Los bancos exigen a Talgo suavizar la multa de Renfe para cerrar la refinanciación.
El pool que lidera BBVA, Santander y Caixabank negocia el aplazamiento de los 400 millones. Para dar más oxígeno financiero, la empresa debe reducir el impacto de la sanción.
La multa de 116 millones de
Renfe a Talgo se ha convertido en la clave para desatascar el bloqueo que sufre el fabricante de trenes. El consorcio vasco que lidera
Sidenor no firma la compra del 29% de la compañía hasta que el Gobierno consiga un alivio de esta sanción. Lo mismo ocurre con las entidades financieras. Los dueños de los 400 millones de deuda de Talgo no refinanciarán estos préstamos, tal y como desean los nuevos dueños, si las condiciones de la multa, que representa el 20% de sus ingresos, no mejoran.
Santander,
BBVA y
Caixabank, los tres principales acreedores, están esperando novedades para cerrar la
refinanciación de Talgo, según informan fuentes cercanas a El Confidencial. Ambas partes confían en el alivio que prepara desde Renfe el
Ministerio de Transportes, que ha apadrinado la entrada del consorcio vasco tras evitar que los húngaros se hiciesen con Talgo, a pesar de que era la preferida de los accionistas de referencia.
Los términos del aplazamiento estarían ya acordados con
José Antonio Jainaga, presidente y máximo accionista de Sidenor, con un tipo de interés del 7% y un primer vencimiento en 2030. Actualmente, más de la mitad de su pasivo vence entre este año y 2027.
Todas las partes son positivas con el acuerdo. Sobre todo,
tal y como adelantó este medio, porque el
Ministerio de Transportes ha asegurado que, tras consultar con la
Abogacía del Estado, trabaja con Renfe la forma de “dilatar” o “diferir el pago” de los 116 millones de euros que Talgo debe por el retraso en la entrega de trenes Avril. Los primeros planteamientos,
sobre los que todavía no existe acuerdo y que, según avanzó este viernes la
Agencia EFE, hablan de aplazar su pago hasta 2031 y fraccionar hasta en 7 años.
Una mejora sustancial para Talgo y sus nuevos dueños. Y favorece que la veintena de bancos que controlan sus 400 millones de euros de deuda, que tiene también a
Sabadell,
Bankinter,
Cajamar,
Ibercaja,
Kutxabank,
Crédit Agricole y
Barclays, pacten el aplazamiento.
Como informaba este medio, también es muy relevante que se renueven los 1.234 millones en avales para poder afrontar los 4.000 millones de la cartera de pedidos que tiene en cola el fabricante de trenes.
Evitar nuevas penalizaciones.
El problema es que existe el riesgo de que lleguen más penalizaciones como la de Renfe. Talgo se comprometió con la empresa ferroviaria alemana
Deutsche Bahn (DB) a entregar 56 nuevas unidades del Talgo 230 por un importe de 1.400 millones de euros, de las que 23 se esperaban tener rodando por Alemania en diciembre de 2024. Un plazo que no se ha cumplido y que Talgo espera resolver este verano.
Unos tiempos muy exigentes que, si todas las previsiones se cumplen, deberá resolver el consorcio vasco liderado por Sidenor, y del que forman parte el
Gobierno Vasco, a través de
Finkatuz, y las
Fundaciones Vital y BBK. Este grupo pasará a controlar el 29,77 % de Talgo por 177 millones, dando salida al fondo
Trilantic.
Un acuerdo accionarial que no resuelve, de momento, la urgencia industrial que tiene la compañía. La lucha desde el pasado verano por
controlar Talgo ha provocado salidas en el consejo, malestar en la plantilla y más retrasos en sus entregas, a los que se suman los contratos por los que no ha podido pelear por su situación de bloqueo.
Una situación que siguen de cerca el fabricante público
Pesa y el indio
Júpiter Wagons. Dos 'industriales' que querían
pujar por Talgo, pero que desde el Gobierno se les recomendó no acudir hasta que se resolviese la entrada de Sidenor. Las urgencias del fabricante español hacen que ambas compañías sigan a la espera porque consideran que les siguen necesitando.