http://www.elcomercio.es/economia/201412/13/regasificadora-gijon-lista-para-20141213004453-v.html
La regasificadora de Gijón ya está preparada para conectarse a la red nacional en la estación de válvulas de Robledo, en el municipio de Llanera. La obra del gasoducto Musel-Llanera era el último fleco que quedaba pendiente y, según aseguraron ayer desde Enagás, los trabajos ya han finalizado aunque quedan pendientes pequeños retoques de detalle en la superficie. El gestor del sistema gasista cumple así con los plazos que se había marcado al iniciar la obra y deja el futuro de la planta, hibernada desde finales de 2012, en manos del Ministerio de Industria. Aunque la Comisión Nacional de la Energía (CNE) estima que su puesta en marcha no será necesaria antes de 2017 para abastecer a la red gasística nacional, el departamento que dirige José Manuel Soria autorizó el pasado mes de febrero a Enagás a construir el gasoducto de 17 kilómetros y unas 30 pulgadas de diámetro y que ha supuesto una inversión de 12 millones de euros. Lo hizo, según argumentó entonces, para asegurar el suministro en la zona, solventando la saturación de la red de distribución en los municipios de Gijón, Oviedo y Avilés, con grandes problemas de pérdida de carga en esas zonas, que conlleva una disminución de la presión de gas en la red. Y para subsanar ese problema servirá la obra, al menos, hasta que el Gobierno decida qué uso dará finalmente a la planta gijonesa.
Desde el Ejecutivo regional llevan meses presionando al Gobierno para tratar de agilizar la puesta en marcha de la planta. Un objetivo que también persigue Enagás. El aumento de la demanda interna de gas, si se produce un repunte de la actividad económica, así como la exportación a través de barcos más pequeños del gas que previamente llegue a Gijón en metaneros, son dos de las aspectos que posibilitarían la entrada en servicio de la regasificadora antes del plazo previsto por la CNE. No hay olvidar tampoco el papel que la planta de Gijón puede jugar en el diseño del nuevo mapa energético para diversificar las fuentes y garantizar el suministro en todo el continente.
El hecho de que Bruselas haya asegurado que apoyará los proyectos españoles de interconexión pendientes, entre ellos, el gasoducto Midcat, que une España con Francia por Cataluña y que se encuentra parado en Hostalric (Girona), a unos 70 kilómetros de la frontera, resulta fundamental para aumentar la capacidad de suministro a Europa. Dicha interconexión incrementaría la actividad de las plantas y haría necesaria la entrada en funcionamiento de la de Gijón.