Sr Chang respetuosamente piensa: Bolsa no hay que entender, hay que operar.
(mercado puede permanecer irracional más tiempo de lo que uno puede permanecer solvente)
En Bolsa suficiente con anticipar qué va a hacer, no necesario saber además por qué lo hace.
Si Bolsa fuera lógica, con variables acotadas, todo mundo podría crear modelo que actualizase datos económicos para determinar proyección exacta de precio a que debería estar cada activo. Intangibles también tienen mucho peso. Al igual que tienen en la vida real. Pensemos una pyme sencilla, o un pequeño negocio. Evolución no solo viene determinada solo por cifras (facturación, gastos, balances...), ni siquiera por observación tendencias (cada vez más clientes, o menos, oferta de productos variada, o no...). Quizá propietario tiene problema familiar, se desmotivará, se hundirá todo. Quizá clima laboral no bueno. Quizá se va empleado más eficiente, decisivo. Quizá mete en equipo directivo a hijo no pródigo o a amante conocida en isla caribeña, fracaso grande. Intangibles no conocidos pueden tener mucho peso. Solo teniendo todos los datos -algo imposible- llegaríamos a entender.
Por eso Sr Chang intenta limitarse a próximas horas, solo excepcionalmente -como ahora- va más allá.
Porque para entender tendríamos que ponernos serios, no servir párrafo con tres impresiones. Para entender tendríamos que hacer brainstorming de variables con incidencia; después profundizar en cada una, extensamente. Y ponderar su incidencia. Mucho trabajo, en suma. Mente humana prefiere fácil a difícil (no digo por Sr Burbujo, sino por todos, Sr Chang incluido), hace todo lo posible por simplificar. Pero vida no simple.