La última actualización del índice le sitúa en 37. Los futuros del fin de semana ligeramente positivos aunque esto puede cambiar, pero a estas horas del sábado pienso en una buena apertura de la mayoría de valores el lunes. Saludos.
Repsol ha informado de un beneficio neto atribuido de 2.499 millones €. El beneficio neto atribuido ajustado o recurrente, que refleja mejor la evolución del negocio, fue de 2.454 millones € (en otras ocasiones la diferencia entre ambas magnitudes ha sido mucho más significativa). En 2020, la petrolera declaró un beneficio negativo de 3.289 millones €, aunque el beneficio recurrente fue de 600 millones €.
Repsol ganó 2.499 millones € en 2021, frente a las pérdidas de 3.289 millones € de 2020.
El beneficio realmente atribuido a los accionistas fue de 2.439 millones €, ya que hay que restar 60 millones € de remuneración de la deuda subordinada. Repsol tiene en cuenta este ajuste cuando calcula el beneficio por acción, como puede verse en el siguiente cuadro obtenido del Informe de cuentas anuales consolidadas.
El beneficio por acción estándar, teniendo en cuenta la retribución de la deuda subordinada y el número de acciones del capital social (1.527,4 millones), fue de 1,597 € y el recurrente, de 1,567 €. Repsol considera un número de acciones de 1.491 millones porque resta la autocartera ponderada, que al inicio de 2021 era de 19,6 millones de títulos y al cierre de 2021, de 64,1 millones de títulos, de modo que informa de un beneficio por acción más elevado (1,64 €).
Dividendos
Repsol pagará un dividendo a cargo de 2021 de 0,63 € en efectivo, frente a los 0,60 € inicialmente previstos. En enero de 2022 abonó 0,30 € a cuenta, de modo que el complementario de julio será de 0,33 €.
A cargo de 2020 pagó 0,588 €, de los cuales 0,288 € como scrip dividend o dividendo opcional. Para compensar el efecto dilutivo de las acciones creadas para pagar parte del dividendo opcional, Repsol amortizó (es decir, compró y eliminó de la circulación) 40,5 millones de acciones en 2021.
A cargo de 2022 prevé pagar 0,60 €. Se esperan 0,30 € en enero de 2023 y otros 0,30 € en julio de 2023.
Además, en 2022 eliminará de la circulación 75 millones de acciones, el 4,91% del capital social, lo que supone una remuneración indirecta para el accionista puesto que aumenta el beneficio por acción. Concretamente, tras dicha reducción de capital, el beneficio por acción estándar de 2021 pasaría de 1,597 € a 1,680 €, un aumento del 5,2%.
Valor contable
El patrimonio neto atribuido fue de 22.414 millones € en 2021. Dado que el capital social está dividido en 1.527,4 millones €, el valor contable fue de 14,67 €. En 2012 dicha magnitud fue de 21,26 €. De hecho, el valor contable de la acción de Repsol es similar al de 2006, cuando fue de 14,26 €.
Al precio actual de 11,93 €, la acción cotiza un 17% por debajo de su valor teórico. Este descuento ha sido sistemático desde 2012 y en 2015 llegó a ser del 50% (la acción cerró el año a 10,12 € y el valor contable fue de 20,32 €).
El verdadero patrimonio neto de los accionistas de Repsol fue de 20.134 millones €, pues habría que descontar 2.280 millones € de obligaciones perpetuas subordinadas, que si bien computan como patrimonio neto, en sentido estricto son deuda. Desde este punto de vista, el valor contable sería de 13,18 €.
He comentado en el foro parte de mi operativa con REP durante esta semana pasada.
Los resultados del ejercicio 2.021 fueron los anteriormente expuestos y con el barril a 100$ como está cotizando en estos momentos deberían mejorar los mismos para este año.
Aquí tienen otro artículo acerca del efecto de las subidas del gas y el petróleo sobre sus cuentas.
No hay que hacerse los cuentos de la lechera, porque la Bolsa ha cambiado. Los índices se mueven por la especulación y la manipulación. Ni hay que mirar la bolsa de Israel, ni paralelas. El lunes será lo que tenga que ser.
El precio del petróleo está atravesando un momento de enorme volatilidad. La guerra en Ucrania ha creado un escenario de incertidumbre, en el que los mercados han pasado de comprar con fuerza, a vender, en pocos días, haciendo que el barril de referencia en Europa, el Brent, se mueva en una horquilla de más de 30 dólares, entre los 130 y los 98, en apenas 8 días.
Para las grandes petroleras integradas del mercado, las subidas del barril son beneficiosas, pero hasta cierto punto. En el término medio está la virtud, y este tipo de compañías prefiere ver el barril cotizando con cierta estabilidad, antes que tener que lidiar con los bandazos que ha pegado el precio en las últimas semanas.
Un equilibrio complicado
Las sanciones a Rusia por la guerra que ha comenzado en Ucrania han creado un entorno muy complicado para este mercado. Si hacer previsiones para los precios del barril ya era complejo, con el escenario actual es algo que parece misión imposible.
Por un lado, los inversores parecieron descontar que parte del petróleo ruso quedaría fuera del mercado debido a las sanciones (la Agencia Internacional de la Energía espera que, a partir de abril, desaparezcan 3 millones de barriles de crudo ruso del mercado), y de ahí, las fuertes subidas que experimentó el barril, que terminaron con el precio del Brent tocando 127 dólares, máximos desde 2008, el pasado 8 de marzo.
Sin embargo, hay otros productores que pueden entrar en el juego. Irán es el mejor ejemplo. El país tiene una capacidad de producción de 3,83 millones de barriles diarios, según los datos que publica Bloomberg, y en febrero bombeaba 2,55 millones de barriles. El petróleo iraní podría volver al mercado en el momento en el que se levanten las sanciones que Estados Unidos reactivó en 2018. Aunque las negociaciones parecían estar bien encaminadas, todavía no han llegado a buen puerto, y está por ver si el crudo iraní, y también del de otros países como Venezuela, vuelven al mercado próximamente.
Otra fuente de volatilidad que ha afectado a los precios del crudo se encuentra en el miedo a que el frenazo en el crecimiento global suponga un deterioro importante en la demanda de petróleo. "El petróleo llegó a alcanzar los 140 dólares el 8 de marzo, y desde entonces ha caído hasta el entorno de los 100 dólares", explica la Agencia de Información de la Energía (IEA) en su informe del mes de marzo.
"Los precios se habían disparado tras la invasión de Ucrania, por el temor a que se produjese un deterioro en la oferta. Posteriormente se han producido caídas, debido a los temores para el crecimiento económico, el incremento de los casos de Covid-19 en China y la reducción de las posiciones alcistas por parte de los traders de materias primas, que han salido debido a la extrema volatilidad", explica la Agencia.
La propia IEA reconoce que los niveles de inventarios de petróleo de los países de la OCDE no están precisamente boyantes, y siguen cayendo: "Los almacenes tienen existencias para cubrir 57,2 días de consumo, 13,6 días por debajo de los niveles que mantenían un año antes", señalan, y también avisan de que "a pesar de la caída de la demanda, los mercados siguen siendo estrechos, y esperamos que los inventarios sigan cayendo a lo largo del año".
En este momento, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios externos, entre los que se encuentra Rusia, no está reaccionando con un aumento de producción. "Solo Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos tienen una capacidad de producción libre con la que podrían equilibrar el deterioro de la producción rusa", señala la agencia.
El cielo para el sector: un barril en 80
Para las empresas integradas, que el crudo se dispare no es el escenario ideal. Se trata de compañías que tienen una parte de su negocio en el refino y la venta de productos derivados, por lo que los márgenes no aumentan con el petróleo más caro en esta parte de su negocio.
Fuentes de Repsol, una de las mayores petroleras integradas de Europa, explican que, "como compañía integrada, Repsol ha preferido que los precios funcionen por las reglas del mercado. No es bueno que el precio del crudo suba excesivamente por la actual tensión geopolítica. Este tipo de disrupciones no son buenas, y aunque pueden tener un efecto muy concreto positivo a corto plazo, el excesivo tensionamiento no es en ningún caso positivo a largo plazo".
Así, la evolución en los mercados no ha sido la misma para todas las compañías del sector. Las europeas se han visto más perjudicadas desde que estalló el conflicto con TotalEnergies recortando casi un 8%, y la británica BP otro 6%. Más modestas han sido las caídas en Repsol, que cede un punto porcentual desde el pasado 23 de febrero.
Otras, sin embargo, han sacado partido a la volatilidad del petróleo y su precio. Mientras las petroleras norteamericanas se apuntan grandes avances con el actual clima político, como Chevron que sube más de un 20% en el periodo del conflicto y caso un 40% en todo 2022, las alzas en el precio de las acciones de la saudita Aramco y de la noriega Equinor han dejado sin recorrido a estas compañías en bolsa, según el consenso de mercado recogido por FactSet. https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/11674592/03/22/Los-80-dolares-son-el-precio-perfecto-para-una-petrolera.html
"The time to buy is when there's blood in the streets".[Nathan Rothschild]
El pasado 5 de marzo, Berkshire Hathaway informaba a la Comisión de Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) de la adquisición de 5.000 millones de dólares en títulos de Occidental Petroleum. Desde entonces, sus compras han continuado hasta alcanzar en la actualidad el 14,6% de la compañía, casi 7.600 millones de dólares al valor actual. Pero, sin embargo, los títulos de la petrolera apenas han incrementado su valor, pese a la fama de gurú de Warren Buffett, consejero delegado de Berkshire.
Así, los títulos de Occidental Petroleum cerraron el viernes 4 de marzo, antes del anuncio de la empresa de Buffett, en los 56,15 dólares, y dos semanas después, el viernes 18, lo hicieron en 56,24 dólares, es decir, un 0,16% más a pesar de la creciente apuesta del afamado inversor.
¿Cuáles pueden ser las causas de este estancamiento? En primer lugar, la empresa ya venía picando al alza desde hacía varios meses. Antes de la entrada de Berkshire, Occidental se había revalorizado un 80% en lo que iba de año - cerró 2021 en los 28.99 dólares - y más de un 150% desde sus mínimos de agosto del año pasado. La empresa cotiza en niveles que no veía desde hace casi tres años, en el verano de 2019.
De hecho, las jornadas previas a la llegada de Buffett al accionariado fueron días de vino y rosas para los títulos de la petrolera, que vio cómo los inversores premiaban que Moody's mejorase la calificación de su deuda corporativa hasta Ba1 reseñando que la compañía generaría "un significativo flujo de caja" mientras los precios del crudo y del gas continuasen elevados.
Pero, aunque el barril de Brent continúe por encima de los 100 dólares, la verdadera clave de las subidas previas en bolsa yace en la presentación de resultados de 2021 y sus intenciones de cara a este año. En la última semana de febrero, Occidental anunció su intención de reducir deuda y retribuir a los inversores en lugar de incrementar la producción. Así, los objetivos marcados eran reducir la deuda a 20.000 millones de dólares, dedicar 3.000 millones a recompras de acciones e implantar un dividendo de 0,13 dólares por acción cada trimestre. Esto supondría un pago de 0,52 dólares al año, o un rendimiento de casi el 1% anual, muy por debajo de sus competidores como Exxon (4,5%) o Chevron (3,5%).
Entre los argumentos de quienes rechazan compartir las expectativas de Buffett están que la firma ha registrado una reducción del beneficio neto en cinco de los últimos siete años, que mantiene estrechos márgenes y una deuda aún elevada - aún lejos de alcanzar el grado de inversión por parte de las agencias de calificación- , y que los altos precios de la energía pueden revertirse rápidamente si Rusia pasa a vender su crudo a China al tiempo que Irán retorna al mercado internacional del petróleo por el fin de las sanciones.
En este sentido, no hay consenso entre los analistas sobre el futuro que depara a la compañía, al menos a nivel bursátil. De los 29 expertos que siguen el devenir de Occidental, 14 aconsejan mantener, uno recomienda sobreponderar y 11 compra fuerte, mientras 3 abogan por vender. Esto se refleja también en los precios objetivos a 12 meses: los más optimistas auguran una subida del 42% hasta los 80 dólares, mientras los pesimistas ven un retroceso del 57% hasta los 24 dólares. La media de los analistas sitúan el precio de la acción dentro de un año en los 52 dólares por título, un 7,5% por debajo de los niveles actuales. https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/11675422/03/22/No-hay-efecto-Buffett-Occidental-Petroleum-se-estanca-en-bolsa-pese-a-ser-la-apuesta-de-Berkshire-Hathaway.html
"The time to buy is when there's blood in the streets".[Nathan Rothschild]