Yo no entro en consideraciones políticas o morales, sino tan solo de orden práctico.
Está claro que se nota una mayor resistencia no solo de los ciudadanos griegos, sino también de los políticos de la oposición a aceptar más medidas de austeridad. Y el problema de vender activos para echar el dinero en el agujero de la deuda es peliagudo. Te quedas sin activo y sin dinero, y la mejoría de tu situación es previsiblemente temporal.
Hace tres meses prácticamente nadie hablaba de quiebra de grecia, y hoy todo el mundo lo discute. Los mercados desde luego hace tiempo que descuentan en el interés de los bonos que la quiebra se va a producir. Y sabemos por la experiencia de otros países que las quiebras suceden. Cuando te ponen las cosas excesivamente difíciles como lo están haciendo con los griegos, lo inimaginable se vuelve posible.
En cuanto al FMI, no deja de ser otra herramienta para proteger a los países ricos y las grandes corporaciones. Buen ejemplo de ello son las políticas de ajuste estructural (PAE) de los años 80 que impulsaban el desmantelamiento de los sistemas de protección social, obligando por ejemplo a Tanzania a cobrar por la asistencia sanitaria llevando en un país con fuertes carencias en asistencia sanitaria a que cayera ésta en un 53%.
Las medidas de austeridad no funcionan, es un hecho. Las políticas keynesianas tampoco porque añaden deuda cuando hay exceso de deuda. ¿Qué queda? La vía islandesa. Destrucción de la mala deuda como se destruye cualquier mala inversión. Los bancos no están dispuestos a perder. Juegan al "o gano yo o pierdes tú". Cuando la deuda supera el 150% del PIB no hay salida. En esas circunstancias todos los países a lo largo de la historia han quebrado excepto uno.