El nuevo presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, ha advertido de la "extraordinaria incertidumbre" que rodea las perspectivas de inflación, señalando que la fuerte subida de los precios no responde únicamente a factores transitorios, por lo que existe el riesgo de que la inflación se mantenga elevada más tiempo del previsto y pueda llegar a hacer necesaria la respuesta del Banco Central Europeo (BCE).
En su primera intervención pública como presidente del banco central germano, Nagel ha indicado que seguirá la línea de sus predecesores en el Bundesbank en cuanto a la vigilancia temprana sobre los riesgos que representa la inflación, así como en la defensa de que el programa de compras de emergencia PEPP esté ligado a la evolución de la pandemia y de que el BCE tenga las manos libres para actuar si la estabilidad de precios lo requiere.
En su opinión, si bien es cierto que las altas tasas de inflación en la zona euro y Alemania se deben a efectos especiales que desaparecerán de manera automática, ha advertido de que estos factores transitorios no explican completamente las subidas de precios.
"Actualmente, veo un mayor riesgo de que la tasa de inflación se mantenga alta por más tiempo de lo esperado", ha afirmado, defendiendo que, en cualquier caso, la política monetaria "debe estar en guardia".
En este sentido, el nuevo banquero central alemán ha advertido de la importancia de no comprometer de antemano durante demasiado tiempo el curso expansivo de la política monetaria para mantener abiertas las opciones de actuación, ya que si la estabilidad de precios lo requiere, el BCE tendrá que ajustar su postura de política monetaria.
"Muchas personas están preocupadas por la pérdida de poder adquisitivo", ha añadido al recordar que la inflación no solo tiene costes económicos, sino también sociales y son las personas con bajos ingresos las que suelen verse más afectadas por la inflación, por lo que ha subrayado que la estabilidad de precios también promueve la cohesión social.
"El capital más importante que tenemos como bancos centrales es la confianza. La gente confía en nosotros para mantener estable el valor del dinero", ha asegurado Nagel, para quien es particularmente importante que la política monetaria se centre en el objetivo de la estabilidad de precios.
"Por lo tanto, los bancos centrales deben mantener su independencia e interpretar su mandato de manera estricta", ha defendido el sucesor de Jens Weidmann, asegurando que los ciudadanos alemanes "esperan con razón que el Bundesbank sea un firme defensor de la cultura de la estabilidad". "Les puedo asegurar: seguirá siendo así", ha apostillado.
Joachim Nagell, de 55 años, asume la presidencia del Bundesbank después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro alcanzase en diciembre el 5%, lo que supone el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro de toda la serie histórica, incluyendo un alza de la inflación armonizada del 5,7% en Alemania.
COMPROMISO "INQUEBRANTABLE" DEL BCE CON LA ESTABILIDAD DE PRECIOS.
De su lado, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha subrayado en la despedida de Jens Weidmann y al dar la bienvenida a Joachim Nagel, quien se incorporará también al Consejo de Gobierno del banco central de la eurozona, el compromiso "inquebrantable" de la institución con la estabilidad de los precios.
Entendemos que el aumento de los precios es una preocupación para muchas personas y nos tomamos esa preocupación muy en serio, ha reconocido la francesa.
"Pero la gente puede confiar en que nuestro compromiso con la estabilidad de precios es inquebrantable, lo cual es fundamental para el firme anclaje de las expectativas de inflación y para la confianza en la moneda", ha afirmado.
A este respecto, Lagarde ha asegurado que la totalidad del Consejo de Gobierno del BCE está unido en la búsqueda de este objetivo, aunque ha hecho hincapié en que una de las fortalezas clave del Eurosistema es la forma en que reúne diferentes perspectivas para formar un consenso.
Con anterioridad, en una entrevista publicada por el diario italiano 'Il Sole 24 Ore', el economista jefe del BCE, el irlandés Philip Lane, defendía las últimas previsiones de la institución, que apuntan a un debilitamiento de las presiones inflacionistas a lo largo del año, que llevará a situar la tasa de inflación de la eurozona por debajo del umbral del 2% en el medio plazo, alejando la necesidad de implementar subidas de tipos en contraste con la situación en Estados Unidos o Reino Unido.
"Creemos que la inflación caerá este año y que estará por debajo de nuestro objetivo del 2% en 2023 y 2024. Esto está impulsando nuestra evaluación de la política monetaria", señala Lane, recordando que la política monetaria se basa en el medio plazo.
De este modo, ante la expectativa de que la inflación "no solo caerá este año, sino que se situará por debajo del objetivo en 2023 y 2024", el irlandés subraya que "no se cumplen los criterios para subir los tipos de interés", señalando que, a medida que vaya pasando el año y haya más datos disponibles, el BCE seguirá evaluando la situación