De un tiempo a esta parte, habrás notado que al comprar un móvil no trae consigo su correspondiente cargador. Con suerte, tendrá en su interior el cable de carga, y será tarea tuya encontrar un cargador para seguir usando el teléfono, sin importar si te has gastado 100 euros o 1.500 euros en ese smartphone.
Ahora bien, durante años esto no ocurrió y no representó un problema, por lo que cabe preguntarse: ¿por qué las marcas ya no incluyen los cargadores de los móviles? Pues bien, para ello tenemos que remontarnos a 2020.
Comenzó como una broma, terminó como una tendencia
Es 13 de octubre de 2020. Apple se dispone a presentar el
iPhone 12. Podría haber sido una presentación que, dentro de la novedad que supone un evento como aquel, no se saliera de la norma, pero no fue así.
La compañía tomó la polémica decisión de no incluir el cargador en la caja del iPhone 12 con la sostenibilidad como bandera, argumentando que muchos usuarios ya tenían cargadores de modelos anteriores y que eliminar este accesorio ayudaría a reducir los residuos electrónicos.
Además, indicaron que al quitar el cargador de la caja, se podían diseñar cajas más pequeñas para los iPhone, por lo que se podían transportar más en un solo envío y reducir la huella de carbono.
Ante esto, hubo división de opiniones entre los usuarios. Algunos celebraban que Apple se volviera "más verde", mientras que otros veían la falta del cargador como un obstáculo innecesario.
Al mismo tiempo, muchos críticos especializados en tecnología señalaron que también se trataba de una medida estratégica para reducir costes de producción y aumentar las ganancias.
Sin embargo, la reacción más anecdótica de todas fue la de sus competidores, especialmente Samsung y Xiaomi, que incluso crearon campañas publicitarias presumiendo de que ellos sí incluían cargador en la caja y bromeando de la medida de los de Cupertino.
Lamentablemente, estas empresas borraron tales publicaciones de sus redes sociales cuando comenzaron a realizar esta misma estrategia, pero los curiosos pueden seguir viéndolas en
Internet Archive.
Como decíamos antes, ambas marcas, además de otras, comenzaron a vender sus móviles sin cargador. En 2021, Samsung lanzó la serie Galaxy S21 sin cargador, colgándose también de la bandera de la sostenibilidad.
Por su parte, Xiaomi hizo lo propio con el lanzamiento de su modelo Xiaomi Mi 11, aunque a medias, ya que ofreció una opción de compra con o sin cargador al mismo precio, algo que después dejó de hacer.
Por si fuera poco, la Unión Europea comenzó a trabajar en leyes para estandarizar los cargadores y reducir los residuos electrónicos, sobre las cuales hablaremos después en más detalle.
Aunque estas normativas no obligaban ni obligan a eliminar los cargadores de las cajas, le vino bien a las marcas para justificar que sus decisiones estaban alineadas con los objetivos de sostenibilidad promovidos por las autoridades.
Poco a poco, los usuarios se han ido confundiendo hasta el punto de creer que las marcas estaban obligadas a no incluir cargadores en sus cajas, por lo que se ha aceptado sin más.
No todo lo que es verde es sostenible
La creencia popular a día de hoy es que las empresas excluyen el cargador de sus productos para apoyar un futuro más sostenible, pero no debemos obviar algo que es una realidad: vender teléfonos sin cargador trae muchas ventajas a las empresas.
Beneficios para las empresas
- Al no incluir cargadores, las cajas de los dispositivos son más pequeñas, lo cual permite enviar más teléfonos en menos envíos y poder almacenar más teléfonos en el mismo espacio. Se ahorran gastos de envío e inventario.
- Aunque se quita el cargador de la caja, el teléfono sigue costando lo mismo. A su vez, el cargador obtiene un precio, por lo que se les abre una nueva fuente de ingresos.
Hasta este punto, que una medida sea rentable para una empresa, sostenible para el medioambiente y justa para el consumidor no tiene nada de malo, pero si nos fijamos un poco, veremos que los dos últimos puntos flaquean en esta decisión.
Perjuicios para el medioambiente
Comenzamos por ver los perjuicios para el medioambiente que provoca el vender los cargadores por separado.
- Aunque se excluyen de las cajas, los cargadores siguen fabricándose para su venta independiente, por lo que se duplican los procesos industriales.
- Se fabrican nuevas cajas individuales para los cargadores, lo cual aumenta el consumo de materiales.
- Cada cargador vendido por separado implica que sea enviado individualmente o en lotes pequeños, lo que aumenta las emisiones de carbono en la logística.
Perjuicios para el consumidor
Para terminar, vamos a ver los efectos negativos para el consumidor que ve que su nuevo teléfono ya no incluye cargador:
- Si no tiene un cargador compatible, debe comprar uno por separado, lo que implica un gasto extra, y no pequeño precisamente.
- Muchos usuarios no saben qué cargador es compatible con su nuevo dispositivo, especialmente si es de carga rápida.
- Como consecuencia de los dos puntos anteriores, los compradores pueden elegir cargadores más baratos y de baja calidad que pueden dañar el dispositivo.
Además de estos efectos, hay una serie de consecuencias que no se deben pasar por alto. Según muchas marcas, los usuarios tienen ya muchos cargadores en casa y es por ello que, supuestamente, no van a meter más cargadores en cajas.
Dicho esto, si un usuario tiene un cargador antiguo y lo aplica para su nuevo móvil con carga ultrarrápida, la batería se le cargará más lentamente. Además, si un cargador tiene un voltaje o amperaje incorrecto, puede sobrecalentar el móvil, dañar la batería o incluso provocar incendios en casos extremos.
Asimismo, si se usa un cargador que no es adecuado, la batería del móvil se degradará más rápido. Por otra parte, si las marcas no paran de mejorar su carga rápida, los usuarios siempre tendrán un cargador obsoleto en casa.
La solución a todos estos problemas es la misma: comprar un cargador compatible, por lo que, en definitiva, hay muchas razones para decir que no incluir cargadores en la caja no es más sostenible.
Las cosas cambiarán a partir de este año
En 2022, el Parlamento Europeo aprobó la directiva 2022/2380, que ya está en vigor desde diciembre de 2024, y promete solucionar varios de los problemas que hemos visto anteriormente.
Por un lado, establece que todos los dispositivos electrónicos pequeños y medianos vendidos en la UE deberán contar con un puerto de carga USB-C, por lo que ya no se dará el caso de usuarios que tienen que comprar un cargador nuevo porque el suyo es Lightning o microUSB.
Por otro lado, los fabricantes deberán ofrecer la opción de adquirir dispositivos "con o sin cargador", según la elección del consumidor, por lo que el mito de que las marcas están obligadas por ley a no vender los móviles con cargadores queda aquí desbancado.
Además, esta nueva medida es más flexible y tiene más sentido común, ya que si un usuario no tiene el cargador para su nuevo teléfono, podrá pedirlo con cargador, mientras que si ya lo tiene, podrá pedirlo sin él.
Por otra parte, los dispositivos que cuenten con carga rápida deberán ser compatibles con el protocolo USB PD, que permite ajustar de forma automática y dinámica la potencia de carga entre el cargador y el dispositivo. Eso evitará que los usuarios se confundan y causen daños en los dispositivos por usar cargadores antiguos con diferente amperaje o voltaje.
Aunque, lamentablemente, no se habla en la directiva sobre un control del precio del cargador para que no cueste lo mismo un dispositivo con cargador que uno sin él, esta ley es un buen primer paso para poner algo de orden en este caos en el que las
marcas no incluyen cargadores con los móviles.
¿Por qué las marcas ya no incluyen el cargador del móvil?