Cada día que pasa es un día menos para que la desaparición de Bankia sea totalmente efectiva y CaixaBank está cerrando estos días los últimos flecos para poder realizar la integración tecnológica de ambos bancos, que tendrá lugar el fin de semana que transcurre entre el viernes 12 de noviembre y el domingo 14.
La migración de los clientes de la plataforma tecnológica de un banco a la de otro es, sin duda, el paso más sensible de una fusión, pues, en el caso de no realizarse correctamente, puede ocasionar problemas muy graves a los clientes.
Un mal precedente fue el traspaso del negocio de TSB, filial británica de Sabadell, a la plataforma de su matriz, que generó cientos de incidentes a los clientes (por ejemplo, cargos en cuenta duplicados) y dio lugar a miles de quejas. De hecho, esta cuestión se convirtió en el inicio de graves problemas para la entidad, que terminaron costándole casi 500 millones de euros.
Meses de trabajo
Para que este caos informático no se repita, los equipos de CaixaBank y de la antigua Bankia llevan meses trabajando en la integración tecnológica, un proyecto que culminará, si todo sale según lo previsto, el próximo 14 de noviembre.
El banco ha elegido realizar el grueso de la migración en un solo fin de semana, como es habitual siempre que se llevan a cabo fusiones entre entidades financieras, con el objetivo de mitigar los riesgos y evitar posibles perturbaciones en la actividad diaria de los clientes.
La migración comenzará en la tarde del viernes 12 y se cerrará el domingo 14. Así, cuando abran las oficinas el lunes 15 de noviembre, los clientes utilizarán únicamente la plataforma de CaixaBank y la de Bankia dejará de tener utilidad. Un proceso que no debería generarles ningún problema.
Realizar la migración en un solo fin de semana es lo habitual en los procesos de fusión entre bancos, si bien hay algunos casos en los que se ha realizado por fases en varias semanas. Es el caso de la integración del negocio de Popular en la plataforma de Santander, que se realizó en diferentes etapas en función de la distribución territorial del negocio.
Últimos pasos
La migración de los sistemas será el último paso de la transición que los antiguos clientes de Bankia iniciaron hace meses para convertirse en usuarios exclusivamente de CaixaBank y de la que algunos pasos los han llevado a cabo ellos mismos.
Es el caso del cambio de la aplicación de la banca móvil. La entidad lleva semanas informando a sus clientes de que son ellos mismos los que deben darse de alta en la app de CaixaBank (CaixaBankNow) y dejar atrás la antigua de Bankia, algo que, como ya contó EL ESPAÑOL-Invertia, es un proceso muy sencillo, pues pueden utilizar las claves de la banca online que usaban en la aplicación de Bankia.
Un cambio que es necesario, además, para poder operar con la tarjeta de crédito o débito por internet, pues, debido a la normativa PSD2, es necesario que el cliente se identifique correctamente al realizar una compra en un comercio electrónico y, para ello, necesita poder recibir notificaciones en su aplicación móvil.
Zanjar estos últimos detalles será el paso definitivo para que CaixaBank sea una sola entidad, con una sola masa de clientes y una sola plantilla. En este sentido, en noviembre empezarán a abandonar la entidad los empleados que se han adherido voluntariamente al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y comenzarán también los cierres de las 1.534 sucursales a las que pretende bajar la persiana en el marco de esta reestructuración.