Los expertos creen que la bolsa repetirá el patrón de anteriores 'crash'
Pocas alegrías da la bolsa últimamente y cuando las da, a modo de pequeños y poco fiables rebotes, los expertos consideran que no debe ser aprovechado más que para vender títulos y aumentar la liquidez para recomprarlos cuando estén más baratos. Y es que Estados Unidos lo niega, pero el mercado descuenta ya una recesión en la primera economía del mundo.
La publicación del último dato del PIB del que se desprende que Estados Unidos crecerá un 1 por ciento, ligeramente por debajo de las estimaciones, y la decisión de la Reserva Federal de retrasar hasta septiembre estudiar nuevas medidas de estímulo para reavivar la economía norteamericana no trae más que una incertidumbre que puede alimentar el apetito vendedor en las próximas fechas. Tanto es así que los expertos prevén que si los valores del Ibex 35 pierden sus soportes actuales se podrían encaminar en el peor de los escenarios a los mínimos de 2008, cuando el mundo lloraba la quiebra de Lehman Brothers a modo de desorbitados desplomes bursátiles. Ahora, tres años después, los temores que revolotean nuevamente a la renta variable lleva a las compañías del selectivo español a cotizar mucho más baratas- a sólo un 36 por ciento de media de esos mínimos.
"El Comité valorará las perspectivas económicas en vista de los datos recientes y está preparado para emplear sus herramientas de la manera apropiada para promover una recuperación económica más fuerte", aseguró Ben Bernanke en la reunión de este viernes en Jackson Hole. Con estas palabras el máximo responsable de la política monetaria estadounidense echaba por tierra el mínimo rebrote de optimismo que hubo durante la semana, cuando los inversores daban por hecho que el helicóptero de Bernanke volvería a sobrevolar la economía cargado de nuevos estímulos que pudieran devolver la confianza perdida por los mercados.
Los temores ante la posibilidad de que ni siquiera la primera economía del mundo tire y la confirmación de que estamos en una crisis cuya recuperación muy posiblemente será en forma de 'W' ya hace que Wall Street registre importantes caídas de más del 10 por ciento en esta última racha bajista y de alrededor del 2,5 por ciento en 2011. El pánico se contagia al Viejo Continente, donde las caídas anuales oscilan entre el 21,5 por ciento del EuroStoxx 50 y el 13 por ciento de Reino Unido en gran parte también por la crisis de deuda soberana de los periféricos.
Ante este escenario, Alain Galibert, analista de Ágora A.F. para Ecotrader, asegura que "ni siquiera una subida del 15 por ciento podrá romper el movimiento lateral bajista en el que se halla el mercado". Un comportamiento que ya se dio en crisis anteriores, como la de 2008 con la quiebra de Lehman Brothers. Entonces la caída del estadounidense provocó que las bolsas de todo el mundo marcaran mínimos históricos para que luego el mercado se quedara estancado en un movimiento lateral hasta marzo de 2009, fecha en la que las bolsas comenzaron el rally. Una historia que ya se repitió en su día en el crash de 1987, cuando Wall Street se hundió más de un 30 por ciento en tan solo cuatro sesiones (del 14 al 19 de octubre) y las caídas dieron paso posteriormente a un tiempo en el que el mercado ni rompía al alza ni a la baja, sino que fue cogiendo fuerza para impulsar a la renta variable y sacarla de pozo en que se encontraba.
Una crisis apresurada...
La incertidumbre sobre si el Banco Central de Estados Unidos pondrá en marcha el QE3 en la próxima reunión deja abiertas muchas dudas. ¿Son extremadamentes necesarias nuevas medidas de estímulo? ¿El hecho de retrasar la decisión al mes de septiembre es síntoma de que la economía seguirá creciendo lo previsto y no urgen?
Algunos analistas consideran que la crisis actual no es comparable a la de 2008 porque "muchas empresas están en mejor forma que entonces y lo que no debemos esperar es una repetición de la contracción de negocios a gran escala como la que se produjo", asegura el economista de Aviva Investors, Shamik Dhar. Pero la realidad es que los inversores asumen los riesgos de una recesión y están recogiendo los pocos beneficios que les aportan sus inversiones. Buena prueba de ello, es que en sólo un mes los bancos europeos, por ejemplo, han perdido alrededor de un 40 por ciento de lo que cedieron en capitalización tras la quiebra de Lehman. ¿La diferencia? Entonces la caída del valor en bolsa de las entidades se produjo desde que Lehman quebró en septiembre de 2008 hasta el comienzo de la recuperación en el mes de marzo y en esta ocasión se ha producido en tan solo treinta días.
Una salida de dinero que se produce, además, a pesar de que los órganos regulatorios de Grecia, Francia, Italia, España y Bélgica prohibieran temporalmente las posiciones cortas -invertir beneficiándose de la caída que tenga el valor- en valores financieros. Una medida que prorrogaron el pasado jueves, con el mercado ya cerrado, dada la gran volatilidad que continuaba habiendo en las bolsas.
Sin embargo, en medio de ese mínimo optimismo, los últimos datos macroeconómicos publicados en Estados Unidos tales como el desempleo, el índice de la Fed de Filedelfia -anunció un -30,7 cuando los expertos esperaban un 2 positivo- no hacen más que acentuar la delicada situación del país y la ralentización de su economía. Algo que se puso en evidencia cuando Standard & Poor's rebajó su rating -una acción que le ha costado el puesto al presidente de la agencia de calificación- y por los sucesivos recortes de estimación de crecimiento del país emprendidos por firmas como Morgan Stanley, J.P. Morgan, Citigroup y Schroders. Y es que los últimos rumores que apuntaban a la necesidad de que el Estado tuviera que ayudar a J.P. Morgan en la compra de Bank of America, un culebrón en el que la prestigiosa analista Meredith Whitney se pronunció asegurando que no necesitará hacer una ampliación de capital inmediatamente (posteriormente salió Buffett en auxilio del gigante americano), hizo temer a los inversores que nos podíamos encontrar ante una crisis de peores dimensiones que la de 2008. Algo que ayer rechazó el presidente de la Reserva Federal.
...que puede llevar a los valores al pozo
"Está claro que la recuperación de la crisis ha sido mucho menos sólida de lo que habíamos esperado, pero los fundamentos del crecimiento de Estados Unidos no parecen haberse visto alterados de manera permanente por las conmociones de los últimos cuatro años", declaró el máximo responsable de la política monetaria estadounidense, Ben Bernanke. Unas palabras que, junto a la incertidumbre que habrá hasta que se vuelvan a reunir el próximo 20 y 21 de septiembre con sus colegas, puede provocar una nueva oleada de ventas en renta variable que hunda las cotizaciones hasta perder los actuales soportes y encamianarse a los mínimos de hace tres años -los mínimos históricos-. Un momento en el que la bolsa española podría ser una alternativa al estar más barata y contar con atractivos fundamentales.
Por un lado, las abultadas caídas de más del 17 por ciento que acumula el Ibex 35 en lo que va de ejercicio dejan al descubierto suculentas rentabilidades por dividendo. Es el caso de Telefónica y Santander, cuya remuneración anual ronda el 11 y el 10 por ciento, respectivamente. Pero, además, el principal indicador español es entre los grandes mercados del Viejo Continente el más barato por PER -número de veces en que el beneficio queda recogido en el precio de la acción- al cotizar de media a 12 veces. Un aliciente en comparación a otros mercados pero que puede ser todavía inferior y que puede animar a tomar posiciones en bolsa a la espera de que el mercado rompa la lateralidad y se encamine al alza. Y la gran pregunta es, ¿qué valores del selectivo español son los que están ahora más en las profundidades del pozo de su cotización?
Endesa, Acerinox y Mediaset (la antigua Telecinco) son los tres miembros del Ibex 35 que se encuentran al cierre de este viernes en mínimos anuales al cotizar a 17,32; 9,31 y 4,69 euros por título en cada caso, mientras que otros valores -BBVA, Técnicas Reunidas, Gamesa y Red Eléctrica- están rozándolos al encontrarse a menos de un 5 por ciento del suelo fijado en este ejercicio. Pero si atendemos a los mínimos de 2008, Gamesa y FCC son los valores que se llevan la peor parte (ver gráfico). El fabricante de aerogeneradores cotiza a 3,83 euros por título, un 3 por ciento por encima del mínimo de hace tres años anclado en los 3,7 euros. La compañía presidida por Jorge Calvet es una de las cotizadas que ofrece más descuento con respecto al precio de hace seis meses (ver gráfico). La renovable sigue siendo una de las más penalizadas de la bolsa española -cede un 33 por ciento en 2011 y es uno de los valores más bajistas- a pesar de que en este tiempo ha aumentado su exposición a otros mercados hasta tener una presencia industrial en Europa, Estados Unidos y Asia, y una visibilidad comercial en más de cincuenta países de cuatro continentes. Un castigo de los inversores que se une al del último ejercicio, cuando se dejó alrededor de un 17 por ciento, a pesar de contar entre otros con el apoyo de Iberdrola -cuenta con más del 19 por ciento del capital de la renovable- y de la entidad estatal noruega Norges Bank (gestiona los fondos de pensiones de ese país y actúa como un fondo soberano) que posee una participación del 2,9 por ciento.
Aunque los expertos no recomiendan comprar sus títulos, sino mantenerlos en carteras, la renovable puede ser un buen valor en el que tomar posiciones por su descuento y porque el consenso de mercado, recogido por FactSet, espera que el título tenga un recorrido del 55 por ciento, hasta los 5,93 euros, en bolsa en los próximos doce meses y que incremente un 35 por ciento los resultados de 2010, cuando obtuvo un beneficio neto de 50 millones de euros.
En cuanto a la compañía de infraestructuras FCC es otra de las compañías en las que la media de casas de análisis recomienda mantener sus títulos, que además están cotizando a un 9,7 por ciento de los mínimos de hace tres años (16,38 euros) y con más de un 17 por ciento de descuento. A FCC le sigue Arcelormittal, cuyo elevado endeudamiento -se prevé que cierre el ejercicio con unos compromisos financieros superiores a los 15.000 millones de euros- y su actividad muy ligada al ciclo económico le está jugando, en esta ocasión, una mala pasada. Ni más ni menos que descensos anuales de cerca del 49 por ciento, que le sitúa como el segundo valor más bajista de la bolsa al cotizar en niveles de 13,6 euros, es decir, a algo más del 10 por ciento de los mínimos que marcó en el año de la caída de Lehman y un 40 por ciento más barato que en los últimos seis meses. La acerela es la que más descuento ofrece del selectivo con respecto al precio de hace seis meses.
El miedo a la recesión y a que, por tanto, sus negocios también se vean perjudicados ha impactado en Mediaset, Bankinter, Indra, ACS y Telefónica, donde sus precios actuales están a menos de un 10 por ciento de sus mínimos de 2008 (ver gráfico).
La tensión ante una salida más tardía de esta crisis, las dudas en torno a la supervivencia del euro y la poca confianza depositada en los gobiernos europeos para cumplir su compromiso de reducción de déficit son algunas de las razones que han llevado al Ibex 35 a perder un 16,9 por ciento en 2011, menos de un punto porcentual de lo que se dejó en todo 2010. Sin embargo, pese a ello, la gran volatilidad de los mercados está permitiendo ganar dinero aprovechando la amplia horquilla que se abre en el intradía, deciden vender sus títulos y ganarse la rentabilidad acumulada para luego volverla a comprar en mínimos y repetir la operación. Son los movimientos de los especulados, algo muy legítimo la de comprar algo con la intención de venderlo más caro. Sólo un dato, Santander, por ejemplo, hace días llegó a subir más del 5 por ciento y a caer un 4,8