El holding aeronáutico IAG espera cerrar antes de cinco meses un acuerdo con Globalia "que satisfaga a ambas partes" para comprar el 80% pendiente de la aerolínea presidida por Juan José Hidalgo. La última valoración acordada fue de 500 millones de euros, una cifra que podría ser modificada durante las negociaciones que se están llevando a cabo.
Posteriormente, tendría que pasar más de un año hasta que las autoridades de competencia europeas aprueben finalmente el acuerdo.
De este modo, el consejero delegado de IAG Luis Gallego, confía en cerrar un acuerdo con Globalia sobre la compra de Air Europa antes de final del primer trimestre de 2023 "para fortalecer el hub de Madrid frente a otros europeos".
Iberia tiene un periodo de exclusividad en la negociación con Air Europa que vence a finales del primer trimestre del próximo año y confía en cerrar un acuerdo antes de que venza el plazo. Posteriormente el acuerdo alcanzado deberá ser analizado por las autoridades de Competencia, un proceso que se demorará en torno a un año.
Los 500 millones que inicialmente se habían acordado con la aerolínea del grupo que preside Juan José Hidalgo (rebajados desde los 1.000 iniciales) "pueden ser poco para Globalia y mucho para nosotros", según Gallego, por lo que habrá que encontrar "algo que nos sirva a los dos", aseguró en la presentación de resultados.
De momento, las negociaciones continúan. "Todo está abierto, nosotros hablaremos con Globalia y hay que llegar a un acuerdo en el precio que sea interesante para ambas partes", aseguró Gallego, confiando en llegar a un acuerdo antes de que finalice al año para no agotar el plazo previsto 'in extremis'.
CERRAR ACUERDOS SOSTENIBLES.
Durante la conference call ante los medios de comunicación españoles para analizar los resultados trimestrales, Luis Gallego también respondió a la convocatoria de tres meses de huelga, del 1 de noviembre al 31 de enero, de los tripulantes de cabina de pasajeros de Vueling, por parte de Stavla.
"Para nosotros es fundamental llegar a acuerdos con los colectivos de trabajadores para tener estabilidad y decidir dónde ponemos los aviones. Reconocemos el esfuerzo de las plantillas durante la pandemia, pero la prioridad ahora es invertir en aviones y tecnología, y devolver la deuda. Necesitamos llegar a acuerdos equilibrados que nos permitan de alguna forma garantizar la sostenibilidad de la compañía", aseguró Luis Gallego.
Una opinión compartida por el primer ejecutivo de Vueling, Marco Sansavini, que advirtió que "no se puede negociar bajo una amenaza de huelga". En su opinión las peticiones de incremento salarial realizadas son "inviables" y advierte que el conflicto solo limitaría las posibilidades de inversión "con un impacto negativo también en el empleo".
A la espera de la fijación de los servicios mínimos, Sansavini estima que la low cost catalana podrá operar al menos un 90% de la producción prevista en los días de huelga.
RESULTADOS POSITIVOS Y RENTABILIDAD CRECIENTE.
IAG presentó este viernes unos resultados muy positivos correspondiente al tercer trimestre del año en los que todas las aerolíneas de la compañía registraron una rentabilidad significativa
Todas las aerolíneas del grupo aportaron beneficio operativo, destacando especialmente el comportamiento de Vueling con 259 millones de euros frente a los 230 millones de euros registrados del verano anterior a la pandemia.
British Airways registró 411 millones de beneficio operativo (634 millones en el tercer trimestre de 2019), Iberia sumó otros 246 millones (frente a 27 millones del registro del tercer trimestre de 2019), y Aer Lingus ganó 139 millones por sus operaciones (30 millones menos que en el verano de 2019).
Luis Gallego indicó que en el caso de Iberia todos los negocios contribuyeron positivamente a sus beneficios. Los ingresos por pasajero se situaron un 5% por encima del mismo periodo de 2019, alcanzando los 1.262 millones aunque que la capacidad todavía estuvo un 16% por debajo de los niveles prepandemia. El factor de ocupación se elevó hasta el 89%.
El directivo indicó como elementos clave de esta recuperación la fuerte demanda en los principales mercados donde opera Iberia, una recuperación progresiva del tráfico corporativo, así como la capacidad de la compañía en adaptarse a sus competidores en el despliegue de su oferta de vuelo.
En lo que respecta a Vueling la compañía operó un 103% de la capacidad que tenía en 2019, gracias al incremento del mercado doméstico y tuvo un sólido desempeño con un beneficio de 259 millones de euros. Los ingresos de pasajeros aumentaron un 15% comparación con 2019 y el coeficiente de ocupación se situó en el 93%.
La recuperación paulatina de la capacidad unida a la llegada de nuevos aviones con mayor número de asientos lleva a IAG a estimar que el primer trimestre del año Vueling alcance el 120% de su capacidad respecto a 2019 e Iberia el 105%.
A pesar de estos favorables resultados Luis Gallego advierte que la situación "sigue siendo complicada". El elevado precio del combustible y la alta inflación que afecta a los costes se suma al pago de la deuda adquirida durante la crisis.
En este punto indicó que de momento no está previsto una recuperación del dividendo para los accionistas. Ahora mismo el intereses primordial de la compañía es reparar la deuda generada durante el Covid, así como invertir en nuevos aviones y nueva tecnología que permita volver a la situación prepandemia. "En principio no tenemos previsto dar dividendos en el corto plazo", indicó Gallego