El salario mínimo se mantiene sin cambios durante sus 4 primeros años, pero en 1967 las autoridades deciden comenzar a elevarlo anualmente para evitar la pérdida de valor. De este modo, en 1967 se eleva un 39,8% hasta 2.500 pesetas (15,1 euros) mensuales, mientras que en los años siguientes registra alzas más moderadas: a 2.875 pesetas (17,3 euros) al mes en 1968, 3.060 pesetas (18,4 euros) en 1969 y a 3.600 pesetas (21,6 euros) en 1970, más del doble de su valor en 1966.
La mejora de los salarios más bajos puede explicarse por la progresiva implantación industrial en el país y por las políticas de desarrollismo emprendidas por el régimen, con las que buscaban reactivar la economía. Esta situación también provoca un aumento destacado de la inflación, pese a que algunos precios regulados, como los del combustible, permanecían congelados desde hacía más de 10 años.
1971-1975: los aumentos salariales se repiten en los últimos 4 años del franquismo
Durante los estertores del régimen franquista, se mantiene la tónica del desarrollismo, con un constante incremento del salario mínimo que llega a casi quintuplicar en 1975 su valor de 1966, pero que no es suficiente para frenar las protestas sociales y laborales de partidos y sindicatos en la clandestinidad.
Así, en 1971 el SMI sube a 4.075 pesetas (24,5 euros) al mes, alcanza las 4.675 pesetas (28,1 euros) en 1972, 5.575 pesetas (33,5 euros) en 1973, 6.755 pesetas (40,6 euros) en 1974 y 8.400 pesetas (50,5 euros) en 1975, más del doble que apenas 4 años antes.
A pesar de que otros países tuvieron que lidiar con la crisis del petróleo de 1973, España disfrutó de unos precios de carburante relativamente moderados, pese a que se eleva por primera vez su precio desde 1960, el gasóleo de automoción pasa de 6,9 pesetas (unos 4 céntimos de euro) en 1971 a 12,6 pesetas en 1975 (8 céntimos). La inflación, por su parte, llegó a dispararse más de un 15,6% en 1974, lo que ejemplifica el despegue del coste de vida en esa época.
1976-1981: el SMI se triplica durante la Transición
En los 5 años siguientes a la muerte de Franco, acelera el ritmo de subida del salario mínimo, al tiempo que se produce un proceso de apertura política y de normalización de relaciones entre patronal y sindicatos. CCOO y UGT se sumarían en 1978 a una huelga general europea para protestar por el nivel de paro, que por entonces rondaba el 5%, y 3 años más tarde convocarían la primera huelga general tras el franquismo, aunque para protestar contra el intento de golpe de Estado del 23-F y no por motivos laborales.
Este clima permite que entre 1975 y 1981 el salario mínimo crezca casi un 205%, triplicando su cuantía. Año a año, el SMI pasa de 11.400 pesetas (68,5 euros) al mes en 1976 a 15.000 pesetas (90,2 euros) en 1977, 18.000 pesetas (108,2 euros) en 1978, 20.700 pesetas (124,4 euros) en 1979, 22.780 pesetas (136,9 euros) en 1980 y 25.625 pesetas (154 euros) en 1981.
Ese incremento salarial se traslada a los precios. Así, en 1981, un piso en el centro de Madrid costaba algo más de 5,25 millones de pesetas (31.500 euros), mientras que un Seat Panda costaba en torno a 99.000 pesetas (595 euros), según datos de Actibva recogidos por El Blog Salmón. Mientras, el precio de la gasolina aumentó un 179% entre 1976 y 1981, pasando de 14,5 pesetas (9 céntimos) por litro a 40,5 pesetas (24 céntimos) por litro.
1982-1986: la revalorización de los salarios se estabiliza en plena reconversión industrial
El incremento del SMI se frena a partir de 1982, aunque no por completo. De las 28.400 pesetas (170,9 euros) al mes de ese año, pasa a 32.160 pesetas (193,3 euros) en 1983, 34.700 pesetas (208,8 euros) en 1984, 37.170 pesetas (223,4 euros) en 1985 y a 40.148 pesetas (241,3 euros) en 1986, en el año en que España se incorpora a la Comunidad Económica Europea. En total, el salario mínimo experimentó una subida del 41,2% en 5 años.
Los precios también variaron al alza en este periodo. El de la gasolina por litro pasó de 43,5 pesetas (26 céntimos) a 60 pesetas (36 céntimos), mientras que los primeros registros de precios de vivienda de Sociedad de Tasación nos muestran que en diciembre de 1985, el metro cuadrado costaba de media 61.000 pesetas (366 euros). Un año después, su precio alcanzaría las 68.700 pesetas (413 euros), un 26,5% más.
1987-1992: el salario mínimo se estanca tras la entrada en la Comunidad Económica Europea
Mientras, el SMI acentúa su estancamiento en este periodo, que comienza con 42.150 pesetas (253,3 euros) en 1987, para pasar a 44.000 pesetas (264,7 euros) en 1988, 46.700 pesetas (280,6 euros) en 1989, 50.000 pesetas (300,6 euros) en 1990, 53.200 pesetas (320 euros) en 1991 y, finalmente, 56.300 pesetas (338,3 euros) en 1992.
En total, en 6 años el salario mínimo aumenta un 33,5%, menos de la mitad del alza de un 71% que experimenta el precio medio del metro cuadrado de la vivienda, pasando de 89.000 pesetas (535 euros) en 1987 a 152.900 pesetas (919 euros) en 1992. Otros precios, como los del carburante, crecen de forma más moderada, incrementándose un 26,9% entre 1987 y 1992.
1993-1997: la crisis económica congela prácticamente la evolución del SMI, que es 4 veces menor que el salario medio
Tras la euforia de 1992, España entró al año siguiente en una importante crisis económica a nivel europeo que frenó en seco la evolución del SMI, inaugurando una tendencia que se ha mantenido casi 2 décadas, hasta la recuperación de la recesión de 2008. Entre 1993 y 1997, se produce una huelga general en 1994 y estallan varios escándalos de corrupción, lo que genera un descontento que desemboca en el fin de 14 años de PSOE en el Gobierno.
En total, entre 1993 y 1997, el salario mínimo creció un 13,84%, muy por debajo de los niveles anteriores. Concretamente, el SMI era de 58.500 pesetas (351,8 euros) en 1993 y se elevó a 60.500 pesetas (364 euros) en 1994, a 62.700 pesetas (376,8 euros) en 1995, a 64.900 pesetas (390,2 euros) en 1996 y a 66.600 pesetas (400,5 euros) en 1997. Comparado con el salario medio, que en 1996 alcanzó las 208.000 pesetas (unos 1.250 euros), se evidencia el desacople respecto al salario mínimo, que es 4 veces menor.
Por el lado de los precios, la evolución fue similar en la vivienda, que pasó de 152.500 pesetas (917 euros) por metro cuadrado de media en 1992 a 172.300 pesetas (1.036 euros) por metro cuadrado en 1997, según Sociedad de Tasación, mientras que los precios del carburante de vehículos se incrementaron más de un 15%, hasta alcanzar las 93,8 pesetas (56 céntimos de euro) por litro en 1997.
1998-2004: la implantación del euro modera el efecto de la recuperación económica en el salario mínimo
Durante este periodo, España afrontó la puesta en marcha de la eurozona y el cambio de moneda, de la peseta a la moneda común, en febrero de 2002. La nueva divisa supuso una pérdida de poder adquisitivo que moderó los efectos de la recuperación económica que se vivió en los años inmediatamente anteriores.
En lo que respecta al salario mínimo, aumentó en estos 7 años apenas un 12,62%, pasando de 68.035 pesetas (408,9 euros) en 1998 a 69.200 pesetas (416,3 euros) en 1999, a 70.700 pesetas (424,8 euros) en 2000, 72.100 pesetas (433,5 euros) en 2001, 442,2 euros en 2002, 451,2 euros en 2003 y 460,5 euros en 2004.
Mientras, el precio medio de la vivienda comenzó a dispararse, incrementándose casi un 110% entre las 181.200 pesetas (1.089 euros) por metro cuadrado de 1998 a los 2.286 euros por metro cuadrado de 2004. Del mismo modo, el carburante sufrió el efecto euro y pasó de 88,9 pesetas (53 céntimos) en 1998 a 75,9 céntimos en 2004.
2005-2008: el SMI recupera fuerza en los años de bonanza, aunque sigue siendo un tercio del salario medio
El desacople entre el salario mínimo y el salario medio tiende a moderarse en los años previos a la crisis económica, aunque de forma muy tímida. Así, el SMI pasa de 513 euros al mes en 2005 a 540,9 en 2006, 570,6 en 2007 y alcanza los 600 euros en 2008, el primer año de la recesión. Mientras, el salario medio era de 1.718 euros al mes en 2005 y aumentó hasta los 1.944,42 euros en 2008, según datos del INE.
En plena burbuja inmobiliaria, los precios del sector tendieron a dispararse hasta 2007, pasando de 2.516 euros por metro cuadrado de media estatal en 2005 a 2.905 euros en diciembre de 2007. 12 meses después, el precio medio del metro cuadrado residencial experimentaba su primer retroceso tras superar su máximo histórico el año anterior, de un 6,6%, hasta situarse en 2.712 euros.
Mientras, los precios medios de los carburantes superaron en estos 4 años la barrera del euro por litro, oscilando entre los 90 céntimos de 2005 a los 1,14 euros de 2008.
2009-2016: durante la crisis, el desempleo se dispara y el aumento del salario medio es menor que el de la inflación
Mientras los niveles de desempleo, déficit y deuda se disparaban, los salarios mínimos en España fueron sometidos a recortes y reformas que provocaron una importante pérdida de poder adquisitivo. De este modo, mientras la inflación repuntó un 11,6% entre enero de 2009 y diciembre de 2016, el SMI apenas subió un 5% en esos 8 años.
En concreto, el salario mínimo se fijó para 2009 en 624 euros mensuales, aumentando levemente a 633,3 euros al año siguiente y a 641,4 euros en 2011 y 2012. Para los 2 siguientes años, el SMI apenas subió 3,8 euros hasta los 645,3 euros, para aumentar un 0,5% en 2015 hasta los 648,6 euros al mes y un 1% en 2016, hasta los 655,2 euros.
En paralelo, los precios de la vivienda proseguían su caída desde los máximos de 2007. Así, según los datos de Tinsa, el precio medio por metro cuadrado pasa de los 1.835 euros del primer trimestre de 2009 a los 1.213 euros en el cuarto trimestre de 2016, experimentando un retroceso del 33,9% que, sin embargo, no se produciría de forma homogénea en todo el país.
2017-2018: la recuperación económica y la reducción del paro facilitan los primeros intentos de recuperar poder adquisitivo
Durante la salida de la crisis, marcada por el crecimiento del PIB, la reducción del paro y las dificultades políticas para alcanzar pactos estables de Gobierno, el salario mínimo experimentó subidas un poco más destacadas, aunque vinculadas a la evolución de la propia economía. Así, en 2017 el SMI sube un 8% hasta los 707,7 euros al mes y un 4% adicional el año siguiente, hasta los 735,9 euros.
Estas mejoras se decidieron mediante un acuerdo entre el Gobierno de Mariano Rajoy, los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, y los presidentes de CEOE, Joan Rosell, y Cepyme, Antonio Garamendi, mediante el que se comprometían a elevar el salario mínimo a 850 euros mensuales en 2020 siempre que el PIB subiese un 2,5%. Ese acuerdo se deshecharía tras la moción de censura que elevó a Pedro Sánchez a la presidencia.
En 2017 y 2018, el precio de la vivienda comienza a subir de nuevo, debido al efecto del crecimiento económico, la bajada del paro o los bajos tipos de interés del Banco Central Europeo sobre la demanda. Sin embargo, el mercado inmobiliario en España seguía evolucionando a 2 velocidades: por un lado las grandes ciudades y las zonas turísticas y por otro, el resto de España.
Así, según los datos de tasación de vivienda del ministerio de Fomento señalan que en el primer trimestre de 2018, el valor medio por metro cuadrado de vivienda libre se situaba en 1.556 euros por metro cuadrado, aunque en Madrid esa media se elevaba a 2.413 euros por metro cuadrado. Respecto a su evolución, el precio medio para todo el país era un 25% menor que su máximo de 2007, mientras el promedio de Madrid se había reducido un 19% respecto a su máximo, de 3.007,4 euros.
2019: el salario mínimo aumenta un 22,3% para reducir la diferencia respecto al salario medio
En octubre de 2018, tras la moción de censura, PSOE y Unidos Podemos hacen público un acuerdo conjunto para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2019 en el que se incluía un alza del salario mínimo. Este aumento daría que hablar, dado que se trata de la mayor subida del SMI en la historia de España, de un 22,3%, hasta los 900 euros al mes.
La ministra portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá aseguró entonces que su meta era situar el salario mínimo en el 60% del salario medio, como recomienda la Carta Social Europea. La subida de 2019 situó el SMI un 19% por debajo de la media de la Unión Europea, pero, según Celaá, suponía mejorar los sueldos de casi 2,5 millones de trabajadores, más de la mitad de ellos mujeres.
Esta subida sufrió las críticas de la oposición, de varias instituciones y de analistas, que auguraban una pérdida de entre 24.000 empleos, según la Airef, y 125.000 puestos de trabajo, como preveía el Banco de España, mientras que otros organismos, como la Comisión Europea, reconocían tanto sus riesgos como sus beneficios. Sin embargo, tras su aplicación, tanto la Airef como el Banco de España reconocieron que subir el SMI no había provocado efectos negativos en el empleo.
Respecto a los precios, los de la vivienda mantuvieron en 2019 su comportamiento asimétrico, dentro de la tendencia a recuperar sus niveles precrisis aunque alejando el riesgo de una burbuja, como aseguró el Banco de España. De este modo, según Tinsa, el precio medio a nivel estatal creció apenas un 1,85% a lo largo del año pasado, cerrando el cuarto trimestre en 1.374 euros por metro cuadrado.
2020: Gobierno, sindicatos y patronal consensúan una subida más moderada que sitúa al SMI un 50% por encima del de 2010
El último cambio del salario mínimo interprofesional lo hemos vivido hace apenas unos días, cuando la nueva ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció tras una reunión con sindicatos y patronal que habían llegado a un acuerdo para elevar el SMI en 2020 hasta los 950 euros al mes, lo que supone un 5,5% más que en 2019.
Ese acuerdo pudo producirse debido a que los sindicatos renunciaron a su objetivo de fijar el salario mínimo en 1.000 euros y a que las patronales aceptaron una nueva subida tras haberse opuesto frontalmente a la realizada en 2019. Sin embargo, no se avanzó hacia un acuerdo salarial para los próximos 3 años, que deberá negociarse a partir de ahora para poder cumplir el acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, que estipula que el SMI debe alcanzar el 60% del salario medio antes del fin de la legislatura.
Un saludo y buen finde!