Vodafone espera vender toda su red fija en España para ingresar más de 4.000 millones
La venta de estos activos podría generar un verdadero terremoto en un mercado donde los fondos de inversión intentan ganar terreno
Vodafone España busca un socio industrial o financiero que adquiera su red de banda ancha fija en nuestro país. Según ha confirmado
THE OBJECTIVE con fuentes inversoras, el objetivo del grupo británico es
poder vender la totalidad de su red para obtener al menos 4.000 millones de euros en la operación y así poder rentabilizar el gran apetito que hay por este tipo de activos en el mercado
. Consultados por este diario, en la compañía no han hecho comentarios sobre estas informaciones.
Sin embargo, en la presentación a analistas posterior a la publicación de los resultados de su año fiscal 2021-2022 Vodafone confirmó que
«explora cambios estructurales en su red fija» en España con
«alternativas pragmáticas que podrían crear o desbloquear valor». Actualmente Vodafone tiene en España 10,5 millones de accesos fijos de alta velocidad (7,5 millones de HFC y otros 3 millones de fibra óptica).
Este periódico ha podido confirmar con fuentes del mercado que la idea inicial es poder enajenar de una vez toda la red a uno o más interesados, en forma de consorcio o de
joint venture. En el nuevo escenario surgido tras la fusión de Orange y MásMóvil,
Vodafone considera que en España el despliegue de fibra óptica ya no es una prioridad.
Apuesta por el 5G
Vodafone
se está replanteando completamente su modelo de negocio para adaptarse a la nueva realidad en la que tras la fusión de Orange y MásMóvil nacerán dos gigantes que competirán por el primer lugar -la nueva compañía y
Telefónica– y donde ellos tendrán un tercer lugar
sin posibilidad de discutir en la parte alta del mercado. Sin el lastre de su red de banda ancha fija podrían tener mayor margen comercial y seguir siendo proactivos en despliegues de la red móvil de 5G.
Por otro lado, en un mercado donde más del 90% del territorio ya tiene huella de fibra y donde solo quedan despliegues rurales por realizar, no es rentable seguir manteniendo los elevados costes de esta red, de la que
solo una cuarta parte es fibra óptica. Es por ello por lo que
la compañía ha decidido desprenderse de su red de alta velocidad en el hogar y así utilizar esta inversión en el despliegue de 5G y en potenciar su posición comercial,
duramente lastrada tras un lustro de guerra.
Hasta ahora las grandes operadoras han planteado modelos de monetización de sus redes, pero manteniendo el control de las nuevas compañías escindidas. Es el caso de la propia
Vodafone que sacó de su perímetro sus torres de telecomunicaciones móviles en una nueva empresa, Vantage Towers. En esta sociedad es donde precisamente en los próximos meses podría dar entrada a un inversor minoritario.
Apetito de los fondos
La apuesta por la red móvil les lleva a mantener parte de la propiedad, lo contrario de la red fija, que no es estratégica, pero que sí se le podría sacar una importante rentabilidad si se vende y se cierran acuerdos favorables para seguir alquilando el uso de esta red. Algo similar a lo que ha pasado con Telefónica, que vendió sus torres móviles a American Tower por 7.700 millones de euros.
Esta operación de Vodafone se produce en medio de un gran apetito inversor por este tipo de activos, en especial de fondos. Según publicó Expansión en abril, Vodafone comenzó a madurar la idea de desprenderse de su red de fibra, precisamente ante el interés del mercado por este tipo de activos.
Un proceso que, como ha podido saber este diario, está bastante avanzado y
podría estar resuelto antes de que finalice este año 2022. El plazo coincidiría con
el comienzo de la tramitación del expediente de la fusión entre Orange y MásMóvil en Bruselas, una fecha que no es baladí ya que en Vodafone quieren tener resuelto todo antes de que eche andar la nueva compañía y antes de la nueva batalla comercial que se avecina en el sector.
Posibles interesados
En estos momentos, Vodafone está armando la propuesta de valor para comenzar formalmente el proceso. En este sentido, las fuentes con las que ha hablado este diario indican que la valoración de este negocio no estaría por debajo de los 4.000 millones y podría incluso alcanzar los 5.000 millones, dependiendo de la forma en que se cierre el acuerdo de uso de la red mayorista.
Entre los interesados encontramos a los mismos fondos que llevan un par de años agitando los mercados. Entre ellos destaca el francés Ardian o el canadiense Brookfield. En el mercado tampoco se descarta que puedan pujar la propia Allianz, Macquarie o Aberdeen.
Venta de Lyntia
Los inversores valoraron el activo en unos 2.000 millones, ya que su actual dueño, Antin, ha decidido retener la otra rama del negocio que conecta 260.000 accesos de fibra óptica a hogares y otros 360.000 en despliegue, realizados en alianza con Avatel. Por esta segunda parte del negocio también se esperan obtener otros 2.000 millones.
Fibra de Telefónica
Del mismo modo, a finales de diciembre del año pasado KKR compró el 49% en Reintel (la red de fibra oscura de Red Eléctrica) por 971 millones de euros, lo que valoró esta filial en 2.300 millones. Unos múltiplos históricamente altos de los que Vodafone quiere sacar rédito, en la que sería la mayor venta de infraestructuras de red fija de la historia de España.
Un proceso que se podría desencadenar después de la venta de la mitad de la filial de la fibra rural de Telefónica.
Este diario ya adelantó la operadora prevé dar entrada a un socio con
hasta el 49% de la propiedad de su sociedad para desplegar fibra óptica en zonas rurales de España, con el objetivo de ingresar al menos 1.000 millones de euros.