociado a síndrome de Sjögren, el desmantelamiento de Genómica (su división en diagnóstico) por baja rentabilidad, y los retrasos en otros muchos estudios hace que la confianza inversora en esta empresa esté muy "tocada", y deban recuperar su credibilidad a base de resultados contundentes