La teoría de ciclos es una explicación de cómo suceden las cosas de media. Ni explica por qué suceden así, ni sirve para hacer predicciones precisas. Hay ciclos más largos y hay ciclos más cortos. Dentro de unas condiciones generalmente malas hay gente que gana mucho y empresas a las que les va muy bien y viceversa.
Es un poco como la climatología. Ahora es invierno y la teoría dice que toca que haga frío. Sin embargo habrá días más fríos y días francamente buenos. Lo que sí que se cumple es que de media las temperaturas (rentabilidad) van a ser más bajas que en primavera. La primavera vendrá cuando le dé la gana, dado que unos años se adelanta y otros se atrasa. Pero esperarla en febrero es tontería. Por muy bueno que haga ahora, los viejos del lugar saben que es muy probable que el frío regrese antes de que el buen tiempo se instale de forma definitiva.
El problema es que con la climatología las estaciones se suceden cada tres meses, con lo que todos tenemos mucha experiencia. En la economía capitalista las estaciones se suceden cada 20 años, con lo cual nadie adquiere experiencia. Los que vivieron el comienzo del anterior invierno en 1929 o eran muy niños o se han muerto.
Y para colmo de males en cada estación económica pensamos que como hemos aprendido mucho, ya somos capaces de controlar el tiempo.
Es peligroso navegar ignorando de donde sopla el viento, pero oportunidades existen siempre. El que estemos en invierno no quiere decir que nos tengamos que quedar en casa (liquidez) todo el tiempo. Especialmente si la inflación llega, porque entonces la liquidez va a sufrir muchísimo.