Parece que tenemos nuevo deporte nacional, consiste básicamente en dar pábulo a cualquier crítica que degüelle la Operación Chamartín, y es que pensándolo bien tiene todos los ingredientes para brindarse a ello: un banco y una constructora como malos de la película, una recalificación de suelo público (gran parte de él sin uso), rascacielos por doquier, un misterioso contrato que se desvela a última hora, y cifras que cada uno interpreta como le viene en gana.
Lo fundamental ni importa ni se cita, a saber, que el 90% de los representantes de Madrid estén de acuerdo en el proyecto, que se haya tenido que reformular por completo la operación estos últimos años para contentar a los más críticos (menos edificabilidad y más vivienda social), que esta fórmula haya sido pactada por todos los actores intervinientes, que el Estado, mediante ADIF, sea uno de los grandes beneficiados económicos de la operación, con más de 1.300M€ y que el resto de propietarios del sector, Ayuntamiento, Comunidad de Madrid, … etc también se van a ver beneficiados, ni por supuesto la actividad económica a generar(más de 6.000M de inversión directa) y sus correspondientes puestos de trabajo (120.000). Nada de esto importa.
Pero lo que faltaba por escuchar es que el operador privado, después de más de 20 años de trabajo para dar una solución urbanística al terreno y encajarla políticamente con grupos de ideología radicalmente diferentes, y más de 100M invertidos hasta la fecha, no tuviera derecho a percibir un rendimiento económico, todo lo contrario: el vil especulador tiene ahora que retirarse para que alguien llegue y pague lo que ese suelo vale, para por supuesto, hacer viviendas sociales, y plantar geranios.
No tuvo desperdicio “la exclusiva” dada hace unos días por eldiario.es sobre la presunta revelación del contrato secreto entre ADIF y DCN. Digo presunta porque en realidad las condiciones del acuerdo eran plenamente conocidas, y datan de hace al menos veinte años, esto es, un precio que rondaba los 1.200M, con un pago a cuenta de unos 200M, y el resto de precio aplazado a 20 años, dando a entender prácticamente que se estaba regalando un bien público a un operador privado.
https://www.eldiario.es/madrid/Adif-millones-cuadrados-publico-mercado_0_850415572.html
Afortunadamente el día siguiente ADIF lanzaba un comunicado aclarando, entre otras cosas, algunos conceptos que al parecer el medio no conocía, sobre todo la diferencia entre el valor de un suelo urbanizado y otro que está todavía pendiente de urbanizar, como es el caso, y recordando el sinfín de infraestructuras de uso público a ejecutar, el gran número de viviendas de protección social y la merma de edificabilidad habida en relación con el anterior plan, todo pactado con la izquierda por cierto, y sin que ADIF (dinero público) vea disminuido el precio que va a percibir por el suelo.
http://prensa.adif.es/ade/u08/GAP/Prensa.nsf/Vo000A/0172DB0FF707D3C1C125837000639EA1?Opendocument
A pesar de todo, lo bueno que ha tenido este rifirrafe es toda la información que ha salido a la luz, sobre todo por parte de ADIF, que me está ayudando, en la medida de lo posible y con mis básicos concepto de urbanismo, a tratar de ponerle cifras al proyecto con todas las últimas modificaciones. Estas son las conclusiones a las que he llegado:
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Precio del suelo, 1.245M, a pagar en 20 años, incluye gastos financieros del aplazamiento al 3%, con una entrega inicial de 210M y con un pago ya hecho de poco más de 6M, además de 100.000m2 de VPO valorado en 67,5M, total por tanto,
1.312M, a pagar de forma aplazada. A cambio de esta cantidad se nos entregarían 1.485.304 m2 de edificabilidad bruta (sin especificar si es de vivienda o terciaria), que es lo que aparece en el contrato y que es exactamente un 56% del total de edificabilidad del sector en su conjunto que son 2.625.565 m2. La cifra de repercusión que aporta ADIF es de 1.137,22€/m2 de suelo, esto es, sobre 1.154.478m2, que no de edificabilidad.
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Cargas urbanísticas: La nota indica que debe hacerse cargo como propietario de un porcentaje sobre 1.187M, a lo que habría que sumar 220M que asume exclusivamente para obras de metro y del Canal de Isabel II en el ámbito. Por la repercusión aportada, esto es, 529,76€/m2 suelo, llego a la conclusión de un coste por este concepto para DCN de
611M
Por tanto los costes del suelo y sus cargas urbanísticas serían de 1.312M + 611M, total 1.923M. Si vamos al contrato, a cambio de estas cantidades, DCN percibiría, por supuesto una vez producida la aprobación definitiva de la Modificación Puntual del PGOUM,
1.485.304 m2 edificables brutos, lo que según mis cálculos, y con relación a la superficie construible, me saldría una repercusión de 1.295€/m2 edificable bruto, distribuidos en cuatro ámbitos de planeamiento (páginas 12-14 contrato)
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En la Nueva estación de Chamartín: 180.000 m2 edificables brutos, que deben ir, al menos 150.000 en C/Agustín de Foxá (mejor ubicación). Si no fuera así, se establecería una indemnización de cómo máximo 131M a favor de DCN.
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Centro de negocios: 821.093m2 edificables brutos
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Tablas: 210.778 m2 edificables brutos
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Malmea-San Roque-Tres Olivos, 273.433 m2 edificables brutos
Si sumamos los cuatro ámbitos nos vamos a 1.485.304m2. Lo que primero salta a la vista son el millón de metros cuadrados edificables que irán a la zona comercial anexa a la Nueva estación de Chamartín y el nuevo distrito financiero, que sin duda alguna va tener los precios medios más altos. Podemos decir que en cierta medida DCN se queda con el suelo edificable de mayor valor. Según un artículo que publicó cincodias hace algunos meses en cuanto a precios orientativos de venta del suelo, podemos intentar dar valor a esos m2 de suelo edificable. He supuesto las misma proporción de distribución de vivienda y terciario y la obligación de dotar VPO en un 20% de la superficie de vivienda:
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/10/11/companias/1539279668_781104.html
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Chamartín, todo terciario, 180.000 m2 x 2.900€/m2:
522M
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Centro de negocios: 2.311M (casi todo terciario, solo un 20% del vivienda, de las cuales un 20% debe tener algún tipo de protección)
- Vivienda protegida (4%):
- VPPL: 15M (915€/m2 x 16.421 m2)
- VPPB: 10M (659€/m2 x 16.421 m2)
- Terciario o vivienda libre (96%): 788.249 m2 x 2.900€/m2: 2.286M
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Tablas: 331M. 66% de vivienda (20% protegida) y 33% terciario
- Vivienda protegida (66% x 20%):
- VPPL: 12M (818€/m2 x 14.122 m2)
- VPPB: 8M (600€/m2 x 14.122 m2)
- Vivienda libre (66% x 80%), 112.977m2 x 1.743€/m2 = 197M
- Terciario/comercial (33%): 69.556 m2 x 1.637 €/m2 = 114M
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Malmea-San Roque-Tres Olivos: 417M. 66% de vivienda (20% protegida) y 33% terciario
- Vivienda protegida:
- VPPL: 16M (818€/m2 x 19.501 m2)
- VPPB: 11M (600€/m2 x 19.501 m2)
- Vivienda libre, 156.079m2 x 1.743€/m2 = 272M
- Terciario/comercial (33%): 78.825m2 x 1.637 €/m2 = 128M
Si sumamos, 522M+2.311M+331M+417M =
3.581M, podría ser el valor de venta del suelo (no del producto construido y finalizado) a precios orientativos de mercado, según "cincodias". Hay que señalar que casi el 80% de la valoración viene por la superficie conseguida al sur de la M-30, es decir, Nueva Estación de Chamartín y el Centro de negocios, aquí estará básicamente el negocio.
Si restamos lo que costaría el suelo y sus cargas urbanísticas, esto es, 1.923M, hablaríamos de unas
plusvalías orientativas de 1.658M. Con poco más del 24% que tiene GSJ, el impacto sería de 404M, que entre las algo más de 65M de acciones en circulación, equivaldría a
6,22€/acción. Aunque DCN ha dicho que su interés en el proyecto es quedarse hasta el final y desarrollar todos los suelos, esto no quita que la valoración de este suelo recalificado en el balance de DCN pueda rondar los 1.600M.
Confiemos en que los hitos que restan por cumplir sigan su curso estos primeros meses del 2019. Si esto fuera así y no ocurriera ningún cisne negro en los mercados, la cotización de la compañía a finales del año podría doblar la del 2018.
Feliz año a todos
P.D: Estos cálculos son propios, en función de la información disponible y ni que decir tiene que puede contener errores.