PharmaMar ante su fracaso: pone en peligro aplidin al retrasar medio año sus resultados
Selecciono cuatro párrafos del artículo y los comento:
1.- De hecho, la verdadera realidad detrás de aplidin es que difícilmente pueda llegar a los mercados. Principalmente, porque sus tiempos han quedado obsoletos, más allá de los resultados que pueda obtener.
El Aplidin se comercializará tardiamente. Cuando el covid ya esté vencido. Y deberá de competir con otros antivirales. No creo que su cuota de mercado sea superior al 10%. En este artículo:
se dice que en 2026 el mercado de antivirales para el covid será de 665 M$=554 M€, por lo que los ingresos de Pharmamar por Aplidin alcanzarían únicamente los 55 M€, y yo creo que ni eso, porque en 2026 no habrá alcanzado el “pico de ventas”. Es decir salir al mercado saldrá, pero facturará muy poco al menos en monoterapia. Combinado con otros antivirales, y en forma de comprimido, quien sabe.
2.- …la firma española deberá esperar a verano en el mejor de los casos para sacarlo al mercado. Las fechas son siempre una incógnita, pero con el ensayo finalizado en marzo, se necesitan como mínimo otro trimestre más para su puesta a punto.
Analizando la historia del Aplicov nadie (medianamente objetivo) puede pensar que el Aplidin llegará el mercado el próximo verano. El Sr. Pedro Ruiz dice que se necesita otro trimestre (a partir de marzo de 2022) para su puesta a punto. No sé lo que entenderá por “puesta a punto”. Supongo que querrá decir que habrá que redactar los textos de las pruebas y confeccionar los gráficos para presentar a las entidades reguladoras, que no será la FDA porque el ensayo no se hace en EE.UU. Quien lo tiene que aprobar es la EMA sin tener ningún mecanismo de aprobación acelerado.
Por analogía con Aplicov, aún suponiendo que el Aplidin se incluya en la cartera de fármacos preferentes de la UE, el dossier de Neptuno para su aprobación y registro no estará listo hasta pasado el verano del 2022. Y ya no digamos si el Aplidin NO es seleccionado para esa cartera de fármacos. No creo que pueda autorizarse antes de 2023.
Las fases 3 de cualquier ensayo clínico duran como mínimo dos años. Lo normal es que Neptuno terminara en 2023. Lo que no se entiende son las fechas divulgadas por Sousa, que no son creíbles. Ahí sí que ha tenido un fallo muy importante.
3.- En abril de 2022, cuando podría estar revisando a fondo Neptuno, la situación podría ser totalmente diferente, en cuanto a emergencia sanitaria, lo que llevaría a una aprobación más lenta y a dilatar aun más la comercialización de Aplidin.
En esto también tiene razón el articulista. Si se presenta la documentación de Neptuno por ejemplo después del verano del 2022, si los efectos de la pandemia son los de una gripe normal, las agencias reguladoras no estarán tan presionadas para acelerar los trámites aprobatorios y se tomarán su tiempo.
4.- Quizás eso sí se convierta con el tiempo en el engaño ‘más potente’ hecho jamás. Mientras, los pequeños accionistas pierden casi un 50% desde los máximos del Aplidin.
Ahí yo creo que se pasa. Sousa no engañó a nadie diciendo que era el antiviral más potente. Podía ser verdad. El problema está en las dificultades que tiene Pharmamar para monetizar los resultados de sus esfuerzos de Investigacion y Desarrollo. Tiene un buen “pipeline” con sus miles de moléculas pero a la hora de la verdad no sabe vender el producto. Se atasca por el camino, bien por sus propios fallos o, bien por las perrerías de la competencia y afines.
Con la Lurbinectedina, Pharmamar tendrá éxito por dos motivos:
- No existe un fármaco competidor para el CPCP-2L que pueda preocuparle (por el momento)
- Va de la mano de Jazz en esta etapa inicial de llegada a los mercados.
Con la Plidepsina no tiene esa suerte y todos los puntos débiles de Pharmamar quedan al descubierto.
Y esto de que los pequeños accionistas pierden el 50%... ¿Cuanto pierden los que invierten en una startup?. La salida al mercado de un nuevo fármaco es toda una aventura, tiene sus riesgos y el que invierte ahí tiene que saber a lo que se expone. No se engaña a nadie.
COMENTARIO FINAL.
Con este señor Pedro Ruiz, hay que ir con mucho cuidado porque solo ve los puntos débiles de Pharmamar ignorando sus fortalezas y devaluando los esfuerzos que esta empresa está realizando para convertirse en puntera en el desarrollo de fármacos marinos. En España estamos acostumbrados a que todo nos lo den hecho, partiendo de la famosa frase: ¡Que inventen ellos!. Somos expertos en comercializar lo que inventan otros y cuando surge una empresa que lucha por obtener nuevos fármacos en vez de animarla a proseguir y valorar su trabajo, se la desprestigia. Los artículos de este señor todos van en esa línea y sorprendentemente todos van en contra del Aplidin y todos son de 2020.
1.- Las malas artes de PharmaMar con un fármaco atrapa a sus inversores
2.- La CNMV estrecha el lazo sobre el fenómeno mediático de PharmaMar
3.- Cuando la realidad se impone: el cuento de PharmaMar con aplidin se ha terminado
4.- La CNMV arrincona al fenómeno PharmaMar tras meses de contacto con expertos
5.- AstraZeneca da la puntilla a PharmaMar: Sousa se queda sin coartadas para aplidin
Fijarse que en los artículos 3, 4 y 5 da por muerto al Aplidin y en el articulo de hoy da entender que aún esta vivo pero ahora el problema es el retraso en sus trámites de autorización. Algo hemos avanzado porque el Sr. Pedro Ruiz ha resucitado al Aplidin. . El juego del Aplidin sigue. Ahora el problema está en hacerlo llegar al mercado y va a poner todo su empeño periodístico para “denunciar” que no va a poder ser y que nos están engañando. Es una manera como otra de promocionar la industria farmacéutica nacional. Y es que las buenas noticias no venden, solo el morbo de los contratiempos propicia un aumento importante de accesos a esta web y a este artículo. Ni caso a este señor, que solo va a su negocio, a costa de intentar estropear otros.